La segunda parte fundamental de la tercera revolución industrial es la producción distribuida. El mundo de la robótica permite la producción en lugares diferentes. La producción a hiperescala puede seguir en China, pero la producción normal, no. Cada vez más, vamos a vernos como un lugar destino de ciertos tipos de producciones intelectuales y específicas, como puedan ser las fábricas de drones, o como puedan ser cualquier tipo de fabricación que implique un lifestyle, un modo de vida, es decir, la sensación de que uno está construyendo algo, que uno no lo hace específicamente por el negocio, sino porque es la manera en la que le gusta vivir.
La reindustrialización de las zonas de montaña de una manera sostenible creará una, sin duda, clase media interesante y es muy posible, no es un sueño.
En tercer lugar, durante años hemos visto como regalábamos la energía. Nosotros producimos cantidades ingentes de energía. Lo que tenemos que aprender es a transformar. Nosotros no podemos vender las cosas directamente, tenemos que ser capaces de transformarlas. Cada vez más, y aquí lo estáis viendo, deberíamos ser capaces de utilizar la energía para simplemente vender datos. No tenemos ninguna razón para enviar la energía a ningún sitio. Nosotros debemos ser capaces, gracias a que hace frío, de tener infraestructuras para guardar los datos.
Nosotros tenemos que apostar, y esto son ejemplos, por nuevas industrias. Claro que existen industrias nuevas para las zonas de montaña. El hecho de que haya frío, en estos momentos, te da acceso a uno de los grandes negocios de nuestro tiempo y ¿por qué no ocurren estas cosas en la montaña? Básicamente porque no tenemos una regulación estable.
¿Ustedes se dan cuenta de que si ustedes abren un centro de infraestructura cloud, es decir, unos servidores, nosotros tendríamos los únicos servidores de España completamente verdes? Nuestra energía es verde, es hidráulica. Imagínense lo que significa eso. Cada vez que usted pone algo en Google o en Facebook, está contaminando. Si esos servidores estuvieran en el Pirineo o en Sierra Nevada no contaminarían. Y esto lo podemos ir repitiendo en todas las industrias que ustedes quieran, una, dos, tres, cuatro…
Las zonas de montaña son, y deben ser reindustrializadas por el bien socioeconómico de esos lugares. Y este es un objetivo sin vuelta atrás. Al final, lo que estamos viviendo hoy en día es una economía de inteligencia en la distancia. El talento es distribuido y no tenemos ningún problema para vivir en una economía distribuida. De hecho, nosotros ya somos una economía distribuida por nuestra propia dispersión y nuestra propia configuración de entornos. Así que somos nativos en la economía distribuida y lo que necesitamos, básicamente, es el refuerzo en todas las capacidades para vivir en esta economía.
Para mí, la clave de todo esto es la formación. Hace ya unos años monté Esnepi. Esnepi es la Escuela de Negocios del Pirineo, es una escuela sin ánimo de lucro: negocios, escuela y Pirineo. Creo que han pasado más de 3000 personas por los cursos de Esnepi. Puedo decir después de estos años y muchos eventos que nuestra experiencia es increíblemente buena. Nosotros pensamos que hay una avidez por la formación en las zonas de montaña. Pensamos que las zonas de montaña no han tenido formación y por eso monté esta escuela. Realmente creo que la gente quiere esas capacidades.
A través de Esnepi logramos implantar un módulo de FP, formación profesional. Lo que ocurrió fue muy fácil: realmente no se entiende la FP como un modelo para el Pirineo, para las montañas. ¿Cómo puede ser eso? Es increíble. Nosotros tenemos que entender que la formación es el único camino, no hay otro camino. Si usted quiere cargarse un valle, quítele los cursos de FP. Pero, ¿por qué los cursos de FP tienen que ser presenciales? ¿No pueden ser por internet? ¿Realmente no somos capaces de hacer las cosas distribuidas? La plataforma existe. ¿Realmente no pensamos que en esa ley de la montaña no debe ser obligatorio el acceso a todo tipo de formación pública? ¿Realmente no vivimos en una economía distribuida? ¿No existe internet?
