EL TRABAJO DE UN MARTIR
En “Confesión de Fe” (Confesion of Faith) por Vavasor Powell, 1662, Londres, Inglaterra, él escribe, “Mucho menos entonces pudo persona alguna usurpar esa autoridad sobre la Iglesia y Pueblo de Dios”. P. 40. En la página 87 dice él: Yo tengo consideraciones de los grandes sufrimientos de la Iglesia del Antiguo y el terreno de su consuelo el cual es Cristo. Del capítulo 12 de Revelación, mucho me refriferé al considerar que cuando la Iglesia de Dios fue al desierto, lo fue mediante aquellas alas que Dios proveyó.
Este fiel hermano y escrito murió en prisión a causa de la verdadera fe, y mientras estuvo confinado en la cárcel escribió un libro llamado “The Chirpings of a bird in a cage” (El píar de un pájaro en una jaula”, evidentemente refiriéndose a él mismo, aquel libro lo dirigió a la Iglesia de Dios y a los Santos esparcidos en todo Walles.
Este fiel mártir fue muy altamente estimado entre muchos fieles seguidores del Señor, y que alguien escribió graciosamente un libro de su vida publicado en el año 1672. No aparece el nombre del autor de dicho libro, pero los relatos siguientes dan algunas de las experiencias en el evangelio, que serán interesantes:
Por el año 1647, la isla de Anglesey en el Norte de Walles, no siendo sometido entonces, las fuerzas parlamentarias vinieron después a reducirlos y el jefe de oficiales me hizo llamar para que les predicase a aquella brigada de soldados, y como yo marcho entre ellos hacia el lugar. Entre tanto la noche anterior a aquella noche me había sido revelado en sueños que sería herido y dos de mis dedos cortados (y verdaderamente aquellos dedos eran amputados fuera) lo que de acuerdo al sueño sucedió.
No obstante cuando este ve en peligro extremo entre varios enemigos, quienes cayeron sobre mí, recibí estas otras heridas, no habiendo probabilidad alguna para escapar. Yo escuché una voz, la que percibí y que audiblemente me decía: Yo te he escogido para predicar el evangelio, a lo cual respondí, “Oh, Señor, entonces sácame afuera”, inmediatamente Dios guió mi caballo, aunque mi caballo era semi-salvaje, no bien domado, al ir dirigido hacia atrás fuera de la barricada en donde yo había entrado, y así yo fue en verdad milagrosamente salvado.
Miles de millas Mr. Powell viajó sobre montañas y a través de valles predicando de día, por las noches. El dice: Una vez viniendo de predicar, yo perdí el camino, y estando fuera, fui tan lejos en la noche dentro de una selva, entre lagos, zarzales, y abrojos, viene arriba y abajo hasta quedar completamente cansado, pero mirando hacia arriba y al Señor, pronto fui directamente al camino.
La misma experiencia tuve en otra ocasión, cuando con otro predicador y yo perdimos el camino en una noche muy oscura, y tiramos de un lado a otro atrás y adelante casi sin propósito, perdidos. Al final, haciendo una llamada a mi mente de cómo el Señor ha oído en tiempos pasados en estos casos cuando yo he visto hacia Él. Invocamos al Señor quien inmediatamente nos dirigió fuera hacia el camino, y nos pareció como si estuviera iluminado por la luz del día.
El nombre Iglesia de Dios, como aplicado a los verdaderos seguidores de Cristo, es hallado en la Biblioteca Antiguarian de Rochester, Londres.
En “Dispute of Baptism” (Disputa sobre el bautismo) de John Tombers, páginas 12 y 13, una querella se introduce a cierto pueblo por celebrar la Cena del Señor en la mañana, cuando es sabido esta se celebró durante la tarde. El nombre: Iglesia de Dios es mencionado en esas páginas dos veces refiriéndose al pueblo que sostiene que la Pascua debe ser por la tarde. Biblioteca Pública, Londres.
