Concepto de medio ambiente en la obra de vicente de beauvais

Capítulo 25: Cómo se debe investigar si el agua de una fuente es saludable

Vitruvio, La arquitectura, libro 8⁶⁸¹: Si una fuente no fluye libremente al aire libre, deberemos buscar su manantial bajo tierra: antes de que salga el Sol, la humedad se condensará y parecerá que brota en el lugar donde deberemos buscarla⁶⁸²; allí tendremos que cavar.

Evidentemente, en una tierra arcillosa el caudal de agua es pequeño, débil y superficial, y no tiene mucho sabor; en una tierra arenosa también nos encontramos con un caudal de agua débil pero a mayor profundidad, y con agua fangosa y áspera. En una tierra negra, tan solo encontraremos pequeños brotes y gotas procedentes de las tormentas de invierno, que se asientan en los lugares más densos y espesos y que tienen el mejor sabor. En la gravilla el agua que brota es poca pero de excelente calidad. De similar manera, las fuentes que brotan entre grava más gorda o arena rojiza tienen mayor caudal y buen sabor. En un terreno de piedras rojas, el agua es abundante y buena, siempre que no se cuele por los poros y se escape. Las fuentes más saludables están entre rocas etc. Al pie de las montañas y entre las piedras las fuentes son más copiosas y frías pero en medio de los campos las aguas son saladas, pesadas y tibias y no tendrán buen sabor a no ser que fluyan por debajo tierra desde las montañas y broten en el medio del campo: algunas de ellas, a cubierto por la sombra de los árboles, tienen un sabor muy semejante a las fuentes de montaña.

Experimento para encontrar fuentes Por tanto⁶⁸³, debes excavar un agujero de no menos de cinco pies de ancho donde [col323] colocarás al anochecer un recipiente de bronce —o de plomo— o una vasija. Una vez hayas untado el interior con aceite, lo pones boca abajo y cubres el agujero con cañas u hojas. Al día siguiente, ábrelo y si te encuentras el interior de la vasija húmeda o con gotas, ese lugar tendrá agua.

Otro Paladio, La agricultura, lib 9⁶⁸⁴: De la misma manera, si dejas una vasija de barro seca —pero no cocida— de similar manera y la tapas, al siguiente día, si hay agua, el barro se deshará por la humedad que habrá absorbido. Otro Igualmente, si dejas un candil lleno de aceite, lo cubres de igual manera y te lo encuentras al día siguiente apagado, es señal de que en ese lugar hay agua.

Otro Vitruvio, en la obra antes citada⁶⁸⁵: También es una señal de agua el hecho de que, si dejas un vellón de lana durante la noche [en ese agujero], al día siguiente puedas exprimir agua de él. Otro Asimismo, si encendieras un fuego allí y la tierra, una vez estuviera bien caliente y casi quemada, emana un vapor neblinoso, en ese lugar habrá agua.

Así pues, una vez se hayan hecho todas estas pruebas y hayan resultado positivas, se debe excavar un pozo en ese lugar y, si se encuentra un manantial de agua, hay que excavar muchos más alrededor y que den todos a un solo lugar.

Capítulo 26: En qué lugares hay que buscar las fuentes

⁶⁸⁶Las fuentes hay que buscarlas sobre todo en las montañas y en las regiones al norte, porque allí se encuentran fuentes más abundantes, más saludables y de mejor sabor: allí están alejadas del curso del Sol y hay muchos árboles; además, los propios montes las cubren con su sombra y los rayos del Sol no llegan tan rectos a la tierra y no pueden evaporar el agua. También ayuda el hecho de que los valles entre las montañas recogen muchísima cantidad de agua de lluvia y las nieves se mantienen largo tiempo gracias a la sombra de las propias montañas y de los árboles, dada la abundancia de bosques. Después, se filtran por los conductos bajo tierra y llegan al pie de la montaña, donde brotan a chorros las fuentes.

