JUAN EL REVELADOR
El apóstol Juan es también merecedor de especial mención en esta obra, él es el apóstol de quien se dice, como a uno que Jesús amaba, y sin duda alguna lo fue, semejante a Pablo fue un VASO escogido para llevar una misión especial.
Juan fue sentenciado a muerte, y su suerte parece que tenía que ser como la de los otros apóstoles que tenían que sufrir una muerte de mártires. Intentaron matarlo, y habiendo sido echado en una caldera de aceite hirviendo, Dios lo guardó, aunque el aceite fue siempre fatal para sus víctimas.
Sus pretendidos verdugos trataron de llevar a la letra el cumplimiento de la orden; pero a su asombro y sorpresa, él se levantó del aceite hirviendo, orando a Dios y sin haber recibido en su cuerpo ninguna quemadura. Hubo tal temor entre los muchos que vieron este milagro, que centenares de conversiones se hicieron a la fe que ellos en vano trataron de destruir. Temiendo entonces el quitar la vida al apóstol fue desterrado a la isla de Pathmos, a una distancia aproximada de 75 millas al nordeste de la del mar mediterráneo. Fue aquí en donde el ángel de Dios visitó al apóstol y le dio el último libro del Nuevo Testamento: Apocalipsis, cap. 1:1-9.
El último de los apóstoles en desaparecer fue Juan. Su muerte es señalada poco más o menos en el año 100 D.C. en sus últimos días él cooperó en la colección y formación de aquellos escritos que llamamos el Nuevo Testamento, Dr. Adam Clarke, comentario en New Testament, (Nuevo Testamento) Vol 11, pag. 544.
Mientras Juan vivió, estos heréticos (LOS DOCETALES O GNOSTICOS Y LOS EBIONISTAS) fueron muy desaprobados; de aquellos que abrazaron su sentimiento, fueron siempre considerados como perfectamente distintos a la iglesia cristiana, indudablemente que ellos así mismos se llamaron cristianos, y no fueron sino unos heréticos, por razones obvias, y por esas mismas razones, todos aquellos que discrepen a los principios de la iglesia, no tendrán el derecho de tal apelación, pág. 57, 58, Towsend´s Abridgement of Milner´s Church History ed. 1816.
Mientras Juan vivió la herejía, no pudo lograr un serio avance. Como sea, él pasó difícilmente aquel tiempo, antes que maestros perversos infestaran a la Iglesia cristiana, esos años fueron el tiempo en el cual el Nuevo Testamento vio libros corruptos en abundancia.
Eusebio es testigo de este hecho. Él también relata que en los manuscritos corruptos, prevalecieron y que de acuerdo con sus copias fueron desahuciados; y que aquellos que estuvieron corrompiendo las Escrituras demandaban estar correctamente. Eusebius, Eccl. Hist. Bk. 111, Cap. 24, Wiljinsen´s Our Authorized Bible Vindicated V. 15 pag.
En despecho de esos esfuerzos por profanar la Palabra de Dios y traer confusión el Señor fue capaz para cuidar de aquellos sagrados escritos, y Él maravillosamente dirigió, cuando ciertos manuscritos fueron escogidos para llegar a ser parte del Nuevo Testamento.
LA TEMPRANA IGLESIA PROTESTANTE
Los varios nombres falsamente atribuidos; el verdadero nombre su doctrina y práctica serán ahora considerados. Ya hemos considerado y demostrado que el nombre del Nuevo Testamento par la Iglesia verdadera organizada por Jesucristo, fue el de Iglesia de Dios y como nos lo permiten los escritos del Nuevo Testamento, y lanzarnos fuera para introducirnos en la historia secular, lo cual debemos hacer como el Nuevo Testamento, su relato nos lleva cerca del año 96 D.C. encontramos el mismo nombre traído a la vista, bajo y a través de la era evangélica. Este pueblo como sea, siempre ha sido llamado por sus enemigos por otros nombres. El nombre de “Nazarenos” aplicados a ellos por el mundo, durante el primer período que siguió a los días de los apóstoles, consideraremos primero.