En “The Confesión of Faith” (La confesión de Fe) de siete iglesias de Londres, primero es publicado en el año 1646 D.C. en el treceavo artículo, página 31 concerniente al mediador de Cristo, establece esto: El oficio de ser mediador de Cristo, esto de ser profeta, sacerdote y rey de la Iglesia de Dios es muy propio de Cristo, por completo y a nadie en parte alguna siguiera de ser transferido. 1ª. Timoteo 2:5; Hebreos 7:14, Hechos 4:12.
En la página 15, en el prefacio a la primera edición ellos mismos usan el término “Las pobres y despreciadas Iglesias de Dios en Londres”. Y en la página 293 también menciona “Las Iglesias de Dios santificadas en Cristo Jesús”.
SUMARIO
De los procedentes hechos históricos, de estos antiguos trabajos, hemos descubierto:
1. Que John Trsk y John James fueron los fundadores de la Iglesia, Mill Yard en Londres de 1616 a 1661.
2. Que en el año 1546 había siete congregaciones en Londres, quienes así mismas se llamaban “Las pobres y despreciadas Iglesias de Dios”.
3. Que los 16 años más tarde (1661) John James el fundador de una de las iglesias guardadoras del sábado en Londres, siendo un mártir murió por la preciosa verdad, mostrando la severidad de la persecución contra este despreciado pueblo de Dios.
4. Que Frances Banefiel escribiendo 16 años más tarde 1677 en el libro del cual es el autor “Shem Acher” habla de la Iglesia de la cual él es pastro, llamándola Iglesia de Dios, y dice entonces había allí otras iglesias guardadoras del sábado en Londres.
5. Que Frances Banefield incluye a la Iglesia de Mill Yard con otras dos Iglesias al mencionar un debate público al que entonces él fue llevado en defensa del sábado, contra los opositores de la verdad.
6. Que al final, tres de estas siete Iglesias de Dios, despreciadas en Londres, en 1646 sobrevivieron a la persecución que costó la vida de John James y otros, y siguió funcionando en el año 1677, también que la Iglesia de Frances Benefield se movió a la Iglesia de Mill Yard para sostener sus servicios en el año 1830.
7. Que Frances Banefiel, es el autor de un libro (1677) en el cual trae a la luz evidencias para demostrar a la Iglesia de Dios de ese día guardando el día sábado es una continuación de la Iglesia de Dios del antiguo testamento, el cual es exactamente lo que ha hecho aquel trabajo; excepto que trae a la Iglesia atrás del año de 1935.
No debe ser visto con extrañesa que la Iglesia de Dios en Londres haya sido reducida de 7 a 3 congregaciones en el año 1646, debido a una severa persecución llevada en contra de los guardadores del sábado en Inglaterra, durante el período, y en América les fue ofrecida una puerta abierta, así mismo lo expresa Juan el Revelador, puerta que se le ofreció a la Iglesia de Dios “La tierra ayudó a la mujer” Apoc. 12:16.
Fue así como llegaron a este país los Peregrinos, los Puritanos, los Cuakeros; los primeros ubicados en Plymouth en 1620, y muchos otros les siguieron. Fue esto, más bien natural que la Iglesia en Inglaterra, quisieron venir hacia América, el único lugar en el mundo en donde se les ofrecía completa libertad religiosa a aquellos perseguidos.
En el siguiente capítulo trazaremos la Iglesia de Dios procedente de Inglaterra y Europa hacia América, así mostraremos que entre los padres peregrinos, quienes arriesgaron sus vidas en el “Mayflower” y se radicaron en Plymouth en 1620, fueron así mismo guardadores del sábado, observando el séptimo día de la semana, quienes bautizaban por inmersión y quienes así mismo se llamaban Iglesia de Dios.
LA TIERRA AYUDÓ A LA MUJER
Ya se ha mencionado que el amado apóstol Juan sostiene a la verdadera iglesia como a una mujer vestida de Sol, la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas, Apoc. 12:1-2.