En cambio, las llanuras no pueden tener fuentes abundantes y, además, cuanta agua tienen no es de buena calidad, porque el fuerte impacto del Sol, sin que ninguna sombra lo pare, abrasa la tierra y la priva de su humedad. Pese a ello, si pudiera brotar algo de agua, evaporaría cuanto hubiera de ligero y tenue —la parte sana del agua— y se quedaría en la fuente lo más pesado, duro y desagradable⁶⁸⁷. [El agua de lluvia es muy buena El agua de lluvia tiene unas cualidades muy saludables⁶⁸⁸]. Son mucho mejores los manantiales que miran hacia el norte o al aquilón, siempre y cuando no broten en una tierra sulfurosa, asfáltica o con alumbre⁶⁸⁹: entonces cambian y el agua, ya sea fría o caliente, aflora en la fuente con mal olor y sabor.

Capítulo 27: Las características del agua de fuente

El filósofo: El agua de fuente en verano está menos fría que la de un pozo, porque se halla más cerca del aire caliente. No obstante, está más fría que el agua de un río y mucho más fría que el agua de lluvia.

Avicena, lib 1: El agua de algunas fuentes es mejor que la de otras: en particular, destacaría el agua de las fuentes que nacen en una tierra libre de toda influencia extraña, cuya agua corre hacia Oriente, por encima del barro y al aire libre.

Dioscórides: Hay que elegir aquella agua de fuente cuyo curso cae hacia el sur o hacia oriente y surge de montañas huecas: es la más parecida al agua de lluvia. En cambio, las que corren hacia occidente o hacia el norte son las peores: producen piedras en la vejiga o en los riñones, dejan estériles a las mujeres y causan torpeza; además, provocan menstruaciones muy dolorosas e impiden, en caso de enfermedad, sudar, defecar o vomitar.

Pruebas sobre la calidad del agua Vitruvio, en la obra antes citada: Así se puede comprobar la calidad del agua de una fuente. Cuando excavamos una nueva fuente, si esparcimos un poco de su agua sobre un recipiente de buen bronce y no deja mancha, el agua será muy buena. También lo será si con esta agua las legumbres enseguida se cuecen en el fuego o si el agua de esta fuente brota limpia y transparente y en la fuente ni crece musgo [col324] o junco alguno ni hay nada que la afee, sino que tiene un aspecto inmaculado.

Plinio, lib. 31⁶⁹⁰: Desde un primer momento, hemos de descartar aquellas fuentes fangosas o las que tengan mal color a ojos del que vaya a beber; también aquellas cuya agua manche un recipiente de bronce, tarde en cocinar las legumbres, dejen tierra al filtrarse o cubran con un denso poso el fondo de un recipiente al evaporarse. Es un defecto tanto que el agua huela como incluso que tenga un sabor, por más que sea agradable o placentero y se asemeje al de la leche: el agua buena tiene que ser lo más parecida posible al aire. Según se dice, en todo el mundo sólo hay una fuente que tiene buen sabor, la de Gabile, en Mesopotamia, y se da la explicación de que está mezclada con vino.

Sin embargo, una buena agua no debe tener sabor ni olor alguno. Hay quienes se empeña en valorar la calidad del agua con una balanza, pero es un esfuerzo vano porque es rarísimo que un agua sea más ligera que otra. Es más seguro contrastar su pureza, porque será mejor aquella agua que se caliente o se enfríe antes. La fuente de los tespios⁶⁹¹ deja embarazadas a las mujeres; de la misma manera, el río Elato en la Arcadia protege los partos y la fuente Lino en Arcadia impide que padezcan abortos. Así son las aguas espadanas⁶⁹² En el territorio de los tungros⁶⁹³ en la Galia hay una famosa fuente burbujeante, que se reconoce por el regusto herrumbroso que deja en la boca. Esta agua limpia el cuerpo, acaba con las fiebres tercianas⁶⁹⁴ y con los problemas de los cálculos. Cuando esta agua se pone a fuego, se enturbia y al final enrojece. Las fuentes Leucogeas, entre Pozzuoli y Nápoles, curan las heridas y los ojos.