Antes que Jesús ascendiera al cielo, Él dio advertencia a sus seguidores de la gran destrucción decretada sobre Jerusalem y al pueblo Judío allí. Él dijo a aquellos que vivieran en Jerusalem (Judea) que huyeran a las montañas. En consecuencia cuando ellos vieron a Jerusalem cercada de ejércitos, la Iglesia huyó hacia una aldea llamada Pella. La siguiente breve descripción de lo acontecido nos dará una idea de esa huída y escape: “Bajo el reino de Vespasiano, Roma declaró guerra contra los judíos por razón a sus continuas revueltas, el general TITO sitió la ciudad de Jerusalem en el año 70 D.C. Se dice que un millón 100 mil perecieron en este sitio, pero la Iglesia que estaba allí, escapó a los horrores del sitio al seguir las instrucciones de Cristo que nos registra Mateo 24, y huyeron a las montañas más allá del Jordán.
Este refugio oportuno lo tuvieron en la aldea de “Pella” Historia de Hugo Smith.
En la caída de Jerusalem, sí perecieron algunos cristianos israelitas, fueron muy pocos, por la indicación profética de Cristo, así fueron advertidos y escapados de la ciudad condenada, encontrando refugio en PELLA, en el valle del Jordán, Pag. 41-42 Hurlburt´s Store of the Christian Church.
De los primitivos cristianos apostólicos, Hurburt dice: “Todos los miembros de la Iglesia fueron judíos, y tan lejos como podamos percibirlo, ninguno de esos miembros o más bien de la compañía apostólica, al principio ni soñado que los gentiles pudieran ser admitidos como miembros. Los judíos de esa época, fueron de tres clases, y de ellas las tres estuvieron representadas en la Iglesia de Jerusalem, Hebreos, Judíos, Griegos o Helenitas, y Prosélitos”. Pág. 21, 22 Idem.
El primer nombre secular dado a la Iglesia por el mundo exterior fue el de NAZARENOS. Una secta de judíos cristianos existiendo en tiempos de Epiphanius (año 370 D.C.) en Coele Siria, Decápolis (Pella) y Basanitis (Cocabe). De acuerdo con esta autoridad ellos datan su estancia y asiento en Pella desde el tiempo de la huida de los judíos cristianos de Jerusalem, inmediatamente antes del sitio en el año 70 D.C. Se caracterizan, ni más ni menos que en judíos puros y simples, pero agregando a su conocimiento el Nuevo Pacto, tanto como el Antiguo y creyendo en la resurrección, y en el único Dios y en su Hijo Jesucristo. Él no puede decir si su mira cristológica fuera idéntica con aquellos de los Corintios y su escuela o si eran diferentes en todo según el conocimiento de él.
Pero Jerónimo (Ep. 79 a Agustín) dice que ellos creían en Cristo el hijo de Dios, nacido de la virgen María, quien sufrió bajo Poncio Pilato y se volvió a levantar, pero agrega esto, deseando ser ambos judíos y cristianos, ellos no son ni lo uno ni lo otro, ellos usan el texto arameo del evangelio, de acuerdo con Mateo, lo que llaman el Evangelio de los Hebreos, pero a ratos, adhiriéndose a las normas mosaicas, como la observancia de sábados, alimentos, y el gusto, aunque no refutan la apostolicidad de Pablo o los derechos de los cristianos gentiles (Jerónimo, comentario en Isaías 9:1) The enciclopedia Británica Eleventh Edition, Vol 19.
De la susodicha citación podemos aprender que la Iglesia durante los primeros cuatro siglos usó el texto arameo de las Escrituras. Y también que fueron conocidos en el mundo como NAZARENOS (Hechos 24:5). El nombre originado de Nazareth, la ciudad de crianza de nuestro Señor. Como Jesús fue levantado en su naturaleza humana en y al Redentor de la ciudad de Nazareth, leemos en Mateo 2:23 “Y vino y habitó en la ciudad de Nazareth, porque debía cumplirse lo que fue dicho por los profetas que Él sería llamado Nazareno”.
Nada extraño tiene entonces que a la primitiva Iglesia se le llamara Nazarenos, tal como los profetas dijeran del Señor largo tiempo atrás de su nacimiento, distinción de nacionalidad. El pueblo de Nazareth hablaba lengua aramea, en consecuencia esta fue la lengua nativa de nuestro Salvador, por esto le encontramos en el evento de su muerte que Él lloró: Elí, Elí, lama Sabachthani”, palabras dichas en el antiguo lenguaje de Nazareth, o sea el arameo. El nombre Nazarenos es por lo tanto un gentilicio, tal como: americano, etiope, ruso, etc...