Necesitamos que la formación sea un derecho en el Pirineo y en todos los macizos. Lo necesitamos. Sin formación no tenemos futuro, no vamos a poder formarnos para trabajar en esas fábricas de cloud, para dirigir robots, para dirigir drones o para hacer genética. Y nosotros no somos más tontos que los demás. No, no lo somos. Igual que los masáis no lo son. Si a los masáis, en vez de hacerles fotos, les llevas la London School of Economics, los masáis hacen cosas, porque son humanos y no tienen ninguna diferencia con ninguno de nosotros.
La Esnepi es un modelo claro de qué es lo que se puede hacer, y lo que se puede hacer es muchísimo. Esto se ha hecho básicamente con el esfuerzo de muchos y con la voluntad de muchos. Realmente en estos momentos la formación es el camino.
¿Qué más se puede hacer? Pues aquí tienen Alimentos Auténticos. Alimentos Auténticos es un modelo que integra a docenas y docenas de productores que sirven a casa cada día, lo que se llama el productor hacia el consumidor, product to consumer, p to c. Este es el camino. Básicamente la economía distribuida hace que tú no necesites estar para vender. Podemos producir lo que queramos, incluso arándanos, que estamos plantando como prueba piloto a través de un programa social.
¿Realmente somos capaces de producir? Por supuesto que sí somos capaces de producir. Fijaos. Chía, para quien no lo conozca, es una pequeña aldea de muy pocos habitantes en el Pirineo, muy cerca de Benasque. Este año recuperamos las patatas de Chía. Hemos vendido 35 000 kilos. Y me dirán: es primario, sí, pero es que las vamos a hacer fritas. Lo que les quiero decir con esto es que realmente sí que somos capaces y el único problema que tenemos es un problema de ecosistema. Nuestro ecosistema es débil. Somos capaces de llevar chavales a Silicon Valley, que trabajen en startups de Silicon Valley y que luego vuelvan. ¡Claro que somos capaces! Vengan a verlo cuando quieran. Somos capaces de hacer eso. Nosotros no somos más tontos que los demás, al revés, somos mucho más capaces, porque sobrevivimos en un sitio muchísimo más difícil que en el que sobreviven los demás. Claro que sí que somos mucho más capaces, porque nos hemos esforzado más.
Aquí tienen la Escuela de Guías de Montaña de Benasque. Mientras funcionó, fue un hit, fue un éxito. Cuando se transformó en albergue dejó de serlo, porque albergues nos sobran. Lo que no nos sobra es la Escuela de Guías de Montaña de Benasque. Esto formó a toda una generación. Esto profesionalizó el sector de la montaña. Esto cambió las cosas. Este es el tipo de impacto que necesitamos en las montañas. Está claro que en las montañas necesitamos alguna curva menos en las carreteras, pero lo más importante no son las carreteras, lo más importante es que nos hagan capaces.
Sin duda necesitamos tener una capacidad emprendedora crowd, porque la capacidad emprendedora ya la tenemos. Nosotros somos emprendedores porque simplemente no hay otra cosa que hacer. Alguien que tiene vacas es emprendedor. Alguien que tiene un restaurante es emprendedor. No conozco prácticamente a nadie, menos los secretarios de ayuntamiento, que no sean emprendedores en las montañas. (Risas). Nosotros ya somos emprendedores, no tenemos que hacer planes para ser emprendedores. Lo somos por naturaleza. Lo que nosotros necesitamos es red, ¡red! Tenemos que ser crowd, porque un emprendedor sin red es un emprendedor pequeño. Y necesitamos formación, porque un emprendedor sin formación es un emprendedor pequeño y débil. Esto es lo que necesitamos.
Necesitamos ser capaces de entender los nuevos entornos. La economía circular es fundamental. Las zonas de montaña debemos ser 100% sostenibles y eficientes. Tenemos que empezar a tener modelos amplios y grandes. Para eso no podemos pensar como provincias, tenemos que pensar como cordilleras. No podemos establecer modelos de circular economy sin eso.
