Aristóteles, en su libro sobre “Los fenómenos atmosféricos”: El agua salada es más pesada que la dulce, porque esta es más densa y espesa, mientras que la dulce es liviana. Una prueba de esto es el hecho de que, si ponemos en agua salada un vaso de cera con su boca tapada durante una hora y después de sacarlo lo abrimos, nos encontraremos dentro con agua que ha penetrado a través de los poros, dulce de sabor y ligera de peso. Experimento con el huevo Lo mismo sucede si removemos algo de sal en agua dulce hasta que se disuelva en su interior: el huevo que pongamos en esa agua no se sumergirá sino que flotará, porque la sal la ha condensado y la ha convertido en casi fango; por contra, el huevo se hundirá en agua dulce. Se dice que hay en Palestina un lago, muy amargo y salado, donde no viven los peces —evidentemente, porque no queda allí nada liviano que les sirva de alimento630—, y que si un hombre o una bestia —bien atada— se arrojan dentro, flotan por su liviandad y el peso del agua salada: cuando se comparan el uno con respecto al otro —a saber, el peso del agua con respecto a la ligereza del animal, la pesadez del agua con respecto a la pesadez del animal o la ligereza de uno con respecto a la ligereza del otro—, es todavía mayor la densidad y pesadez de aquella agua que el peso del animal631. Y si hundimos en esta agua un paño de tela sucio, en una sola hora saldrá limpio por la fuerza de su salobridad. También pasa que una nave se hunde más en el agua dulce que en la salada, porque esta es más pesada. Asimismo, tenemos una prueba semejante en Gamon (Vedastino lo recoge como Ganen), donde brota agua salada y corre hacia un río cercano de agua dulce, por lo que en aquel no hay peces. Y si se pone un poco de esta agua en un cuenco y se mueve, aparece una sal parecida a la nieve, fina y sutil, cuyo sabor salado es más fuerte que el de la sal gorda, ya que el agua dulce, a causa de su liviandad, se apropia del sabor salado que entra, pero si se echa de más en la comida, la endulza [a causa de su buena naturaleza632]. Es una sal muy blanca.
El mismo, en su libro sobre “Las plantas”: Un huevo, tal y como hemos dicho, se hunde en agua dulce, pero flota en agua salada. Así pues, el agua espesa está por debajo de la no espesa: el agua espesa es propia de lo terrestre, rara vez de lo aéreo; por eso el agua dulce flota sobre todas las aguas y es la más alejada de la tierra: es forzoso que sea de esta naturaleza; en cambio, el agua salada es más pesada.
El agua es incapaz de subir a no ser que sea dulce y está claro que lo que asciende sobre el agua es agua más liviana. Por tanto, a medida que el aire la atrae, se va aligerando y asciende más: por esto las fuentes y los ríos nacen en montañas y la flema sube al cerebro. Así también suben los alimentos633 y todas las aguas, pero el agua salada asciende junto con el calor que la vaporizó, como queda demostrada en los baños: cuando el calor conquista el agua salada, las partes de agua se aligeran y ascienden como vapor, mientras que las partes saladas se quedan atrás y siguen al vapor con la humedad natural propia del aire. Cuando se comprimen en el techo uno tras otro los vapores que van subiendo, se acumulan, espesan y se convierten gota a gota en agua dulce. Y de esta manera el vapor será dulce en todos los baños de agua salada.
Capítulo 11: La naturaleza y los efectos del agua de mar
Avicena, en su segundo libro del canon: El agua de mar es aérea y cálida y es beneficiosa para los sabañones que el frío causa en la piel antes de ulcerarse, mata los piojos y disuelve la sangre que pudiera haber congelada bajo la piel. También ayuda con picazones, comezones y eczemas; en forma de vapor, es efectiva contra la epilepsia y la gota. Se puede elaborar con ella una loción para el dolor de vientre agudo; cuando se bebe para soltar el vientre, [col315] luego hay que beber caldo de gallina para aminorar sus efectos. En caso de mordedura de serpiente, un baño en agua de mar ayuda y, de la misma manera, también lo hace contra la mordedura del resto de bichos perjudiciales.