Como sea, en ningún momento la Iglesia adoptó ese nombre, nunca se le llamó de otra manera sino como “LA IGLESIA DE DIOS” doce veces como se haya en los escritos del Nuevo Testamento.
En los registros antiguos de los primeros escritores, cuando estos enviaban carta, de y para las Iglesias, ellos ponían esta dirección así: “A la Iglesia de Dios en Esmirna, la Iglesia de Dios en Filadelfia, etc..., en el siglo segundo, Ignacio escribió a los Esmirnarenses de esta manera: “A las Iglesias de Dios en Smirna” y en página en la epístola a los Filadelfos, él escribe: “A la Iglesia de Dios, la cual está en Filadelfia”. Ante-Nicean Fathers, Vol. I.
Eusebios, quien escribió de la Iglesia del primer siglo, habla de la Iglesia observando la Cena del Señor al mismo tiempo en que los judíos guardan la PASCUA, es decir, el día 14 del primer mes Abib. Al principio hubo dos ancianos y obispos señalados para cada ciudad, de la manera que Pablo instruyó a Tito. (Tito 1:5) pero al ir finalizando el segundo siglo, esta práctica empezó a dejarse y a dar nombramiento a un solo obispo en vez de dos.
Y estos obispos fueron nombrados no solamente para una ciudad, sino también para una comunidad o distrito, mientras que una orden inferior de Ministros llamados Diáconos, fueron señalados para presidir los asuntos locales. “La primera Iglesia local establecida en Jerusalem por la autoridad apostólica, vino a ser en doctrina y práctica un modelo en gran parte aquellas fundadas en el primer siglo. Los primeros quince obispos de Jerusalem todos fueron judíos exceptuando uno (posiblemente) Marcos y las congregaciones sobre las cuales presidían unían las enseñanzas de Moisés con las doctrinas de Cristo”. History of the Christian Church, by Hugo Smith, pag. 50, 51 a presbiterian work.
Hugo Smith dice más adelante, en su historia de esos adherentes cristianos a la FE así enseñados por los primeros quince obispos de Jerusalem. Estos cristianos judaizantes, fueron primeramente conocidos por el mundo exterior como Nazarenos. Vuelve a hablar sobre este asunto en la página 69 como sigue: “Todos los cristianos acordaron en celebrar el séptimo día de la semana en conformidad a los judíos convertidos”.
“Todo el tiempo en que los cristianos se supuso eran judíos, no fueron molestados, simplemente sufrieron la opresión que los romanos ejercían sobre los judíos, pero en un proceso de tiempo los cristianos fueron odiados por otras razones. A ellos se acercaron de la clase más humilde, los mercaderes, los libertos y los esclavos, siendo devotos a su religión, refutando al compromiso de inmiscuirse en las prácticas usualmente comprometidas por los romanos. Desaprobaron las diversiones romanas; las presentaciones de los gladiadores, las competencias y eventos en el circo, los juegos, las danzas, y los teatros. Por esta causa fueron refutados de insociales y enemigos de la humanidad.
Sus iglesias fueron vistas como sociedades secretas, las cuales eran contrarias a la ley, fueron aborrecidas y frecuentemente sujetas en forma violenta. Myers General History.
Moshcim, en su historia de la Iglesia en el primer siglo, habla de una secta de adoradores cristianos quienes fueron empobrecidos por la destrucción de Jerusalem, y quienes guardaban todos los mandamientos dados por el Gran Legislador.
EL NOMBRE REAL BÍBLICO
Mientras el nombre dado a este pueblo por el mundo durante este período fue de NAZARENOS, ellos entre sí, fueron conocidos con el nombre de la Biblia: “La iglesia de Dios” el siguiente bosquejo tomado de antiguos trabajos, confirman este hecho. Respecto a la muerte de POLYCARPO, quien fue un asociado con Juan el Revelador, la Iglesia de Amirna se dirigió a la Iglesia den Philomeliun de este modo: “La Iglesia de Dios, la cual habita en Smirna, a la Iglesia de Dios habitando en Philomenium, misericordia, paz y amor de Dios el Padre y Nuestro Señor Jesucristo os sea multiplicado”. Vol 1 Ante-Nicean Fathers.