En Apoc. 19:7, él dice: “Alegrémonos y regocijémonos, porque las bodas del Cordero son venidas y su esposa se ha preparado a sí misma”. El Cordero de que habla aquí, es Jesús (Juan 1:29) y su esposa es la Iglesia. En 2ª. Corintios 11:1-2, leemos “pues que os celo santo, por cuanto os he desposado a un esposo, y a quien puedo presentaros como una casta Vírgen a Cristo”.
Aquí nuevamente vemos a la Iglesia comparada con una mujer, y si recordamos en Mateo 25 Jesús dio una parábola en la cual él ha dicho como el novio viniendo al encuentro de la novia, cuando las bodas tengan lugar, también en Apoc. 17 la Iglesia apóstata es representada por una mujer caída y dice ser madre de las rameras.
También es introducida en el capítulo 12 de Apocalipsis una bestia llamada Dragón, el cual se paró delante de la mujer tratando de destruir a su hijo tan pronto hubiere nacido, esta bestia representa a Roma, pagana y a los niños de Bethlehem de dos años abajo, en el esfuerzo de Herodes por matar a Cristo. (Mateo 2:16).
Una bestia en la profecía bíblica, siempre representa simbólicamente a un reino terrenal, así, que cuando esta hizo guerra a la mujer; la mujer tuvo que huir al desierto, esto tuvo un notable cumplimiento durante el siglo V, como esta obra ha tratado de demostrarlo con claridad, cuando la Iglesia viajó hacia los montañosos distritos de Europa, a causa del gobierno bestial romano, y compelida a permanecer en ese estado de exilio, hasta que el período profético fuera cumplido. Ella tuvo que permanecer en el desierto por 1260 años, Apoc. 12:6, 14.
Así como el pueblo de Israel en Egipto, en su esclavitud fue penosamente trabajo bajo la férula faraónica, así fue la Iglesia en el desierto, oprimida. Viajando de un país a otro bajo el fatídico del Anti-Cristo, ella no encontró un sitio en el cual habitar permanentemente. Pero seguido a este período de persecución bajo la crueldad y despotismo de los Reyes de Roma y de los tiranos eclesiásticos, el Vidente de Patmos declaró en visión un tiempo cuando la tierra ayudaría a la mujer (Apoc. 12:16) el Nuevo Mundo como fue llamado a América, habiendo sido descubierto por Cristóbal Colón al princiío de la Reforma protestante en Europa, y lenta pero seguramente allí estaba siendo preparado un cielo de refugio para las perseguidas Iglesias de Europa, muchos años después del comienzo de la Reforma, cuando la más violenta de la persecuciones en contra de la Iglesia se desató rugientemente en Europa.
Este fue un último y desesperante esfuerzo de la bestia en estos heridos y sangrantes estados, para exprimirlos, asaltándolos, para conquistar sus enemigos, pero todo fue en vano, el suelo de Europa se abonó, siendo empapado con la sangre de los mártires. Los verdaderos siervos de Dios encontraron nuevos enemigos entre aquellos supuestos a ser sus amigos, y en enemistad al período oscuro, la Iglesia encontró refugio atravesando las aguas hacia el lugar de la caida del Sol “Occidente” hacia América pues vinieron los peregrinos. Unicamente confiados en aquel Dios a aquienes ellos servían para protección y ayuda.
Ellos trajeron consigo aquella verdadera fe y para doctrina, conservada en el corazón de sus antepasados, y conducida por ellos en medio de la sangre, teas, y pacientes sufrimientos, desde la tierra de Palestina, a través de Asia y Europa, doquiera la mano Divina les señalara el punto hacia una tierra de seguridad hasta que al final del tiempo profético fue alcanzado en la tierra “ayudó a la mujer” otros peregrinos vinieron, estableciendo la verdad y las Iglesia de Dios, consecuentemente brotaron en esta tierra de libertad que el Señor escogió para hacer habitar su nombre.
