No muestres a ningún hombre su belleza, y entre mujeres no te sientes.
42:13 De la ropa hermosa, puede salir la polilla; así también de la mujer hermosa, puede salir el tropiezo.
42:14
Más vale malicia de hombre piadoso, que bondad de mujer malvada: y, la mujer sin castidad,
cubre de vergüenza y oprobio.
La grandeza de Dios en la creación
42:15 Ahora voy a recordar las obras del Señor, voy a relatar lo que he visto:
por las palabras del Señor,
fueron hechas sus obras.
42:16 El sol resplandeciente contempla todas las cosas, y la obra del Señor está llena de su gloria.
42:17 No es posible a los santos del Señor relatar todas sus maravillas, las que el Todopoderoso estableció
firmemente, para que en su gloria el Universo subsistiera.
42:18 Él sondea el abismo, y el corazón del hombre; y penetra en sus secretos designios, porque Adonai
Yah conoce todo saber;
Elohim_fija_sus_ojos_en_las_señales_de_los_tiempos,_escritas_ya_en_los_cielos'>Elohim fija sus ojos en las señales de los tiempos, escritas ya en los cielos
.
42:19 El Shaddai anuncia el pasado y el futuro, y revela las huellas de las cosas ocultas:
42:20
ningún pensamiento se le escapa, ninguna palabra se le oculta
.
42:21
Elohim
dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría, porque
existe desde siempre y
para siempre;
nada ha sido añadido, nada ha sido quitado,
El Señor Yah no tuvo necesidad de ningún
consejero.
42:22 ¡Qué deseables son todas sus obras! ¡Y lo que vemos es apenas una chispa!
42:23 Todo tiene vida, y permanece para siempre; y todo obedece a un fin determinado.
42:24
Todas las cosas hizo en pareja, todas distintas, una frente a la otra, y nada hizo superfluo
:
42:25 pues una cosa asegura el bien de la otra. ¿Quién se saciará de ver su gloria?
CAPÍTULO 43
El sol
43:1 Orgullo del cielo es la limpidez del firmamento, y la bóveda celeste es un magnífico espectáculo.
43:2
El sol
, cuando aparece,
proclama
a su salida,
qué admirable es la obra del Altísimo.
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43:3 Al mediodía, reseca la tierra, ¿y quién puede resistir su ardor?
43:4 Se atiza el horno para la forja, pero tres veces más abrasa el sol las montañas; él exhala los vapores
ardientes, y con el brillo de sus rayos enceguece los ojos.
43:5 ¡Qué grande es el Señor que lo ha creado! A una orden suya, él emprende su rápida carrera.
La luna
43:6 También
la luna
, siempre en el momento preciso, marca las épocas y señala los tiempos.
43:7
Su curso determina las fiestas
: es un astro que decrece después de su plenilunio.
43:8 De ella recibe su nombre el mes; ella crece admirablemente en sus ciclos, es la insignia de los
ejércitos acampados en las alturas, que brilla en el firmamento del cielo.
Las estrellas
43:9 La gloria de los astros es la hermosura del cielo, un adorno luminoso en las alturas del Señor:
43:10 por la palabra del Santo, se mantienen en orden, y no abandonan sus puestos de guardia.
El arco iris
43:11 Mira el arco iris y bendice al que lo hizo: ¡qué magnífico esplendor!
43:12 Él traza en el cielo una aureola de gloria; lo han tendido las manos del Altísimo.
Maravillas de la naturaleza
43:13 A una orden suya cae la nieve, y él lanza los rayos que ejecutan sus decretos;
43:14 es así como se abren las reservas, y las nubes vuelan como pájaros.
43:15 Con su gran poder, condensa las nubes, que se pulverizan en granizo.
43:16a A su vista, se conmueven las montañas,
43:17a el fragor de su trueno, sacude la tierra;
43:16b por su voluntad sopla el viento sur,
43:17b el huracán del norte, y los ciclones.
43:18 Como bandada de pájaros, él esparce la nieve y, al bajar, ella se posa como la langosta; el resplandor
de su blancura deslumbra los ojos y el espíritu se embelesa al verla caer.
43:19 Como sal sobre la tierra, él derrama la escarcha y, al congelarse, ella se convierte en espinas
punzantes.
43:20 Sopla el viento frío del norte, y el hielo se congela sobre el agua,
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se posa sobre toda masa de agua y la reviste como de una coraza,
43:21 Otro viento devora las montañas, abrasa el desierto, y consume la hierba como un fuego.
43:22 Una niebla repentina pone remedio a todo eso, y el rocío refresca después del viento abrasador.
43:23 Conforme a su designio, Él dominó el Abismo, y allí plantó las islas.
43:24 Los que navegan por el mar cuentan sus peligros, y sus relatos nos parecen increíbles:
43:25 allí hay cosas extrañas y maravillosas, animales de todas clases, y monstruos marinos.
43:26 Gracias a Él, su mensajero llega a buen puerto, y por su palabra se ordenan todas las cosas.
43:27 Podríamos decir mucho mas, y nunca acabaríamos; el broche de mis palabras es este:
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