EL DÍA DE DESCANSO
En la historia de los primeros siglos por Eucebius, él habla de judíos cristianos quienes observaban el SÁBADO, dice también que Policarpo, bautizado por Juan, sostuvo a la PASCUA como una institución, peculiarmente conducida por el mismo Juan.
El obispo White, al hablar de los guardadores del Sábado y su observancia como opuesta a la práctica de la Iglesia herética, dice: Esta práctica fue condenada en los Nazarenos y los Corintios. En antiguo Sínodo de Laodicea decretó en contra de eso, año 331 D.C. (Cap. 29). También Gregorio el Grande afirmaba que esto era judaizante. En los días de San Bernardo, esto fue condenado. Este mismo asunto revivió en los días de Lutero, por CARLSDAT, STERNBERG y algunos sectarios entre los Anabptistas, (rebautizadores) Historia por Lewis, P. 8.
Tan largo como la Iglesia fue principalmente judía, el sábado Hebreo fue celosamente guardado, pero como esta vino a ser crecientemente gentil, el primer día (domingo) gradualmente tomó el lugar del séptimo día” Hurlburt´s Store of the Christian Church, pg. 45.
Que la observancia del sábado no fuera confinada, exclusivamente a los judíos convertidos, el instruído GIESELER explícitamente lo testifica: “Mientras que los judíos cristianos de Palestina retenían entre la ley de Moisés, y en consecuencia las festividades judías, los cristianos gentiles observaban también el sábado y la Pascua (1ª. Corintios 5:6-8) con relación a las últimas escenas de la vida de Jesús, pero sin las supersticiones judías”. Eccl. Vol. 1 Cap. 2 Sec. 30.
“Mientras los cristianos de Palestina, quienes guardaban la Ley de Moisés por completo, celebrando el curso de todas las festividades judías, los paganos convertidos guardaban solamente el sábado y en conmemoración de las últimas escenas de la vida de Nuestro Señor, la Pascua, aunque sin las supersticiones judías”. Church Hist. Apostolic Age to A.D. 70, sec. 29; Lewis Hist. X & S, page 135.
El primer siglo se cerró con la muerte de Juan el Revelador, que se ha dicho haber ocurrido en el año 100 D.C. como un resumen del trabajo efectuado por la Iglesia en este siglo, citaremos lo siguiente de TOWSEND´S ABRIDGMENT OF MILNER.
En el primer siglo, tuvo lugar una revolución en las mentes y en las maneras humanas, la más sorprendente jamás vista en ninguna era la que afectó la unidad opositora de todos los poderes en el mundo de entonces, y esto también, no en países rudos e incivilizados, pero aún en los más civilizados, humanizados y más instruidos, en las más partes cultas del globo; dentro del mismo imperio de Roma, no quedando exceptuada ninguna de estas partes de sus efectos. Este imperio durante el primer siglo, parece haber sido el propio límite de conquistas cristianas.
¿Y qué fue el cambio?. Este fue del mal al bien. Los principios morales y religiosos de ambos judíos y gentiles fueron, antes de su conversión, malos groseramente. Las idolatrías, abominaciones y ferocidad del mundo gentil, jamás debieron ser permitidos, ni aún de haber sido menos como lo fueron descritos en el primer capítulo a los Romanos. Los escritos de Horacio y Juvenal prueban que el cuadro pintado por el apóstol no es exagerado. También la perversidad extrema de los judíos no puede ser negada.
“En esta revolución, hay millares de hombres, vueltos del pecado a la santidad, muchos en un espacio muy corto de tiempo, reformados en entendimiento, en inclinación, en afecto, conociendo, amando y confiado en Dios, de un estado de mera satisfacción, convertidos a una pureza filantrópica, viviendo sólo para agradar a Dios y para ejercitar la bondad juntos el uno con el otro”. Pgs. 58, 59 TOWSEND´S Abridgments, Ed. 1916.
HISTORIA DE LOS MÁRTIRES CRISTIANOS
A LA PRIMERA PERSECUCIÓN GENERAL BAJO NERÓN
Cristo nuestro Salvador en el Evangelio de Mateo, oyendo la confesión de Pedro, quien antes que los otros, reconoció abiertamente que Él era el Hijo de Dios, percibiendo en esto la mano secreta del Padre, llamó a esa confesión (que de Él hizo) UNA ROCA, sobre la cual Roca ese edificaría su amada Iglesia, tan fuerte que las compuertas del infierno no prevalecerían contra ella.
