presentándoles como el mas grande poder de Dios. Como está escrito: “Pues ya que en la sabiduría de Dios,
EL MUNDO NO CONOCIÓ A DIOS MEDIANTE LA SABIDURÍA, AGRADÓ A DIOS SALVAR A LOS
CREYENTES POR LA LOCURA DE LA PREDICACIÓN” (1 Corintios 1:21). Y en otro lado: “Porque LA
PALABRA DE LA CRUZ ES LOCURA a los que se pierden; PERO A los que se salvan, esto es, a
NOSOTROS, ES PODER DE DIOS” (1 Corintios 1:18).
Tristemente, el Cristianismo fue tan exitoso en engrandecer la insensatez y la credulidad, que [como dice un
refrán] “se le fue la mano”.
Es decir, al final tuvo que intentar “deshacer” aquella ingenuidad en la cual se
habia excedido.
Y ese fue el motivo para que encontremos al apóstol Pablo (paz sea con él), reprendiendo a los creyentes de
la iglesia de Corinto a causa de su inmaduro y fantasioso modo de pensar. Como esta escrito: «Hermanos,
NO SEÁIS NIÑOS EN EL MODO DE PENSAR, SINO SED niños en la malicia, pero MADUROS EN EL
MODO DE PENSAR» (1 Corintios 14:20).
¿Cual es el problema con todo esto? Pues que, al igual que sucede con toda extraviada doctrina [o ideología],
su finalidad no es otra sino el que actuemos como lo haría Ha Satán (el “Opositor”)--
poniendo nuestro vano
y fantasioso capricho por encima de la claramente expresada expresa voluntad del Dios de Abraham.
Es decir, la infantil credulidad promovida por el Cristianismo, conduce al cristiano a asumir [ingenuamente]
posturas que en el fondo no son sino abierta rebeldía contra lo públicamente ordenado por Dios a Moisés.
Por ejemplo,
(1) Si הוהי dice que hay un solo Dios (Deut. 6:4), el Cristiano se opone a ello, y lo contradice diciendo (1
Juan 5:7) que Dios no es Uno, sino Tres [Padre, Hijo, y Espíritu Santo];
(2) Si הוהי dice que no desea que adoremos imágenes de nada de lo que está en los cielos (Deut. 5:8-9), el
Cristiano lo contradice, diciendo (Colosenses 1:15) que Dios en efecto desea que adoremos una imagen
celestial [a Jesús, quien es “la imagen” del Dios invisible];
(3) Si הוהי dice que debemos observar (descansar) el Día Sábado (Deut. 5:12-15),
el Cristiano lo rebate
diciendo que, la importancia del Sábado, pertenece ahora al Domingo (Hechos 20:7, y Marcos 16:9);
(4) Si הוהי ordena que amemos a nuestros padres (Deut. 5:16), viene el Cristianismo y cita a Jesus diciendo
lo contrario: “Si alguno viene a mi, y no aborrece a su padre y madre…. no puede ser mi discípulo” (Lucas
14:26);
(5) Si הוהי dice que no debemos robar [es decir, no podemos prohibir que los pobres, y los que no tiene con
qué alimentarse coman de las esquinas de nuestros cultivos, según Levítico 23:22],
viene el Cristiano y lo
contradice diciendo “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:10);
(6) Si הוהי dice que no podemos comer cerdo, ratones, ni lagartos (Deut. 14:8, y Lev. 11:29-30), viene el
Cristiano y lo contradice, citando el verso que dice: “De todo lo que se vende en la carnicería, comed…” (1
Corintios 10:25);
(7) Si הוהי dice que nunca debemos apartarnos de la Ley (Josué 1:8), el Cristiano lo contradice citando el
pasaje que dice: “La Ley y los profetas eran hasta Juan” (Lucas 16:16);
(8) Si הוהי dice que los hijos no han de morir por el pecado de sus padres (Deut. 24:16), el cristiano le
desmiente, alegando que, si morimos, es precisamente debido al pecado de nuestros padres Adán y Eva (1
Corintios 15:21-22, y Romanos 5:12-19);
(9)
Si Dios dice que, si le amamos y guardamos sus mandamientos, Él tendrá misericordia de nosotros (Deut.
5:10), el cristiano viene y le contradice, alegando que nadie puede obtener la misericordia Divina (la
salvación) por medio de la obediencia a los mandamientos (Gálatas 2:6, Efesios 2:9, y Gálatas 2:21).
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