4.2.13. capítulos 31 al 33: Los ríos
Como ya nos hemos acostumbrado, comienza este grupo de capítulos con el concepto del término, que, por supuesto, nos brinda San Isidoro. Río como aguas que fluyen por un cauce. En este caso el autor no ha introducido lo que el propio San Isidoro introduce en su libro: El río (flumen) es, hablando con propiedad, la propia agua mientras que el cauce (fluvius) es el curso del agua. El río es anterior al cauce, es decir, el agua es por lógica anterior al lecho del río. En este mismo inicio ya nos adelanta San Isidoro las diferencias entre ríos permanentes y torrentes, conceptos fundamentales en hidrología.
De todos los autores seleccionados para este capítulo introductorio señalamos a Adelardo, el cual hace referencia a esa relación íntima que se establece entre todos los componentes que hemos ido estudiando a lo largo de este comentario. Agua, del mar, dulce, de los ríos, una nace de la otra, sin principio ni fin. Y, por supuesto, Isaac ya nos adelanta sus características, buena y saludable, cuanto más lejos de la ciudad, mejor.
Aristóteles, ya en el capítulo 32, es el autor que nos ofrece la clave en las conexiones indicadas. La atmósfera, los fenómenos atmosféricos, son el elemento que conecta todos los estudiados. Atmósfera e hidrosfera, sin principio ni fin. Las dos, origen y final. Agua que se evapora y forma las nubes, agua que se precipita a la Tierra, agua que se infiltra y termina formando los ríos. En este caso Aristóteles centra el origen de los ríos en, fundamentalmente, las aguas infiltradas, aguas que en algún momento, y por causas naturales o artificiales salen al exterior en forma de los manantiales estudiados. Su cauce, y su disminución o aumento se correlaciona con el lugar en que nacen esos manantiales y la época del año. Para este autor los lugares bajos y con piedras blancas son los que determinan ríos que se secan en verano.
El capítulo 33 está dedicado al análisis y explicación de los ríos que aumentan su caudal en verano, época de estío. Para su explicación se nombran el río Nilo y una zona de Turquía. Entre las hipótesis emitidas podemos citar la posibilidad de lluvias en zonas remotas, la imposibilidad de verter agua al mar, o incluso una influencia cosmológica. También se refiere el capítulo en su final a la capacidad erosiva de los ríos y su conexión con grutas y cuevas.
Y no nos alejamos del concepto trabajado con anterioridad. El concepto actual de río como corriente natural de agua que fluye con continuidad. Se caracteriza por un caudal determinado, casi nunca constante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago o en otro río, en cuyo caso se denomina afluente274.
Siguiendo el estudio semántico realizado por San Isidoro, desarrollaremos los términos que él introduce, para clarificar su significado dentro del ámbito de la hidrología, añadiendo otros conceptos modernos275.
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Caudal forma parte de la dinámica de fluidos y se considera la cantidad de fluido que pasa en una unidad de tiempo. Normalmente se identifica con el flujo volumétrico o volumen que pasa por un área dada en la unidad de tiempo. Puede calcularse a través de la siguiente fórmula:
Q = A v
Donde: Q caudal (m3/s)
A área (m2)
V velocidad lineal promedio (m/s)
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Cuenca hidrográfica es una parte de la superficie terrestre cuyas aguas fluyen hacia un mismo río o lago. La suma de las cuencas hidrográficas de todos los ríos que desembocan en un mismo mar constituyen la vertiente de dicho mar. Y la suma de las cuencas hidrográficas de todos los afluentes de un río constituye la cuenca de dicho río. Se llaman divisorias de aguas o divisorias de vertientes a las líneas de separación que se pueden trazar entre cuencas hidrográficas o vertientes adyacentes, y suelen coincidir con crestas de montañas.
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Escorrentía es el conjunto del agua que corre por el cauce de los ríos. A los volúmenes circulantes en unidades de tiempo pequeñas se le denomina caudales instantáneos.
La representación gráfica de los caudales circulantes en un punto del cauce del río a lo largo del tiempo se denomina hidrograma. En la actualidad se considera el hidrograma de máximo interés en el estudio hidrológico de las cuencas.
Ilustración : Hidrograma unitario del río Eresma.
En último lugar trataremos la clasificación de los ríos, existiendo múltiples posibilidades, todas ellas en función del criterio seleccionado para su realización. Nombraremos dos.