En estas palabras, tres cosas deben ser notorias: primera: que Cristo tendría una Iglesia en el mundo, segundo: que esta misma Iglesia sería poderosamente impugnada, no solamente por el mundo, sino también por el más grande y extraño poder del abismo, y tercero: que la misma Iglesia no obstante el poder del diablo y todas sus malicias, continuaría.
Esta profecía de Cristo, la vemos maravillosamente ser cumplida de manera que el curso íntegro de la Iglesia hasta este día podemos ver, nada más que el cumplimiento de esta profecía. Que Cristo ha establecido una Iglesia, no necesita declaración. Segundo: que fuerzas de príncipes, reyes, monarcas, gobernadores y regímenes de este mundo con sus sujeciones públicas o privadas, con toda su fuerza y astucia en sí mismo se declararon en contra de la Iglesia, no obstante; Tercero: Dicha Iglesia soportó en forma endurecida todo, ¡Qué tormentas y tempestades tuvieron que pasar sobre ellos!. Es maravilloso contemplarlo; para la más evidente declaración, a lo cual se ha dirigido la presente obra al final. Primero: Que el trabajo poderoso de Dios en su iglesia puede semejar a su gloria; también que la continuidad de procedimientos de la iglesia, de tiempo a tiempo, siendo puesta en marcha con más conocimiento y experiencia puede redundar para el provecho del lector y edificación en la verdadera fe.
Como no es este nuestro negocio, el aumentar sobre la historia de nuestro Salvador, antes o después de su crucifixión, uno a otro solamente encontraremos lo absolutamente necesario, para recordar a nuestros lectores, de la derrota de los judíos a los subsecuente resurrección.
Aunque un apóstol le traicionara y otro le negara ante la sanción de una sirvienta, y otros, el resto, lo abandonaron, con la sola excepción del discípulo que era conocido al Sumo Sacerdote, la historia de su resurrección dio una nueva dirección a todos los corazones de ellos, y después de la misión del Espíritu Santo, impartió nueva confianza a sus mentes. El poder con el cual fueron dotados, los animó para proclamar su nombre, para confusión de las reglas judaicas y el asombro de los prosélitos gentiles.
ESTEBAN
En su orden, Esteban fue el siguiente que sufrió el martirio. Su muerte fue ocasionada por la fidelidad de su manera de predicar, el evangelio a los traidores y matadores de Cristo. A tal grado de locura fueron ellos excitados que llevándole a rastras fuera de la ciudad, le apedrearon hasta darle muerte. Es generalmente aceptado, que Esteban murió durante la pascua que siguió a la crucifixión de Nuestro Señor y a la era de su ascensión en la primavera siguiente.
Después de esto, levantóse una gran persecución contra todo aquel que profesara su creencia en Cristo como el MESÍAS o como un profeta, nos dice inmediatamente Lucas: “Y fue hecha una grande persecución contra la Iglesia, como la que hubo en Jerusalem” y que ellos fueron esparcidos fuera de su territorio, por todas las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles.
Cerca de dos mil cristianos, con Nicanor, uno de los siete diáconos, sufrieron el martirio durante la persecución que siguió a la muerte de Esteban.
SANTIAGO EL GRANDE
El siguiente mártir que encontramos de acuerdo con Lucas, en la historia de los apóstoles (Hechos) fue Santiago el hijo de Zebedeo, el Anciano, hermano de Juan y pariente de nuestro Salvador, por su madre Salomé, quien fue prima de María, madre de nuestro Señor, esto sucedió diez años más tarde de la muerte de Esteban.
Cuando este otro martirio tuvo lugar, no bien pronto que Herodes Agripa fue designado como gobernador de Judea, con el deseo que congraciarse con los judíos; inició una gran persecución en contra de los judíos cristianos, y determinó dar un golpe eficaz, sorprendiendo a sus líderes. El relato suministrado por un eminente escritor primitivo CLEMENS ALEXANDRINUS, no debe pasar desapercibido, que como Santiago fue llevado al lugar del martirio, su acusador fue traído al arrepentimiento por la conducta, intrepidez y extraordinario valor del apóstol y cayó a los pies pidiendo perdón profesándose así mismo cristiano, y resolviendo que Santiago no sufriera solo el martirio, por lo que ambos fueron decapitados en aquella hora.