LOS SIETE PERÍODOS DE LA IGLESIA
La Iglesia por este tiempo había pasado por cinco períodos, Efeso, Smirna, Pérgamo, Tiatira y Sardis, pero como quedaban dos por delante. En Apoc. 1 encontramos esos siete traídos a la vista; el nombre así como el mensaje a cada uno, que corresponden a los siete períodos de la dispensación evangélica, y un mensaje oportuno de admonición dado a cada Iglesia o época. La palabra Efeso significa Deseable, o sea el primer período entonces. Smirna significa: Muerte. Pérgamo quiere decir En Alto o Exaltada. Tiatira sacrificio de aquella que está muy próximado y querida. Sardis, la que es dejada. Filadelfia y Laodicea quiere decir el Juicio de la Gente.
La historia de los primeros día de la Iglesia en América, comprendida entre los años 1620 al 1789 es cubierto por la última parte del período de Sardis. La palabra Sardis cuyo significado es “La que es dejada, y el mensaje que le es dado: Tienes unos pocos nombres, aún en Sardis que no han ensuciado sus vestiduras y ellos caminarán conmigo en Blando, porque ellos son dignos”. Apoc. 3:14.
Este versículo denota cómo la Iglesia fue reducida a un pequeño remanente a causa de las persecuciones. La Iglesia de Dios vagó de país en país en busca de aquel reino de libertad para su adoración que el corazón humano anhela vehementemente y que al final llegó a un reducido remanente de los esparcidos hacia América.
Estos humildes siervos de Dios se establecieron en pequeñas congregaciones a través de los Estados del Este. Los peregrinos se radicaron en Plymouth Rock a la caída del año 1620. Lo que ha sido mencionado en otras páginas de esta obra, y a la caída del año 1638 los ingleses llegaron a conocer en el litoral a lo largo de Connecticut al Oeste, y en la página 123 de la Historia de los Estados Unidos por Ridpath leemos como sigue de su asiento aquí, se lee así: Aquí algunos hombres de Boston empleados durante el invierno, construyeron cabinas, y fundaron “New Haven, Connecticut”.
Hacia allí, en abril vino una colonia de Puritanos de Inglaterra dirigida por Theophelo Eaton y John Davenport. En el primer sábado después de su arribo se reunieron para adorar debajo de un roble; y Davenport predicó un sermón tocante a “La tentación en el desierto”. Cuan notable es esto que aquel pueblo entendía las profecías de la Iglesia, estando en el desierto hasta 1798 y en el día de descanso tuvieron una conferencia sobre ese tema. El historiador va en su relato: En junio de 1639, los hombres de New Haven sostuvieron una convensión en un granero y adoptaron la Biblia por su constitución. Su gobierno fue llamado a la Casa de la Sabiduría, de la cual Mr. Eaton, Mr. Davenport y otros cinco fueron los siete pilares.
La iglesia de Rhode Island fue fundada en el año 1671 y Ephreta, Pensylvania, en mayor de 1725 con otras numerosas congregaciones a través de los Estados del Este, como previamente se ha dicho en esta obra. Durante los días tempranos de la colonia, las congregaciones desde el principio quedaron aislados por causa de las distancias y por carecer de medios para las travesías y sin caminos entre ellos. Quedando así separados para su servicio de adoración del uno para con el otro, así encontramos compañías en un lugar llamadas “Iglesias de Cristo” en otro lugar “La Iglesia de Dios” mientras que en otros lugares y comunidades se llamaban únicamente “Congregaciones Sabarianas (sabáticas)”. Pero su credo prácticamente fue el mismo.
Estos vieron por los Mandamientos de Dios y la Fe de Dios, observando el verdadero sábado, guardando la Cena del Señor anualmente a los 14 del mes de Nisán (primer mes judíos) con otros contenidos de la fe, en armonía con la verdadera fe hasta hoy día causante al aislamiento de estas compañías, esparcidas, ellos fueron conducidos por diferentes nombres, los cuales evidentemente dan auge a lo establecido escrituralmente relativo al período de Sardis “Yo conozco tus obras que tienes un nombre” Apoc. 3:1.
