San Benito de las Palomas: Huella Afrodiaspórica e Identitaria en el Caribe Colombiano
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temente poblaciones como el Real de la Cruz, San Benito y San Etanislao,
finalmente la parroquia de San Benito quedó para siempre bajo las aguas en
1859. En efecto, las fuentes históricas consultadas muestran cómo en este
año San Benito de las Palomas fue destruido por
una gran riada del Canal
del Dique ocasionada por un desmesurado crecimiento de la corriente del río
Magdalena
69
.
El censo de 1851 muestra que San Benito en ese año contaba con 1.644 ha-
bitantes, de los cuales los que alcanzaron a sobrevivir a la catástrofe lograron
refugiarse en el sitio de Repelón donde ya seguramente moraba cierto número
de personas
70
. En torno a los orígenes de Repelón, el padre Revollo en 1909,
después de asegurar que está situado en un terreno plano y cenagoso, que se
fundó después de 1852 y que la mayoría de su población es de raza negra, dice
que a él se agregaron los habitantes
de San Benito de las Palomas, pueblo que
estaba a orillas del caño de su mismo nombre y que fue destruido por una gran
creciente del Dique en el año de 1859
71
.
Parece ser que el desplazamiento de San Benito a Repelón por las causas ya
mencionadas se inició a finales de 1848. En consecuencia Repelón se adhirió a
la totalidad de los habitantes de San Benito que se trasladaron definitivamente
a esta población en 1860.
Como se ha podido observar, el desalojo, abandono
y el traslado a Repelón fue un proceso que duró 12 años. Es decir,
estas dos
poblaciones coexistieron simultáneamente entre 1848 y 1860 en una dinámica
de transformación que significó el ocaso de una y el nacimiento, consolida
-
ción y desarrollo de la otra.
El desplazamiento geográfico ha sido un fenómeno que ha estado ligado
69.
Ibíd.
, p. 80.
70.
Ibíd.
, pp. 80-81.
71. REVOLLO, Andrés María Benito.
Geografía del departamento de Barranquilla
. Bogotá: Imprenta de
la Luz, 1909, p. 56.
Dolcey Romero Jaramillo
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inexorable y transversalmente al decurso histórico de las comunidades afro-
descendientes en general y afrocolombianas en particular. Este marco referen-
cial explica y sustenta la existencia de las diásporas
afrocolombianas en las
cuales se enmarca la ruta y el destino que siguieron algunos esclavizados y es-
clavizadas desde Cartagena hasta el sur del actual departamento del Atlántico.
Desplazamiento que tuvo dos estaciones: de Cartagena hasta el lugar donde
crearon a San Benito, y de aquí hasta Repelón. Antes
y durante estos dos mo-
mentos estuvo presente el Santo Negro: primero en la población que tomó su
nombre y luego en Repelón, lugar en donde reposa hoy el culto y la devoción
a San Benito de las Palomas, al Santo Negro de Palermo. Valga la oportunidad
para señalar que el municipio de Repelón es uno de los tantos centros pobla-
cionales que en nuestro país se asumieron como afrodescendientes.
Si bien es cierto que existe una relación de coincidencia entre los documen-
tos escritos y la memoria colectiva de los repeloneros en torno a las causas
que determinaron el traslado de los sambenitenses hacia Repelón, también
es evidente tal relación en lo que tiene que ver con
la presencia del culto y la
devoción del santo en esta población. Es un lugar común entre los habitantes
consultados, el asegurar que el santo en cuestión, antes de ser el patrono de
Repelón ya lo había sido de San Benito, el pueblo, y que fueron los sambe-
nitenses que al trasladarse por motivos de la inundación los que lo llevaron
consigo. Así lo expresan algunos de ellos:
Do'stlaringiz bilan baham: