Dolcey Romero Jaramillo
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En épocas de sequía, cuando se está a punto de perder la cosecha sacan a San
Benito para que les mande agua y evitar así la crisis y la hambruna de la pobla-
ción. Con la sola presencia del santo en las calles, con los ruegos y hasta con
los ramalazos que algunos le propinan, se espera que se produzca el milagro
de
la lluvia, y así sucede según lo aseguran sus devotos:
Bastantes milagros hace San Benito sobre todo a los agricultores, por-
que cuando han tenido sus cultivos malucones, lo aclaman, lo sacan y
los ha favorecido siempre con lluvia, sobre todo con la lluvia
101
.
Aquí se han hecho muchas pruebas cuando hay pérdida de cosecha y he
sido uno de los que he abandonado esa idea. Cuando las cosechas es-
tán perdidas lo sacamos, lo paseamos por la calle, lo velamos; algunos
le dan sus ramalazos, porque están perdidas sus cosechas, y llueve
102
.
De acuerdo con la percepción y la experiencia de los repeloneros, San
Benito
se ha especializado solo en el envío de agua en épocas de veranos muy fuertes;
es decir, en el contexto de los milagros y los favores su radio de acción solo se
reduce al milagro de la lluvia. Como lo expresa uno de sus devotos:
Uno de los santos que más le tiene fe la gente para el agua es San
Benito
103
.
Es preciso destacar la imbricada relación que guardan los milagros con los
solsticios de invierno y verano y con el tiempo cíclico natural de muerte y
renacimiento representados por los ritos agrarios de siembra y cosecha
104
. A
San Benito lo han especializado en ser proveedor de agua.
101. Mireya Cabarcas. Entrevista. Repelón, 18 de agosto de 2013.
102. Rogelio Julio Cabarcas. Entrevista. Repelón, 26 de septiembre de 2012.
103. Rogelio Julio Cabarcas. Entrevista. Repelón, 26 de septiembre de 2012.
104. DUQUE.
Op. cit.
, p. 83.
San Benito de las Palomas: Huella Afrodiaspórica e Identitaria en el Caribe Colombiano
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No lo utilizamos para otras necesidades diferentes a la lluvia, en salud
y en enfermedades no lo hemos probado. En el presente también se
presentan estos milagros de lluvia, y él siempre nos ha cumplido con la
lluvia cuando hay sequía
105
.
Es decir, su devoción está articulada casi exclusivamente a la escasez de agua,
por eso es muy gráfico lo expresado por la señora Elpidia Cueto: “Cuando hay
agua nadie se acuerda de San Benito”
106
. Esto en cierto sentido denota una
devoción circunstancial, débil y utilitarista.
Para algunos la falta de lluvia en el presente y
la abundancia en el pasado
está ligada al abandono en que se tiene a San Benito y la desbordada atención
prestada a San Antonio:
San Benito está grosero y malcriado porque ya no le hacen la fiesta de
toros ni las cumbiambas y la alegría de sus fiestas como en el pasado.
Ahora no se ven los aguaceros de antes, porque a San Benito lo tienen
olvidado. Cuando mi mamá decía: Ahí se me va a perder la cosecha,
se ponían las viejas a rezar y llovía. Había cosecha, ahora no hay co-
secha
107
.
Como se habrá
podido observar, las respuestas de los entrevistados nos llevan
a deducir que existe una íntima relación entre el santo, la sequía y el agua
lluvia, por ello Ana Ilda Duque considera que esta relación es la expresión
de una hierofanía solar, ya que la mayoría de las celebraciones del santo en
cuestión coinciden con el solsticio de invierno
108
. Frente al papel que juega
la lluvia para los sectores campesinos y la incertidumbre de su
llegada en el
105. Rogelio Julio Cabarcas. Entrevista. Repelón, 18 de agosto de 2012.
106. Elpidia Cueto. Entrevista. Repelón, 18 de agosto de 2012.
107. Luisa Polo. Entrevista. Repelón, 17 de mayo de 2013.
108. DUQUE.
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