Capítulo 15: Las distintas maneras de generar ruido
El sonido se puede producir de muchas maneras, por ejemplo, al entrechocar dos objetos planos y sólidos, ya que así se expulsa el aire que existe entre las superficies de ambos objetos que van a chocar, aunque si no son duros, no producirán ruido alguno, porque en ese caso el aire se puede quedar entre las irregularidades del objeto y no salir. De la misma manera, no producirán ningún ruido los objetos blandos, porque ceden ante el aire y no lo expulsan, y tampoco si son unos objetos agudos, como, por ejemplo, si lanzáramos una aguja contra otra —un objeto agudo se caracteriza por ser penetrante y punzante antes que [col242] percusivo y quebrantador—.
¿De dónde surge un gran ruido? La principal manera de producir un gran ruido radica en golpear objetos llenos de aire, como los objetos metálicos que retienen el aire golpeado largo tiempo y, por este motivo, producen un gran ruido. Otro modo de producir ruidos no consiste en entrechocar dos objetos sólidos, sino en partirlos en dos, como cuando se desgarra un tejido o se parte una rama: entonces el aire se quiebra violentamente y su fractura causa el sonido. Un tercer modo sería que el aire golpee algo o sea golpeado por algo, como cuando el pulmón hace que el aire se estrelle contra una parte dura, como la tráquea349. También hay un cuarto modo, que se da cuando se comprime el aire, como a través de un fuelle o soplando en un tubo. Este es la explicación a que el viento haga ruido cuando empuja el aire hacia las cuevas y los agujeros, y allí mismo lo comprima. Una quinta manera sería, según Algazel350, una “inundación de aire”, como sucede cuando hay un gran vendaval: el ruido a ras de suelo impulsa a una gran parte de aire a abalanzarse encima de otra, que, al no ser de naturaleza rígida, se rompe en ese momento y produce sonido.
Capítulo 16: Tan sólo a través del aire se puede percibir el sonido cuando se produce
El sonido no se produce tan solo en una parte concreta del aire, como el resto de fenómenos perceptibles que nos llegan a través de un medio, sino que por todas partes hasta ser oído: si se generara en una sola parte del aire, sería necesario que esta se repartiera en una cantidad idéntica entre todos los oyentes, por lo que diferentes oyentes deberían recibir la misma cantidad, lo que es imposible. Además, si el ruido se propagara a partir de un solo centro compuesto por una materia capaz de dividirse, sería necesario que ese centro compuesto por esa materia pudiera dividirse al mismo tiempo por muchos lugares, porque evidentemente el ruido se expande de manera circular y entonces sería necesario que también sus líneas, para poder propagarse desde el centro en forma circular, pudieran dividir todas y al mismo tiempo el centro, lo que es imposible siquiera dos veces.
Hablamos por tanto de lo que esté en la parte de orani. Cualquier fenómeno perceptible es imposible que suceda fuera de su propia materia y ese fenómeno puede ser, a lo sumo, tan grande como el material que lo componga. Por tanto, cuando un golpe de aire choca con otro cuerpo de aire, el cuerpo de aire golpeado golpea a su vez al aire que chocó con él, y es este proceso el que produce el sonido. Ese aire también continúa golpeando una y otra vez: mientras dura, se va debilitando el sonido de aquel golpe.
Dos son los medios [de propagación] del sonido Por último, cabe añadir que el sonido tiene dos medios, pues el aire es su propia materia y su medio [de propagación], mientras que el agua tan solo es un medio. De ahí que cuando cualquier ruido se genera en la materia que le es conveniente, se produce en todas las partes del aire, en movimiento tras su división, pero el agua, en tanto que no es su natural materia, no tolera que se pueda generar un sonido en ella. Y como el sonido no puede existir si no es sobre una materia, que es un cuerpo, y un cuerpo no puede atravesar a otro cuerpo, a no ser que lo divida, podemos deducir que el sonido no puede llegar al oído a través del agua a no ser que la divida. Y no se parece el sonido al resto de fenómenos perceptibles, porque estos existen sobre una materia además de la materia de su medio [de propagación], mientras que el sonido, a excepción del aire, no puede existir en ningún otro elemento.
Capítulo 17: El eco
El eco consiste no consiste en que se produzca un rebote [del aire que lleva el sonido] hacia cualquier dirección o, mejor dicho, un rebote en el aire que primero recibió un golpe [como para producir sonido], sino en que el rebote adopte una forma y apariencia similar al primer golpe.
Objeción En contra se argumenta que, si el sonido depende de las características físicas del objeto que golpea, entonces una montaña que devolviera ese golpe [de aire] no puede tener la forma de lo que primero produjo el ruido: por tanto, parece que el eco no puede ser semejante al sonido que lo provocó, a no ser que volviera en la materia que primero se golpeó.
Respuesta Nuestra respuesta es la siguiente: esta objeción sería acertada si fuera la montaña la que produjera el sonido, pero no lo hace, sino que tan solo lo refleja: el aire que primero transmitió el sonido golpea a su vez a otra masa de aire, lo que genera el mismo sonido que antes aunque en un lugar diferente. Admitimos, sin embargo, que la apariencia del sonido se debilita un tanto por su resistencia a los impulsos del aire [col243]: esta es la causa por la que las palabras que devuelve el eco se distinguen menos que a viva voz.
Duda Si alguien nos preguntara si el eco puede afectar a cualquier sonido, Respuesta le responderemos que el eco —es decir, el reflejo del sonido— siempre tiene lugar, aunque no siempre sea perceptible, fundamentalmente por dos motivos: la debilidad del lugar donde rebota y la proximidad del oyente a éste. Además, si nos preguntan por qué se suele escuchar cerca de grandes montañas y bosques frondosos, les responderemos que esto se debe a que en las montañas el golpe presiona el aire de tal manera que adopta la forma de una esfera. De la misma manera, el aire rebota en muchos lugares, a veces por arriba en las ramas y a veces por abajo en los troncos: por esto allí hay un eco peculiar. Y también en una cueva, sobre todo si es cerrada, ya que su forma impide que el sonido se difunda de forma circular.
Por tanto, el eco necesita que el aire que ha recibido el golpe pueda seguir con su recorrido hacia adelante para que su impulso pueda cobrar fuerzas: por esto en una cueva un sonido se oye mucho más tiempo, aunque sea flojo; ésta también es la causa de por qué en un bosque se oye bien: evidentemente, son los árboles los que impiden la difusión del aire que ha recibido el golpe, por lo que su fuerza va aumentado y así el sonido se oye más tiempo.
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