San Benito de las Palomas: Huella Afrodiaspórica e Identitaria en el Caribe Colombiano
47
Cuando el pueblo se inundó se tuvieron que traer el santo para acá
74
.
San Benito, me decía mi abuela, que era un pueblo que se fundó alre-
dedor de la ciénaga, y que con la creciente tuvieron que abandonarlo y
trasladarse a lo que hoy es Repelón y con el traslado se vino el santo
75
.
Pero la presencia del santo como se colige de
los testimonios anteriores, no
solo está unida a lo formación o inicios de la población, sino que en la percep-
ción de alguno de sus habitantes aparece como fundador. Su figura histórica se
presenta en dos dimensiones temporales: vinculado a los orígenes del pueblo
como su creador o coadyuvante, y articulado en el presente con el escenario
de la lluvia y la cosecha. En Repelón no hay un mito consolidado sobre la
historia de San Benito, y aunque débil sí existe uno sobre su participación en
el nacimiento del pueblo.
A pesar de todo a San Benito todavía se le venera aquí. Oyó. Porque
él fue el que fundó todo esto. Fundó a Repelón, a San Benito de las
Palomas
76
.
En relación con la sustitución de San Benito por San Antonio, aspecto al que
nos referiremos más
adelante, el señor Eusebio Oliveros expresó:
San Antonio fue traído en 1946, pero San Benito no viene de ahora,
es de cuando aquellos negros quedaron derrotados en Cartagena sin
auxilio porque Murillo quería abatir a Bolívar, pero como Bolívar batió
con el nombre de Repelón; esos negros quedaron ahí rezagados y po-
blaron Mate, Palenque, San Pablo y María la Baja, y algunos de ellos
llegaron aquí de aquel lado de la ciénaga y fundaron el pueblito que le
dieron el nombre de San Benito
77
.
74. Félix Cabarcas. Entrevista. Repelón, 16 de septiembre de 2012.
75. Rogelio Julio Cabarcas. Entrevista. Repelón, 22 de noviembre de 2012.
76. Julián Ayola. Entrevista. Repelón, 23 de julio de 2013. Sobre este aspecto, véase la versión de Emérita
Digna en el página 67 de este trabajo. Pie de página 151.
77. Eusebio Oliveros. Entrevista. Repelón, 22 de mayo de 2000.
Dolcey Romero Jaramillo
48
A diferencia de las anteriores versiones del mito fundacional, San Benito no
aparece directamente aquí fundando a la población, pero sí presente a través
de su imagen, en los procesos seminales y poblacionales en el marco de la
independencia. Para esta versión del mito, no solo Repelón es producto de
aquellos cimarrones que salieron de Cartagena, sino que lo son también otros
pueblos de negros tipificados hoy como afrocolombianos.
En diversas ocasiones como la anterior, la imagen y la acción milagrosa de
San Benito ha sido asociada para promover o coadyuvar en procesos de li-
bertad o abolición de la esclavitud. En una de las cofradías que se fundaron
en
su nombre, entre otras actividades, sobresale la de conseguir dinero para
comprar la libertad a los cofrades
78
. En Brasil, durante las luchas revoluciona-
rias abolicionistas, San Benito asumió la tarea de defender no solo a los revo-
lucionarios sino a los Kilombos
79
. En Venezuela también aparece
vinculado a
eventos históricos del pasado regional, local y nacional, referidos a las guerras
del siglo XIX:
La guerra contra los godos, las guerras de Bolívar, la guerra de la
federal. Los de Mucuchíes eran los liberales y los godos los de afuera,
Bolívar estaba al lado de los liberales. Estos al ver que estaban per-
diendo la guerra invocaron a San Benito y este les hizo el milagro
80
.
Además de establecer el origen
y la procedencia de San Benito, los repelone-
ros aún conservan el conocimiento, aunque contradictorio, del supuesto lugar
por donde llegó la imagen por primera vez al pueblo: esta información como
las anteriores casi siempre la obtienen a través de terceros.
78. MORABITO.
Op. cit.
, p. 278.
79. MACIEL, Clevel. Negros no Espirito Santo. Victoria: Departamento Estadual SPDC/UFES, 1994, p.
94. Citado por Morabito
Op. cit.
, p. 263.
80. ROJAS TREJO.
Op. cit.
,
p. 17.
San Benito de las Palomas: Huella Afrodiaspórica e Identitaria en el Caribe Colombiano
49
Mi abuela me contaba que a él lo trajeron por el puerto del caño. Lo
trajeron en canoa del lado de la Peña, lo bajaron en el Cañito y lo tra-
jeron en procesión para acá. Por ahí lo trajeron y lo colocaron por los
lados del Canal. El santo chiquitico. Lo trajeron de allá bajo
81
.
Hasta donde yo escuché, el cura que trajo a San Benito fue el cura
Bravo, en canoa de vuelta de Calamar, lo recibieron en Calamar y lo
trajeron por aquí, por la ciénaga, y ahí la gente lo esperó
82
.
De acuerdo con lo anterior, el relato del origen de Repelón no solo alude al
pueblo sino también al santo, en este sentido podríamos tipificar a este evento
como una etnogénesis de esta población. Además de los elementos propios de
la Hagiografía, son perceptibles en las anteriores versiones del mito fundacio-
nal unos hechos históricos asociados al santo ocurridos en los siglos XIX y
XX: El Sitio de Cartagena y la inundación del pueblo.
En conclusión, y a manera de hipótesis, podemos inferir que la presencia del
culto y la devoción a San Benito en el palenque que llevó su nombre y luego
en el actual Repelón se puede ubicar por lo menos, sino antes, a partir de la
segunda mitad del siglo XVII, centuria que ha sido tipificada como la guerra
de los 100 años
de los cimarrones, por la amplia y sistemática actividad que
tuvieron los procesos de cimarronaje en el Caribe colombiano, muchos de los
cuales desembocaron en la aparición de innumerables palenques, procesos
que tuvieron como epicentro a Cartagena, desde donde se huyeron para apa-
lencarse en diferentes sitios de la provincia cartagenera. Uno de estos sitios,
fue precisamente el sur del actual departamento del Atlántico, lugar donde aún
persiste la devoción y el culto a San Benito que introdujeron los cimarrones
que se escaparon de Cartagena.
81. Mireya Esther Cabarcas. Entrevista. Repelón, 15 de agosto de 2012.
82. Julián Ayola. Entrevista. Repelón, 20 de mayo de 2013.