¿Por qué me
llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios
”»- Mateo 19:17, Biblia Reina Valera 1960). Y los
Escritos cristianos confirman esta misma verdad, cuando muestran que Jesús tuvo que “aprender obediencia”
[hacia su Padre celestial]; como esta escrito: “Y aunque era Hijo,
por lo que padeció, aprendió la
obediencia
”- Hebreos 5:8. Y esta casi demás decir que, la única razón para que ningún hombre necesite
“aprender obediencia”, es su previa desobediencia.
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Seguir un credo [o religión] que niega el gratuito perdón Divino, es seguir una vanidad ilusoria
“Pecado” no es otra cosa sino el sentido de separación que experimenta el hombre cuando se rebela contra lo
ordenado por su Creador (no robes, no mates, no mientas, no deshonres a tus padres, no explotes a los débiles
e inocentes, no codicies lo ajeno, etc).
Pero, como el Creador es un Padre compasivo (“Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece
Dios de los que le temen”- Salmo 103:13), pues siempre está dispuesto a ofrecer su gratuita misericordia a
todo aquel que la pide con un corazón contrito y humillado (“Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”- Salmo 51:17;
“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”-
Proverbios 28:13; “Quizá oiga la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de
su mal camino, y yo perdonaré su maldad y su pecado”- Jeremías 36:3).
Así las cosas, cuando algún credo niega la gratuita misericordia Divina, reclamando en cambio que no hay
perdón para el hombre que no cree primero en tal o cual persona [Moisés, Jesús, Pablo, Muhammad, Elena
G. De White, etc]; en tal o cual libro [el Talmud, el Nuevo Testamento, el Qur’an, el Libro de Mormón, etc];
o en tal o cual religión [Judaísmo, Samaritanismo, Cristianismo, Islam, Adventismo, etc], sabemos entonces
que tal credo (o religión) sigue la vanidad; pues se cumple en el la Escritura que dice:
“Los que siguen vanidades ilusorias, Su Misericordia abandonan [es decir, renuncian al perdón gratuito que
ofrece Dios a todo hombre]”- Jonás 2:8.
Pero la Escritura promete que llegara el día cuando quienes siguen estas vanidades, comprenderán finalmente
lo extraviado de su proceder [siendo así libertados de su error]. Como esta escrito: «Oh הוהי , fortaleza mía y
fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones [gentiles] desde los extremos de
la Tierra, y dirán: “Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos provecho”»-
Jeremías 16:19
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“Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la
mentira?”- Salmo 4:2
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