En una primera clasificación el criterio es su periodo de actividad. Tenemos los siguientes tipos276:
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Perennes: ríos formados por cursos de agua localizados en regiones de lluvias abundantes con escasas fluctuaciones a lo largo del año. Incluso en las áreas donde llueve muy poco pueden existir ríos de este tipo si existe una suficiente alimentación freática, de aguas subterráneas. Estos ríos pueden experimentar cambios diarios y estacionales en su caudal debido a múltiples factores como la cubierta vegetal, las precipitaciones, etc.
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Estacionales: ríos y ramblas de zonas con clima mediterráneo, con inviernos húmedos y veranos secos. Es decir, estaciones muy diferenciadas.
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Transitarios: ríos de zonas con clima desértico o seco, en los cuales puede haber ausencia de precipitaciones durante años. Cuando se presentan, las precipitaciones son de tipo tormentoso, lo que origina apariciones de ríos muy veloces. Se denominan wadis o uads a los cauces casi siempre secos que soportan de forma esporádica esas violentas crecidas.
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Alóctonos: ríos, generalmente de zonas áridas, cuyas aguas proceden de otras regiones más lluviosas. El Nilo es el ejemplo más conocido entre ellos.
Una segunda clasificación277 tendría en cuenta la geomorfología de los ríos, es decir, la geometría en planta que adopta la corriente. Los parámetro utilizados son la sinuosidad y la multiplicidad, el número de barras que divide la corriente en varios brazos. Se consideran cuatro tipos:
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Rectilíneo: ríos con sinuosidad baja (menor a 1.5) y un único canal, multiplicidad 1. Son muy inestables, tendiendo a evolucionar a otro tipo de río. Su caudal es de alta energía y tienen una gran capacidad erosiva.
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Anastosomado: corrientes con canales múltiples. Gran capacidad de transporte y sedimentación. Si se encuentran con un obstáculo modifican su trayectoria, adecuándose al relieve.
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Meándrico: alta sinuosidad (mayor que 1.5) y canal único. Su principal característica es el meandro, curva completa sobre el canal, compuesta por dos arcos sucesivos. Combinan carácter erosivo y sedimentario.
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Trenzado: se considera un caso intermedio entre alguno de los tres anteriores.
Ilustración : Tipos de ríos.
Como podemos observar en estas clasificaciones actuales no aparecen los torrentes, ya que estos no se consideran un tipo de río, sino una corriente de agua en una zona montañosa, con fuertes pendientes, caudal irregular y que alcanza una gran capacidad erosiva278. Su término de origen árabe, y muy empleado en la península ibérica, es rambla. Costa de tres partes diferenciadas:
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Cuenca de recepción: donde se recogen las aguas durante las lluvias.
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Canal de desagüe: donde el cauce se hace más angosto y profundo al acentuarse la erosión vertical.
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Cono de deyección o abanico aluvial, donde se acumulan los sedimentos.
Ilustración : Esquema de un torrente
En último lugar, y siguiendo las enseñanzas de los autores escogidos por el dominico, no queda más que hacer referencia a la actuación de los ríos como agentes geológicos de remodelación del relieve y paisaje.
Las formas geológicas características que originan los ríos reciben en su conjunto el nombre de modelado fluvial, siendo sin duda el más común en latitudes como las nuestras. Estas formas geológicas pueden ser debidas a los procesos de erosión, transporte o sedimentación que realizan los ríos, y entre ellas destacamos279:
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Valle fluvial: valles en forma de V, con pendientes más o menos pronunciadas.
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Terrazas fluviales: típicas de las zonas medias de los ríos, son superficies planas a modo de escalones que aparecen a ambos lados del río.
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Llanura aluvial: terreno llano adyacente a las desembocaduras o zona baja del río.
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Cono aluvial: acumulación de sedimentos en forma triangular que aparece a la desembocadura del río, puede tratarse de un delta o de un estuario, dependiendo de si esos sedimentos taponan o no dicha desembocadura.
El libro V continúa con un análisis pormenorizado de cuatro ríos. Lo que había iniciado con el mar Mediterráneo y el mar Rojo se desarrolla a partir de ahora en su totalidad, con un estudio geográfico de los principales ríos escogidos por nuestro dominico. Esta selección está basada en las Sagradas Escrituras, estando descrita en el Génesis la creación de cuatro grandes ríos. Dichos ríos son los que, según nuestro dominico, se exponen a continuación.
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