Este coche que están viendo es el primer coche de la historia que es eternamente reciclable. Siempre se podrá reciclar. Nosotros podemos hacer de cualquier macizo un macizo eternamente sostenible y reciclable, pero necesitamos pensar como macizo, no podemos pensar como cabecera de valle, cola de valle o lado del valle. Eso no hay Dios que lo entienda. No se puede pensar así. Tenemos que tener una aproximación integral a los temas. Por supuesto, la base es la colaboración. Debemos ser capaces de crear redes creativas de cooperación. Tenemos que crear juntos. Hasta ahora, lo que está ocurriendo es que somos muy capaces de crear una sociedad civil específica en algunos lugares, pero no somos capaces de linkarla, no somos capaces de unirla. Tenemos que ser capaces de crear redes creativas de cooperación, y ahí necesitamos ayuda. A través de Esnepi potenciamos la creación del clúster del turismo. El turismo no es mi pasión, pero lo hicimos en el Pirineo básicamente para comenzar a crear estructuras overthetop. Necesitamos pensar integralmente, necesitamos hablar juntos y crear juntos, porque los problemas son similares y el mundo es muy grande. Esto es crítico.
La base social pirenaica necesita claramente tener una respuesta a las mujeres, esto es algo crítico y fundamental, y tener una respuesta de estabilidad a los neomontañeses. Estas dos cosas son básicas.
Las mujeres han sido la razón de ser de las zonas de montaña desde siempre, y esto es un hecho. No va a ser diferente en esta ocasión. Nosotros debemos ser capaces de entender la emprendeduría en femenino, la empresa social, que en un porcentaje importante va a estar liderada por mujeres, y debemos entender de una manera relevante el rol social de las mujeres en nuestras comunidades. Tenemos que dar un paso hacia la feminización de las zonas de montaña. Este es un tema en el que hemos fallado y que realmente es necesario.
Los neomontañeses son un problema aún mayor. Tenemos que ser capaces de crear comunidades que permitan la fijación de vida externa. Nosotros somos capaces de admitir muy bien a externos durante un tiempo, pero nunca pasan a ser internos, y no pasan a ser internos porque básicamente no somos capaces de construir comunidades estables. Tienen grandes fluctuaciones. Ahora, por ejemplo, con la crisis, la cantidad de gente que se ha ido de las montañas ha sido increíble, así que realmente nos hemos quedado solo unos cuantos. Esto es un problema. Nosotros necesitamos crear industria, necesitamos crear empleo sólido para que esto ocurra. ¿Y por qué nos interesan tanto los neomontañeses? ¿Para que haya más gente? Nosotros estamos bien solos, no necesitamos a nadie más. Nosotros queremos que vengan porque traen talento. Necesitamos más talento en las montañas. Talento más talento, en mi experiencia, es talento y medio. Pero talento más talento más plataforma, la capacidad de ser red, es talento al cuadrado. Nosotros necesitamos que vengan neomontañeses y neomontañesas para que venga más talento, porque con eso vamos a crecer, sin lugar a dudas, en muchos aspectos, no sólo económicamente.
El mundo rural necesita hacerse más complejo. Básicamente no tenemos ninguna de las tres industrias que hacen complejo un lugar. Si a alguno de ustedes le gusta este tema, sabrá que hay tres industrias que hacen complejo un sitio: la automotriz, la química y la financiera. Nosotros no tenemos ninguna de las tres. Así que nuestra complejidad debe ser diferente. Nuestra complejidad no debe ser sólo económica, porque si es sólo económica, realmente estamos muy equivocados, no lo vamos a conseguir y, sobre todo, no es un camino sostenible en el tiempo. Nuestra complejidad debe permitir la inclusión y la vida plena de una manera amplia y, por supuesto, la economía debe ser una parte fundamental, pero nuestro rol no es competir económicamente, sino desarrollarnos económicamente, que es muy diferente.
Yo diría que los tres ejes de desarrollo críticos son: Primero, necesitamos una ley de la montaña. Esto es así. Yo pienso que se olvidaron de nosotros y realmente necesitamos tener un marco regulatorio y saber a qué atenernos.
