Capítulo 9: El aire
San Isidoro, lib. 13339: De vez en cuando se considera que el cielo es la capa de aire donde se crean los vientos, los torbellinos y las nubes. De ahí que Lucrecio [4, 133] diga: “el cielo, que se llama aire” y en los Salmos [79, 2] se diga “los pájaros del cielo”, porque está claro que se les ve volar por el aire. Y de hecho nosotros también solemos llamar a esta capa de aire el cielo por la costumbre: Se suele llamar cielo al aire cuando preguntamos si hace buen tiempo o no, decimos “¿cómo está el cielo?”. Es el aire el elemento más insustancial y disperso, más que los demás, por lo que Virgilio [En., 12, 354] dice: “lo persiguió largo tiempo por el vacío340”.
Opinión del autor: El aire es ligero, móvil, insustancial; lo respiran los seres vivos, el sol lo alumbra, se condensa en nubes y el viento lo revuelve.
Hugo, Los siete días: ¿Por qué? Se suele llamar cielo al aire porque desde nuestro punto de vista nos enciela341. Todo cuerpo de alguna densidad es visible —su espesor le hace estar en contacto con la tierra o el agua—, al igual que el vapor de agua se torna visible al condensarse en forma de nube.
Extracto del libro sobre la naturaleza del mundo: El aire es el tercer elemento, y abarca todo ese espacio aparentemente vacío desde la tierra hasta la luna, de donde los seres vivos obtienen su aliento y donde habitan los demonios. Tiene una cierta densidad en tanto que es una mezcla de tierra, agua y fuego; [col239] si no fuera así, los demonios, cuyos cuerpos están compuestos de aire, no captarían el sonido. Es por esto que los demonios pueden hablar a quienes se les aparecen y, por tanto, todas nuestras percepciones sobre ellos —que sean duros, blandos, ásperos, suaves...— se producen gracias a la mezcla simultánea de varios elementos contrarios. Por esta misma razón se producen vientos, nieves, granizadas, lluvias, llamas y demás, porque la presencia de elementos opuestos permite que se produzcan los fenómenos violentos propios de los demás elementos. Por este mismo motivo, cuando el aire queda contaminado, se pueden producir enfermedades y plagas.
El aire es insustancial, ligero, móvil y transitable por los pájaros. Las nubes lo oscurecen, lo que es señal de lluvia, el sol lo alumbra, el invierno lo condensa, el verano lo despeja y el viento lo revuelve. Se suele condensar cerca de lugares pantanosos y húmedos, donde se espesa con gran facilidad, pero cerca de las montañas es ligero y extremadamente transparente. ¿Dónde se da el mejor aire? En una zona media, es decir, ni muy alto ni muy bajo.
Capítulo 10: Sobre las propiedades naturales del aire
El aire es un elemento caliente y húmedo que sube hasta el cielo, aunque no tan rápido como el fuego: de ahí que el aire tenga más de húmedo que de caliente; Característica de lo húmedo y su humedad es el motivo de que si alguien lo pudiera cortar en dos, de nuevo volvería a unirse. De entre todas las cualidades que pueden tener los elementos, el aire es fundamentalmente pasivo, por lo que es imposible que, por su naturaleza húmeda, pueda causar dolor, al igual que la auténtica humildad no puede ofender342. El movimiento enfría el aire; sin embargo, esto no es lo que enfría la tierra y el agua, sino que las calienta, mas con la respiración de un hombre el aire puede enfriarse y calentarse.
Nada puede rellenar tanto como el aire cuando entra en un lugar ni dejarlo tan vacío como cuando es expulsado. Cuando lo tiene lleno por entero, el aire se ubica según las cualidades del continente, es decir, el aire adopta la forma de aquello que ha llenado o, mejor dicho, a lo que está unido. ¿De dónde viene la contaminación del aire? El aire se vicia fácilmente, sobre todo cuando no está en movimiento. Las brumas típicas de los pantanos, o de la podredumbre en general, lo alteran, lo que suele provocar enfermedades y plagas entre los hombres.
El aire es el canal de la vista, el oído y el olfato. Puede recibir todos los colores al mismo tiempo y cada uno de ellos por separado, sin que se mezclen todos, tanto como demuestra el que las pupila de los ojos estén en medio del aire, cuyo círculo poseería todos los colores distintos. Por otro lado, el aire, cuando queda teñido por algún color chillón, refleja el mismo color a otro cuerpo, igual que el agua refleja un rayo que la ilumina a otro cuerpo. En tercer lugar, los reflejos no se manifiestan ni en el aire ni en el agua, a no ser que estén tranquilos. El aire, igual que el fuego, no se evapora, porque todo lo que se evapora lo hace cuando está en llamas convertido en un humillo más ligero que en su estado sólido, cosa que no le puede suceder al aire.
Capítulo 11: El lugar del aire y sus movimientos
Avicena, en la obra citada: El aire es un cuerpo simple Lugar del aire, por cuya naturaleza ocupa el lugar entre la tierra y el fuego. Es relativamente ligero y su naturaleza es caliente y húmeda. Su esencia ayuda a que las cosas se atenúen, aligeren y eleven más alto.
Aristóteles, El cielo y el mundo, 3: El aire es mayor —es decir, abarca más— que el agua, de la misma manera que también un material ligero abulta evidentemente más que uno pesado. Por tanto, las partículas de agua son menores que las del aire. La causa de por qué el aire se puede mover con violencia: Ya que el fuego, cuanto mayor es, más alto sube y más rápido, un cuerpo, cuanto mayor es, se desplaza de manera más violenta y con más vigor.
Hugo de San Víctor, Comentario al Eclesiastés. “El espíritu brota para recorrerlo todo un giro tras otro”. Esto también puede significar que el movimiento del aire no siempre es el mismo en todos los lugares. Pero cuando en un lugar sopla el aire, las corrientes de aire, que una y otra vez fluyen y refluyen, a veces fuertes y a veces débiles, no se mueven y [col240] se apagan uniformemente —no sea que pensemos que sus movimientos que captamos se extienden hasta el infinito— sino que sus movimientos tienden a ir aminorando paulatinamente su intensidad por su cuenta, como si cada uno tuviera una especie voluntad propia. Pero aquello que dice (purificar/dar vueltas343), se lo atribuye claramente a ese elemento ¿Por qué el aire purifica?, ya sea porque limpia y dispersa toda la inmundicia, bien si por su propia movilidad está dispersa por doquier bien si reunida, ya sea porque gracias a su ligereza se adentra en todas las cosas y se va extendiendo.
Séneca, en la obra antes citada, lib. 6344: El aire, ciertamente, se mantiene en contacto con la tierra, y está tan pegado a ella que al punto ocupará cualquier lugar que ella abandone: es una parte del mundo. Sin embargo, todos los nutrientes que la tierra envía para los cuerpos celestes, el aire los recibe —evidentemente, debe entenderse el aire como un elemento, no como una parte—, y son estas partículas terrestres las que causan su turbulencia e inestabilidad.
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