De este modo se efectuó el primer martirio apostólico. Resuelto y gozosamente recibió aquella capa, la cual él había dicho a nuestro Salvador, estaba resuelto a beber. Timón y Parmenas sufrieron también el martirio por aquel mismo tiempo, el uno en Filipos y el otro en Macedonia. Estos acontecimientos tuvieron lugar por el año 44 D.C.
FELIPE
Fue nacido en Betsaida, en Galilea, y fue llamado por el nombre de discípulo primeramente. Trabajó diligentemente en el ASIA MAYOR, y sufrió el martirio en Heliopolis, en Frygia; fue azotado y llevado a prisión, y después crucificado en el año 54 D.C.
MATEO
Su ocupación fue la de recaudar impuestos, nació en Nazareth. Escribió el Evangelio en Hebreo, el cual fue después traducido al griego por Santiago el Menor. El lugar de su labor fue en PARTHIA Y ETIOPÍA, en este último país sufrió el martirio, siendo traspasado por una alabarda en la ciudad de NADABAH en el año 60 D.C.*
SANTIAGO EL MENOR
Algunos suponen que este haya sido hermano de nuestro Señor por otra esposa anterior que tuviera José, pero esto es una tradición, pues sirve a Roma para corroborar que María no tuvo ningún otro hijo. Fue elegido para supervisar las Iglesias en Jerusalem; y fue el autor de la epístola adscrita a Santiago en el Sagrado Canón. A la edad de 94 años fue golpeado y apedreado por los judíos; y finalmente con una cachiporra batanera le sacaron los sesos.
MATÍAS
De quien menos se sabe de entre los otros discípulos, fue elegido para llenar la vacante que dejara Judas; fue apedreado y luego decapitado en Jerusalem.
ANDRES
Este fue el hermano de Pedro. Predicó el evangelio a muchas naciones asiáticas; pero a su llegada a EDESSA fue tomado y crucificado sobre una cruz; los extremos de dicha cruz se fijaron transversalmente en la tierra. He aquí de donde se deriva el término: La cruz de San Andrés.
MARCOS
Fue nacido de Judíos parientes de la tribu de Leví; se supone haya sido convertido al cristianismo por Pedro a quien le sirvió de amanuense, y bajo cuya inspección escribió el Evangelio en griego. Fue arrestado hasta convertirlo en pedazos por el pueblo de Alejandría, durante la gran solemnidad de su ídolo SERAPIS, terminando su vida bajo aquellas despiadadas manos.
PEDRO
Entre muchos otros santos, Pedro fue condenado a morir, y crucificado, como ya hemos dicho, en Roma, aunque algunos otros y no sin causa dudan de eso. HEGESIPPUS dice que Nerón trató este asunto de poner a PEDRO a muerte, lo cual, cuando el pueblo se apercibió de ello persuadieron con mucha dificultad a Pedro para que huyese de la ciudad.
Pedro a través de aquella oportunidad y al final persuadido, se preparó para retirarse, pero llegando a las puertas, vio a Cristo el Señor que venía a encontrarlo, reverentemente le dijo: “Señor: ¿Hasta dónde vas? A lo que el Señor le respondió: “Vengo otra vez para ser crucificado”. Por esto Pedro apercibiendo sus sufrimientos, vino a entender y determinó regresar a la ciudad. Jerónimo dice que fe crucificado con la cabeza hacia abajo y los pies hacia arriba a propia petición de él, por cuanto él era indigno de ser crucificado en la misma forma en que lo fuera su Maestro y Señor”.
PABLO
Pablo, el apóstol a quien antes fuera llamado SAULO, después de su gran travesía e indecible trabajo en promover el Evangelio de Cristo, también sufrió durante la primera persecución de Nerón. Abdías, declaró, que para su ejecución, Nerón envió a dos de sus escuderos: FEREGA Y PARHEMIUS, para que le llevasen la noticia de esa muerte.
Ellos vinieron a Pablo cuando enseñaba al pueblo, pidiendo orar por ellos para que pudieran creer, y les dijo que muy pronto iban a creer y ser bautizados después de su sepultura. Hecho esto, los soldados vinieron y le llevaron fuera de la ciudad al lugar de la ejecución, en donde después que él hubo orado, fue consumado, dio su nuca a la espada.
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