Como la Iglesia completa el período de Pérgamo, o sea la experiencia en el desierto, el Señor recomienda retener con firmeza Mi Nombre (Apoc. 2:13) y como emergieron del desierto y la puerta abierta les fue colocada delante de ellos en el período que comprende a Filadelfia, el Señor dice: Por cuanto tienes un poco de poder y has guardado Mi Palabra, y no has negado mi nombre (Apoc. 3:7-8) aquello que hemos hallado, como la evidencia es descubierta por doquiera, que durante la permanencia de la Iglesia en el desierto, ella fue conocida por el nombre del Padre “La Iglesia de Dios”.
Ahora entraremos en el período de Filadelfia, cuyo significado es amor fraternal, hemos venido ahora al tiempo cuando la libertad religiosa fue garantizada a todo pueblo sin cuidado de fe, cuando ellos podían adorar a Dios de acuerdo con los dictados de sus propias conciencias. Cuando la Iglesia en América hubo tomado raíces y fue creciendo y floreciendo, cuando la constitución de los Estados Unidos había sido redactada garantizando libertad religiosa, libertad de palabra y de prensa.
La ciudad de Filadelfia, Pensilvania, había sido fundada en donde verdaderos guardadores de los Mandamientos de Dios habían llegado y establecido en donde aquel más distinguido carácter y firmes soportes de la libertad religiosa, Benjamín Flanklin, vivió, y de donde su influencia como un fiel guardador del sábado emanó.
El Señor habla de este período de Filadelfia así: Y el ángel de la Iglesia en Filadelfia escribe: Estas cosas dice Él que es Santo, Él que es verdadero, Él que tiene la llave de David, Él que ha abierto y ningún hombre cierra, y cierra y ningún hombre abre; Yo se tus trabajos: He aquí yo he puesto delante de ti una puerta abierta, y ningún hombre puede cerrarla; por cuanto tienes un poquito de potencia y haz guardado mi Palabra, ni haz negado Mi Nombre. (Apoc. 3:7,8).
Esta puerta abierta de libertad religiosa pronto se esparció a otras naciones, y el Señor ha dicho de este período, que Él colocaría una puerta abierta delante de la Iglesia la cual ningún hombre podría cerrar. Cuan cierto ha sido esto, y cada esfuerzo por hacer desparecer la verdad, y restringir al pueblo de Dios para no darla, todo ha sido en vano.
El período de Filadelfia, evidentemente vino a tener su principio por el año 1789, pues fue entonces cuando la constitución fue redactada y ratificada por once estados, lo que vino a situar aquella puerta abierta delante de la Iglesia, que ningún hombre o asiento de hombre ha podido o ha sido capaz de cerrar. Este fue el único documento oficial en el mundo ratificado por un gobierno nacional, garantizando libertad de culto, libertad de palabra, y libertad de prensa.
El nombre de Benjamín Franklin, un firme guardador del sábado de quien su historia dice: “brilló con un lustre peculiar” fue uno de los más brillantes en este período de reconstrucción. Muchas iglesias guardadoras del sábado puntearon al este. Ellas fueron de un tipo de vigorosos individuos, cuyos ancestros sufrieron la muerte como mártires. Este fiel pueblo se mantuvo de pie por la fe y constancia, la cual para ellos era una preciosa, más que sus propias vidas, la cual muchos de sus padres y madres tuvieron por supremo gozo el entregar sus vidas.
El Señor dice de este tiempo “Tienes un poco de potencia y has guardado mi Palabra, y no has negado mi nombre” este verdadero nombre para su Iglesia, La Iglesia de Dios fue amado y apreciado en muchos corazones juntamente con las mismas verdades conexas que la misma Iglesia ama y enseña hasta hoy.
CAPÍTULO 21
DEL SIGLO DÉCIMO SEPTIMO AL DECIMO OCTAV0 D.C.
INMIGRACIÓN DE EUROPA HACIA AMÉRICA
Ahora consideraremos la Iglesia en Pensilvania especialmente. Después que William Penn hubo recibido la concesión de tierra, incluyendo a todo lo de Pensilvania, él visitó Germania y otros lugares en busca de colonizadores porque de las persecuciones en Europa muchos vieron refugio en el Nuevo Mundo.