La utilidad del agua de mar Dioscórides634: El agua marina tiene propiedades espesantes, caloríficas y vomitivas, altera el vientre, purga la flema. Si se aplica en una loción caliente, extrae y resuelve las hinchazones. Reduce los callos, hace sudar a todos, calma el reumatismo. Es necesario mezclarla para las cataplasmas; también se añade a nobles medicamentos y se aplica sobre los eczemas. Si se ingiere caliente, contribuye a vomitar; si se aplica como loción, elimina picazones y comezones, limpia los piojos de la cabeza, reduce las hinchazones en las mamas y, si se aplica de forma semejante, es beneficiosa para los cardenales y contra las mordeduras venenosas, socorre contra el frío y rechaza las mordeduras de avispas, escorpiones y serpientes. Si se aplica caliente, ayuda a un cuerpo agotado a rehacerse e incluso es beneficioso añadirla a los baños, porque los baños en agua marina son útiles para los gotosos, cefaláricos635 y sordos, si el agua almacenada no ha recogido bromo. Muchos la hierven y así la utilizan en sus purgaciones.
Galeno: El agua dulce se puede beber y está siempre por naturaleza fría, pero el agua de mar no es así: solamente el agua que no se ha mezclado con ninguna sustancia extraña está fría, por lo que un hombre, si estuviera nadando durante todo el día en agua dulce, aunque no estuviera fría sino tibia como el agua calentada al Sol, acabaría con su cuerpo necesariamente frío; en cambio, en la mar ¿cuántos jóvenes se quedan bañándose día y noche y, sin embargo, no les perjudica?
Capítulo 12: ¿De qué manera pierde el agua de mar su amargor?
San Jerónimo, en su comentario al libro del profeta Amos: Dios convoca a las aguas de mar y no las vierte sobre la tierra hasta que el calor de los cielos no haya purificado estas aguas amargosísimas mientras se hallaban suspendidas en el aire y posteriormente las haya vuelto a convertir en agua, en este caso de lluvia y de dulce sabor.
Guillermo de Conches: Puesto que la tierra está repleta de cavernas, el agua, debido a su ductibilidad, se adentra en su interior bajo la superficie, donde al discurrir por esos canales se filtra y se aligera. Según la naturaleza de la tierra, adquirirá unas características u otras: si cruza tierras arenosas y pedregosas, tendrá sabor dulce; si saladas, será salada; si fangosas, resultará perjudicial y si atraviesa concentraciones de sulfuro, cal o metal, se tornará amarga. Así pues, las aguas tomarán un sabor u otro según los diversos y variables tipos de tierra.
Séneca, en la obra antes citada636: A juicio de algunos, la tierra recupera todas las aguas que expulsa: estas es la razón por la cual los mares no crecen, porque no absorben las aguas que vierten a su territorio sino que incesantemente las devuelven: por caminos ocultos el agua sube hasta la superficie y vuelve [a la mar] a la vista de todos; en secreto cumple su circuito y mientras discurre por él se filtra, ya que al atravesar los múltiples recovecos de la tierra, los golpes le hacen abandonar su amargor. Con una variedad de suelos tan amplia, pierde su mal sabor y se convierte en agua pura.
Extracto de “La descripción del mundo”637: El agua de mar discurre a escondidas por unos conductos638 de la tierra, se deja su amargor en ella, brota dulce en las fuentes y de nuevo fluye hasta la mar. De ahí que se suela decir que la naturaleza del agua es doble: el agua de mar es salada y más densa, mientras que el agua de fuente es dulce y más liviana. De hecho, el agua dulce, incluso mientras vuelve al abismo donde se origina el movimiento, no se mezcla con el agua amarga de la mar, sino que, al ser más ligera, se desliza sobre las aguas más densas y retorna a su oculto camino. Esta es la explicación no sólo de por qué la mar no rebosa a pesar de recibir los aportes de todos los ríos sino que también explica por qué el agua en la cresta de la ola no es tan amarga como aquella que está en el fondo. El abismo recibe ese nombre por su desmesurada profundidad, como si no tuviera fondo, aunque lo tenga, pero muy profundo.
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