Segundo, necesitamos un modelo educativo que ataque el fracaso escolar, que es nuestro gran problema. Nuestro gran problema no es que haya más o menos escuelas, es que las que hay generan un fracaso escolar importantísimo, y lo generan porque, básicamente, el padre o la madre tienen un restaurante y el chaval o la muchacha ya sabe dónde irá a trabajar. Y este ciclo es malo, es nocivo, es perverso y vicioso. Ese ciclo hay que romperlo. Necesitamos modelos educativos que permitan el éxito escolar. Y esto es crítico y fundamental.
Y, tercero, necesitamos un nuevo modelo de inversión. Está bien todo este tema de las subvenciones, está bien. Estaba mirando el tema de Austria, donde cada 100 metros más para arriba, te dan más subvenciones, porque cuanto más alto, más difícil es. El tema fundamental nuestro es la creación de fondos de capital riesgo, fondos de desarrollo. Y estos fondos de desarrollo deben tener diferentes maneras: deben ser para capital semilla, deben ser para capital crecimiento, deben ser en créditos participativos. Necesitamos una apuesta diferente. Nosotros no necesitamos una banca tradicional en el Pirineo porque ya ha estado muchos años. Nosotros necesitamos un shadow banking, un modelo nuevo de banca; más que de banca, de financiación. Necesitamos que el ICO participe en el Pirineo creando fondos específicos para el Pirineo y para otros macizos. Necesitamos que los organismos públicos nos entiendan de otra manera y que esa cooperación con el mundo privado realmente exista. Nosotros no necesitamos tanto subvenciones como financiación posible. Y claro que la financiación es posible si hay proyectos posibles. Y para tener proyectos posibles, necesitamos gente educada con las capacidades y gente formada que lo sepa hacer.
Nuestro círculo vicioso básicamente se basa en estas tres cosas: Sector público, grandes empresas, startups. Nuestro ecosistema se parece a esto, pero sobre todo -que es lo que no tenemos y es nuestro gran problema- debería parecerse exactamente a lo que les estaba comentando, a un lugar donde tú puedes desarrollar tu proyecto, donde realmente eres capaz de hacerlo a diez años vista, porque las condiciones son más complejas, donde ciertamente eres capaz de formarte en lo que necesitas, aunque sea de una manera distribuida, y donde tienes una red que hace posible la colaboración y los objetivos comunes.
Nosotros somos más una colmena que un individuo. Nosotros, hoy en día, atacamos el problema como individuo, y no es que no nos salga, es que nos estamos despoblando, nos estamos muriendo; no nos va a salir. Nosotros necesitamos atacar el problema como una colmena, e internet es la respuesta para ser una colmena, pero necesitamos claramente educación con un modelo educativo potente, necesitamos claramente formación y necesitamos claramente un entorno legislativo y, sobre todo, un modelo de financiación. Y estos son los grandes stakeholders nuestros, no los tradicionales.
Quería darles las gracias y decirles que me encanta que la Cámara territorial nos reconozca como territorio. Muchas gracias a todos.
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias. Pasamos al turno de portavoces.
En primer lugar, por el Grupo Parlamentario de Convergència i Unió, tiene la palabra la senadora Rivero.
La señora RIVERO SEGALÀS: Muy buenas tardes, señor Barrabés.
Realmente, para ser la última comparecencia nos ha abierto un mundo, un mundo nuevo. Sabemos que en las zonas rurales de alta montaña -yo vivo en el Pirineo- tenemos un sector primario que cada vez es más delgado, más débil. Tenemos un sector terciario que prácticamente nos sustenta al 80% directa o indirectamente. Y siempre encontramos a faltar el sector de la industria. Ciertamente, cuando hablas de aquellas posibles industrias que hay en el Pirineo, efectivamente te das cuenta de que no las hay porque la industria tradicional, pensada como industria tradicional, es inviable en el Pirineo porque las infraestructuras viarias físicas nos ponen unos condicionantes que no las hacen factibles allí, por muy cracks que seamos o les demos la vuelta. Si alguna industria hay, es la industria que nos llega a través de las nuevas tecnologías. Usted ha puesto ejemplos que yo desconocía –me declaro una absoluta ignorante- de algunas de estas industrias que son factibles de instalarse en estas zonas por ser frías, por ejemplo. Creo que es todo un mundo por explorar al que no nos debemos cerrar.