Trece familias fueron las primeras en emigrar, arribando en Germantown en octubre de 1683. Otra compañía arribaba procedente de Friesland en 1684. El 24 de junio de 1694, otra larga compañía arribaba bajo la dirección de Kelpius. Veinte familias arribaban en 1719, asentando en Germantown, cerca de Filadelfia, pero hoy una parte de esta última ciudad.
Otros numerosos vinieron y la mayoría de este pueblo fueron guardadores del sábado. Los últimos en venir fueron los Moravos, en 1740, quienes asentaron permanentemente en donde hoy es Betlehem. Así la aldea fue establecida y denominada por celosos y fervorosos guardadores del sábado, conocidos como Moravos por su nacionalidad, pero creyendo en y aceptando el nombre verdadero “Iglesia de Dios”.
LA IGLESIA PROCEDENTE DEL DESIERTO
Las profecías dadas frecuentemente en esta obra de cómo Jesús dijo que la Iglesia tendría que ir al desierto, permaneciendo allí 1260 años, cuando entonces la tierra ayudaría a la mujer o sea a la Iglesia. Ahora venimos a un grupo de fuertes hombres viniendo a este país bajo la sociedad llamada “Sociedad de la mujer en el desierto”.
Estos hombres dejaron Germania durante el verano de 1693, viniendo a Holanda, Londres y a Plymouth, en donde ellos terminaron el invierno, y de donde partieron para radicarse en la actual villa de América el 12 de Abril y llegando a Filadelfia el 23 de junio. Después de haber efectuado un solemne servicio religioso, ellos caminaron de dos en dos, observando la ciudad que escasamente abrazaba unas quinientas casas en donde no había casa consistorial, corte, ni prisión. Se dirigieron a Germantown, y allí encontraron al hermano Jacob Isaac Van Bebber, uno de sus paisanos que antiguamente vivía en las orillas de Holanda.
Randolph dice en su historia, ellos creían “Que el milenio estaba a mano y la mujer mencionada en el desierto (Apoc. 12:14-17) prefiguraba la gran liberación de la Iglesia y ellos vinieron a ser llamados “La mujer en el desierto”. Pág. 950.
El dice más adelante en la página 951, “Este es un hecho, concluyentemente certificado, que tan pronto como en 1699, Kelpius estuvo en comunicación con las Iglesias de Rhode Island y Connecticut”.
Randolph adelante dice del pueblo de Pensilvania, “Cuando el Conde Zinzendorf, el fundador de la Iglesia Moravia en Germania, visitó América en 1741, se quedó asombrado al encontrar que sostenían la doctrina Sabatariana (Sabática) totalmente en el pueblo germano de Pensilvania. Pág. 1036.
Mr. Saches da por segura la filiación cerrada entre los guardadores del sábado, cuerpo conocido como “La orden del desierto” con los hermanos Sabatarianos de la Nueva Inglaterra, y también con los Sabatarianos en Ephreta. En Ephreta ellos establecieron y sostuvieron una escuela clásica para muchachos que fue patrocinada por los Jefes de Familia de Filadelfia y Baltimore. Allí fue enseñado el latín como el medio de correspondencia política. Corless F. Randolph´s History (historia de Corless F. Randolph).
Este fue el privilegio de uno de los autores de esta obra, visitar la Iglesia de Ephreta, Pensilvania, en el año 1928, en donde aprendió mucho de los fundadores de esta Iglesia pionera de los Sabatarianos en ese país. Conrad Beissel, el fundador, fue un asociado del hermano Kelpiis, jefe de los cuarenta hombres que arribaron a Filadelfia en el año 1694. Cuando nosotros visitamos a la Iglesia de Ephreta en 1928, supimos que los líderes allí que sus doctrinas prácticamente eran las mismas de la Iglesia de Dios hoy día, aunque esta Iglesia ha estado aislada de otras Iglesias del mismo credo, por sobre doscientos años, estando allí un número de sus Iglesias germanas Sabatarianas del mismo credo, afiliadas juntamente y del mismo credo, se complacieron al saber de la gran actividad de la Iglesia de Dios en esparcir la verdad a través del mundo, y de muchas otras compañías en el este, así como también en el Oeste, Norte y Sur, esparciendo el mensaje de los últimos días.
