Capítulo 73: Otros fenómenos ígneos de los cielos
Séneca, en la obra antes citada493: Ha llegado la hora de tratar el tema de las restantes manifestaciones del fuego, todas muy diferentes: a veces brillan como estrellas, otras se asemejan a un incendio; a veces permanecen en un mismo lugar fijas y otras se dejan llevar. Las hay de muchos tipos:
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Algunas reciben el nombre de vehei494, que son una bolsa de fuego en el cielo, parecidas a una semiesfera y que tienen como una corona que las ciñe por dentro.
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Las efitias495 son una enorme acumulación de fuego con forma redondeada, parecida a un jarrón, que puede tanto desplazarse como arder en un solo lugar.
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También están los cásmata, que se observan cuando una parte del cielo se hunde y al entreabrirse deja ver unas llamas que parecía tener ocultas496.
Tales fenómenos pueden presentar una extraordinaria cantidad de colores: algunos son de un rojo intenso, otros del rojo de una llama, otros incluso de una luz blanca y algunos hasta resplandecen con un tono amarillento. Así, puede parecernos que “largo trecho encanece la estrella tras de sí”497, como si las estrellas cruzasen el cielo de un salto y pareciera que su inmensa velocidad les hace dejar un rastro de fuego: como nuestra vista no es capaz de apreciar su velocidad sino su recorrido, nos parece que es todo de fuego. Así pues, nos da la sensación de que todo su camino contiene fuego, La ilusión óptica que producen los rayos y las estrellas porque la lentitud de nuestra mirada no puede seguir todas las fases de su trayecto, sino que tan solo es capaz de ver al mismo tiempo de dónde salió y adónde ha llegado. Esto también nos pasa con los rayos, pues nos parecen que son una larga llama, ya que tarda muy poco tiempo en cruzar y recorrer toda su caída; sin embargo, los rayos no tienen un cuerpo tan extenso que abarque todo ese camino ni la fuerza necesaria para poder mantener tal longitud y extensión.
¿Y entonces [col278] cómo es que brillan? El fuego, al que el viento empuja, se enciende por la fricción con el aire; sin embargo, no siempre se producen estos fenómenos por acción del viento o de la fricción, sino que a veces se dan en el cielo una serie de circunstancias concretas que lo pueden provocar: por ejemplo, puede suceder que haya una gran cantidad de partículas cálidas, secas y terrestres en las capas altas, donde puede surgir un fuego que, al perseguir a su alimento, se desplaza con rapidez. No cabe duda alguna de que todos estos fenómenos son ígneos, por lo que están en llamas, ni tampoco sobre la sustancia de la que están compuestos; no obstante, sobre los arco iris y los halos no existe esta unanimidad.
498Muchas veces sucede que en medio de una tormenta una especie de estrella parece posarse sobre los mástiles de las velas: cuando Gilipo499 estaba navegando hacia Siracusa, se posó una estrella de este tipo sobre su lanza; en los campamentos romanos, es bien sabido que se pueden ver arder las puntas de las lanzas —donde se posan estos fuegos— y, sin embargo, también se sabe que muchas veces estas estrellas hieren a los animales y los arbustos igual que si fueran un rayo; en cambio, si no tienen tanta fuerza, parece que caen resbalando y no son capaces de herir ni de causar daños. A veces estos fuegos brotan de las nubes; otras, en cambio, aparecen bajo un cielo sereno, siempre y cuando el aire reúna las características adecuadas para poder encenderse: por ejemplo, a veces también truena con cielo despejado, pero por la misma razón que cuando está nublado: choca consigo mismo el aire, que es capaz de conformar —por muy despejado y seco que esté— unas masas de aire muy similares a una nube que, cuando chocan entre sí, suenan.
Capítulo 74: El arco iris y sus colores
Extracto de “La descripción del mundo”: A veces se forman en el cielo una especie de arcos que presentan cuatro colores debido a una combinación de efectos entre las nubes y el Sol: cuando los rayos del Sol penetran dentro de la oquedad de una nube, [parte de ellos] rebotan de nuevo hacia el Sol500. Del cielo extrae [el arco iris] el color rojizo, del agua el violeta, del aire el añil y de la tierra el verde.
San Isidoro, libro 13501: El arco del cielo recibe el nombre de arco por su semejanza a la curva de un arco, pero hablando con propiedad se le llama iris —casi como “aire”502—, porque cruza el aire para llegar hasta la tierra503. Toma su luz del Sol: cuando unas nubes huecas reciben los rayos del Sol por un lado, por el otro estos rayos surgen en forma de arco. Este hecho le da sus diversos colores, porque hay presentes vapor de aire, aire translúcido y oscuras nubes: cada uno de ellos crea un color diferente cuando recibe los rayos del Sol.
Aristóteles, Los fenómenos celestes, 3: La causa del arco iris radica en que un rayo del Sol, cuando choca contra el vapor de las nubes a su paso —al igual que los rayos del Sol cuando brillan en el agua—, rebota en esa pared y reluce. De normal, presenta tres colores con un orden determinado o, como mucho, cuatro: de ellos, el color del centro es más débil que los otros dos y, de hecho, los pintores no suelen tener la capacidad de pintar unos colores parecidos, sobre todo el color del centro. El hecho de que el arco iris tenga color se debe a que el cielo, cuando llueve, se deshace del exceso de fluidos contenido en el aire y por esto tiene un lugar una pequeña rotación antes de que caiga un aguacero. Por tanto, cuando el Sol, desde el extremo opuesto a esta rotación, brilla, su luz reluce en ambas direcciones —como en un espejo— y así reciben unos colores que brillan en ellos a partir del Sol y se produce ese arco multicolor en el cielo.
Plinio, libro 2504: Es evidente que los rayos del Sol, cuando se adentran en la oquedad de una nube, rebotan de nuevo hacia el Sol y se producen una gran gama de colores por la mezcla entre las nubes, el aire y el fuego. Desde luego, no adoptan la forma de arco si el Sol no está directamente opuesto.
Albumasar505: Lo oscuro de su naturaleza le da al arco iris su nombre: iris significa para los griegos “arco del demonio”. El demonio mismo dice que el arco iris se considera angélico, que es un arco de consideración angélica como si el intelecto humano no pudiera alcanzar a entenderlo.
Extracto del libro “La naturaleza del mundo”: El arco iris es como el bordado de una nube cóncava, que es casi como un espejo: al igual que la tierra es esférica, también su vapor lo es. Así pues, si una nube cóncava surgiera justo enfrente al Sol, la franja resultante sería de diversos colores por su unión con partículas negras506.
El arco iris se produce a partir de las nubes y los rayos del Sol, ya que el calor del Sol atraería los vapores húmedos de la tierra y el mar que se acumularían en las nubes, por lo que subirían más alto y se cruzarían con los rayos del Sol. Estos, al iluminar todas las nubes que hay en su camino, producen un arco iris compuesto de diferentes colores: uno azulado, que evidentemente surge del vapor de agua, y otro rojizo, que se crea a partir de los rayos ígneos del Sol. El resto de colores, como el verde o el violeta, se forman según su semejanza a alguno de los dos principales. [col279]
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