Manifestado ya mi desconocimiento en este tema, sí que estoy de acuerdo con usted en algunas cosas. Es cierto que en cuanto a diagnosis, en cuanto a la no formación de mujeres, ha habido algunos cambios históricamente, al menos en algunas zonas, pero no entraré en ese detalle, porque estoy de acuerdo con usted en que no podemos ir -si me permite la expresión coloquial- con el pollo a cuartos. En este sentido siempre miramos un poquito la vertiente francesa, la manera de trabajar las políticas de montaña en el macizo, pero es cierto que aquí no es así. Desde el punto de vista de Cataluña, sí que le diré que en estos momentos no estamos tan avanzados en esa política de macizo, pero sí que se aprobó una ley de montaña, una ley que nació en 1983 y que hizo su función: dotar unas infraestructuras mínimas para tener unas oportunidades mínimas. Esta ley hizo mucho hincapié en las infraestructuras y en la manera de gobernarse las zonas de montaña debido a su dispersión, y ello nos ha proporcionado tener un nivel bastante alto y eficaz a la hora de optimizar los servicios en la comarca, desde la potabilización del agua hasta servicios sociales. Pero estoy de acuerdo con usted en que esto ya ha caducado y en estos momentos se está planteando una nueva ley de montaña, ley que habla de oportunidad, de formación y de cómo estar en el mundo. Estuvo aquí el otro día uno de los ponentes de la ley.
Primero, es importante que esta ley se consulte con los montañeses; son ellos quienes van a decidir si realmente la quieren o no y qué quieren que en ella se plasme.
Segundo, esta ley contempla una nueva visión del territorio distribuida en paisajes, más que en divisiones administrativas dentro del ámbito de Cataluña. Como digo, más que distribuido en divisiones administrativas –usted sabe que el paisaje no entiende de estas distribuciones administrativas, el Pirineo tiene una continuidad que no entiende de esto–, se está distribuyendo en paisajes. Más allá de la formación y de las oportunidades que tengamos en cada zona, entendida como macizo o como colmena o como una red de gente con los mismos problemas y con intereses parecidos, ¿cree interesante que esta ley de montaña se ordene por paisajes teniendo en cuenta que hablamos de montañas? Usted y yo sabemos que dentro del mismo macizo hay realidades muy distintas de un valle a otro. En mi zona, cruzar un puerto de montaña ya son dos realidades, no solo económicas, sino sociales e incluso culturales distintas. ¿Cree que este es un buen punto de partida desde el punto de vista del paisaje?
A mí me gusta mucho la propuesta que usted ha hecho, pero desde el conocimiento de la realidad, al menos de mi territorio, creo que tenemos muchos kilómetros que andar, porque culturalmente, entre la gente que habita allí, hay, no miedo, pero sí un cierta reticencia a lo que viene de fuera, quizá por malas experiencias anteriores, por decisiones que no han tomado ellos y que se han plasmado en el territorio. Asimismo, encontrar este equilibrio entre el talento de allí y el talento de los neorrurales o de los neopobladores lo veo difícil porque tenemos mucha pedagogía que hacer, porque hay que salvar. No sé si en su zona es así o no, pero yo creo que para que esta propuesta llegue a una realidad hay todavía un trabajo que es de pedagogía porque hay algunas tendencias culturales, incluso económicas, históricamente ese patrimonio familiar, el hecho de no compartir, el hecho de “yo soy de aquí porque mi abuelo era de aquí”. ¿Cómo cree usted que podemos salvar? Porque para mí es primordial, es el primer paso para luego abrirnos al mundo, pero abrirnos a aquel que acaba de llegar creo que todavía es difícil, y ello teniendo en cuenta que en todos los territorios se han hecho cosas para favorecer nuevos asentamientos.
Yo siempre digo que vivir en una zona rural no es sólo vivir en un sitio geográfico concreto, es una forma distinta de entender la vida, y, por eso, muchas veces cuando se dice que es importante tener trabajo y tener casa, en algunas zonas rurales, aun teniendo casa y teniendo un trabajo bien remunerado, es difícil encontrar gente joven que quiera ir allí, porque hay este tema cultural, este empoderamiento de la ciudad, el glamour, esa sensación de que es en la ciudad donde nacen las oportunidades a nivel de nuevas tecnologías, de nuevos campos. Me ha encantado este empoderamiento de lo rural en cuanto a nuevas tecnologías y estar à la page, pero ¿cómo entiende usted que la sociedad civil y también las instituciones podríamos salvar este decalage que hay entre lo que ha sido y lo que tiene que ser?
Muchísimas gracias por su exposición.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senadora. Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el senador Becana.
El señor BECANA SANAHUJA: Muchas gracias, presidente.
Muchas gracias, don Carlos Barrabés, por la exposición de altura -nunca mejor dicho- que nos ha hecho casi como broche de oro para cerrar el trabajo de una comisión que ha sido corta en el tiempo, pero muy intensa en su contenido.
Normalmente estas cosas se acaban con aquello de “no haré más preguntas, señor presidente”, pero lo cierto es que hoy a todos los que le hemos escuchado nos quedarían muchísimas preguntas por hacerle, porque entiendo que usted tiene mucho que aportar -mucho más de lo que nos ha dicho esta tarde- al objetivo principal que ha convocado a esta comisión.
Ha habido un denominador común en casi todos los comparecientes, y es que la desigualdad en esta sociedad crece con la altura. Cuanto más alto está un pueblo, más grandes son las desigualdades, pero hoy nos ha hecho una aportación muy interesante que pone en valor todo el trabajo que se ha hecho aquí. Usted nos ha hecho un canto a la esperanza, nos ha dicho que la desigualdad crece con la altura, pero en la altura hay futuro. Y este es un buen mensaje porque no podemos acabar este trabajo deprimidos, todo lo contrario, tenemos que acabar este trabajo con una hoja de ruta. Hemos ido apuntando pistas y lo cierto es que hay que crear oportunidades y hay que saber sumar todas las oportunidades que puedan crearse; se trata de crear y sumar.
Yo vengo de una provincia, la misma provincia en la que usted vive, en la que se han ido haciendo muchos ensayos sobre cómo fijar población y, sobre todo, como fijar vida en las zonas rurales y también en la montaña. Y hay ensayos que han funcionado muy bien, pero a lo mejor no han acabado de cumplir los objetivos que pretendían. Estoy pensando, por ejemplo, en todo el desarrollo del sector de la nieve o en toda la potencia que nos explicaba el otro día el señor Pizarro sobre lo que es poner en valor el medio natural a través de los parques nacionales o de los parques naturales para la atracción del turismo.
Es cierto que estas cosas están funcionando, pero no funcionan del todo porque se sigue perdiendo población; entonces hay que crear y hay que sumar.
Nosotros hemos ido apuntando cosas en estas comparecencias; para empezar, aquellos que han creado limitaciones al desarrollo de la montaña, aquellas infraestructuras, como son los embalses, los generadores de electricidad, tienen que hacer su aportación especial a la montaña, no puede ser que vivan de espaldas al territorio en el que están obteniendo sus beneficios. Hay que apurar todavía más.
En las dos legislaturas pasadas se suscribió el convenio, que ya explicamos en la anterior sesión, entre Adelpa, asociación de los pueblos del Pirineo, y el Ministerio de Medio Ambiente. No podía ser que hubiera problemas de abastecimiento en pueblos del Pirineo que están soportando embalses para dar agua a las grandes extensiones de regadío. No puede ser eso. Hay que corregir ese desequilibrio, y se intentó corregir con un plan integral, dotado con más de 100 millones de euros, para proveer a todas las poblaciones del Pirineo con agua potable, con abastecimiento, con depuración. Las grandes compañías eléctricas tienen que implicarse.
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