Aunque habíamos tenido más o menos conexión con ellos mediante sus lectores de nuestra literatura y nuestros ministros en las visitas a sus iglesias. Es un hecho familiar con la Historia de esos sabatarianos, también como la historia de nuestra nación que cuando el Congreso buscó un hombre competente y experto en lenguajes, escogieron a Peter Millar, pastor de esta Iglesia de Ephreta, para que tradujera la Declaración de la Independencia a siete idiomas. El fue un hombre a quien honró la Universidad de Heidelburg, un miembro de la Sociedad Americana de Filosofía, un amigo personal de Penns y de Benjamín Franklin.
El fue también conocido personal con George Washington e invitólo a Aphreta y a traer a sus soldados quienes sufrían el tiempo frío en aquel memorable invierno en Valley Forge, cuando el destino de los colonistas parecía pendiente de la balanza. Vimos un comentario en Ephreta en donde centenares de soldados del reino, yacían las incripciones en las lápidas de las tumbas, los identificaban con la víctimas de la revolución quienes no sobrevivieron después de llegar allí heridos.
Peter Millar es la figura central de las más narradas historias del tiempo de la revolución, y su nombre es mencionado en muchos de los viejos libros escolares de la Nación. Uno de sus más encarnizados enemigos fue encontrado dormido en su puesto de centinela, la pena de esta falta se pagaba con la vida. El iba a ser ejecutado en un tiempo determinado. Peter Millar viajó toda la noche en busca del Presidente, George Washington con la esperanza de salvar a su enemigo.
Washington, conociendo a Millar, expresó su pensamiento que aquel hombre que estaba condenado a la muerte, era sin duda algún buen amigo de Millar. Entonces Millar le informó que el hombre condenado a muerte era su encarnizado enemigo e incesante denigrante, pero su Mestro le había enseñado a orar por sus enemigos. Grandemente impresionado fue Washington que le tomó por la mano y corriéndole las lágrimas por sus mejillas, le agradeció profundamente aquel ejemplo de indulgencia cristiana y generosidad, garantizándole el rescate.
A la caída del año 1744 Israel Eckerlin, Samuel Eckerlin, Alexander Mack y Peter Millar, concertaron un peregrinaje en la Nueva Inglaterra, con el propósito de visitar las comunidades de los guardadores del sábado de allí y aquellas que se econtraran entre Pensilvania y New Jersey.
Una simple preparación se hizo, como la jornada a pie, una solemne fiesta de amor se hizo en el viernes 21 de septiembre de 1744, ese servicio duró hasta entrada la noche y durante el resto en las horas comprendidas de la media noche hasta terminar esta, se efectuaron oraciones y suplicaciones. En la mañana del sábado los peregrinos fueron presentados en el servicio. Después de finalizar el sábado, principiaron la jornada, siendo acompañados en una corta distancia por muchos hermanos, cuando se encontraron en el claro del camino, caminaron en pos el uno del otro en fila silenciosamente y con cabeza descubierta como era su costumbre.
La primera reunión que sostuvieron fue en Mantmeal en Chester Country, la otra en Coventry, de allí atravesaron el Schuylkill a los establecimientos germanos a lo largo del camino hasta que encontraron Germantown. Hicieron parada con Conrad Matea, hermano Seelig y el hermano Mystics. Después que los hermanos visitaron a la compañía en Pennek continuaron su largo peregrinaje alrededor de Rhode Island, pero se detuvieron en Anwell en donde convertidos a la fe habían sido bautizados unos seis años antes.
Después de haber permanecido allí fueron alrededor algunas noche los peregrinos pasaron las horas ardedor de sus fogatas en el bosque para espantar a las bestias salvajes y así mismo proveerse de calor en aquellas noches que fueron frías y escarchadas. Su intención fue la de llamar a un lugar comúnmente llamado Barnegat. Una compañía de sabatarianos había emigrado aquí procedente de Stonington, Conn y Westerly, Rhode Island, unos pocos años antes, y unos pocos otros que se les habían unido de Pensilvania. Sache dice en su obra, con relación a esta compañía, consistía en quince adultos, no obstante, a su número signaron un pequeño gobierno después de haberse establecido, obligándose así mismos a vivir y a caminar juntos como un pueblo cristiano, aún cuando no tenía Iglesia organizada ni pastor.
Petter Millar les predicó y les amonnestó para que se mantuvieran constantes y se mantuvieran en la fe. De esto dio por resultado que esta Iglesia se organizara y William Davis, el Anciano, aunque tenía la edad de ochenta y un años fue electo pastor. Corliss F. Randolph´s History, pp. 1043-1045 (Historia de Corliss F. Randolph, páginas 1043-1045).
Entre estos primeros colonos de la región hoy conocida como Pensilvania, fueron cristianos conocidos como Quakeros. Este pueblo fue de los Puritanos procedentes de Inglaterra, y entre de ellos también encontramos guardadores del sábado, preservando la verdadera fe. En un libro por el Dr. Samuel Kohn, Jefe Rabino de Budapest, Hungría, de quien previamente hemos hecho mención, él dice: En 1545 encontramos una secta sabatariana entre los Quakeros de Inglaterra. También que dirigentes y predicadores de los Puritanos han transferido el descanso del domingo al sábado. Sabbatarians in Transilvania, pp. 8, 9 (Sabatarianos en Transilvania, páginas 8, 9).
Esta información corresponde con aquella reciente publicación, publicada en un período de California, que Benjamín Franklin. El famoso Quakero de Pensilvania, fue un observador del sábado. El texto citado como aparece en el periódico se lee como sigue: Medicina para los tiempos difíciles de Benjamín Franklin. Haga una declaración completa de todo cuanto usted debe y de todo aquello cuanto usted le deben. Tan pronto como les sea posible, reúna y cancele lo que debe, y vaya y haga sus negocios diligentemente. Sea industrioso, descarte todo orgullo, no pierda el tiempo, no malgaste el tiempo en el ocio, atienda a la Iglesia, asista a reuniones de oración, siempre atienda al pobre digno, siga este curso durante siete años, y si al final de ello no se encuentra en circunstancias favorables, yo pagarés sus deudas.
Deseamos saber cuántos de nuestros lectores están enterados del hecho de que Franklin guardaba el séptimo día de la semana, de conformidad con el Mandamiento escrito por Jehová Dios, en las tablas de piedra, con su propio dedo. Algún día el Pueblo de Dios estará yendo a ver esas tablas de piedra. Shoshoni Independent (Calif) (Shoshoni Independiente (California).
Del epitafio que él mismo compuso para él, podemos entender que al igual que el antiguo Job, Franklin creía en la resurrección. Job dice: Si un hombre muere, ¿volverá él a vivir? Todos los días de mi tiempo señalado esperaré, hasta que mi mutación llegue, tú llamarás y yo te responderé. Y aunque esta mi piel después sea destruida con este mi cuerpo, no obstante en mi carne veré a Dios. Job 14:14; 19:26.
Franklin dice que su epitafio: El cuerpo de Benjamín Franklin impreso (semejante a la cobertura de un antiguo libro) reposa aquí, alimento para los gusanos. Pero la obra no será perdida pues aparecerá (según creía él) una vez más en una nueva y elegante edición, revisada y corregida por su autor. New Standard Enciclopedia (Nueva Enciclopedia Estándar)
Se notará en las pruebas históricas dadas que la Iglesia que fue establecida en Jerusalem, llevó a través del Asia Menor, preservada en las montañas y en los desiertos por los Valdenses, y después esparcida a través de Europa antes de la Reforma y que al final encontró un lugar de reposo en los desiertos del Continente Americano, y que aquí reavivó las antiguas verdades preservadas de generación a generación a través de su largo peregrinar desde la tierra santa.
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