escritos sobre “Dos” tablas de piedra?».
El sabio contestó diciendo: «Fueron escritos sobre “Dos” tablas de piedra, porque “Dos” son
las manos del
hombre. Y fueron llamados “Diez”, porque “Diez” son los dedos de esas dos manos. En otras palabras, así
como nuestra vida en el presente Mundo depende del uso práctico que demos a los “Diez” dedos de las
“Dos” manos que nos han sido dadas, de ese mismo modo nuestra vida en el Mundo que ha de venir depende
del uso práctico que demos a los “Diez” mandamientos de las “Dos” Tablas que nos han sido dadas».
El joven replicó: «¿Pero no es acaso cierto que nuestros “Dos” pies tienen tambien “Diez” dedos?» A lo cual
el anciano respondió: «Es correcto. Y significa que, quien afirma sus “Dos” pies [es decir, quien edifica su
vida] sobre los “Diez” Mandamientos, es como quien construye sobre la piedra: ¡un fundamento
inconmovible!»
¿Donde en la Ley se enseña que hay tal cosa como un “Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo”? ¡Pues en ninguna parte!
¿Donde en la Ley se encuentra aquel único y exclusivo “Cordero”, que expiaba el pecado de todos y cada
uno de los Israelitas? ¡Pues en ninguna parte! ¿Por que? Pues porque, la Ley, no proveía una única ofrenda
para expiar los pecados del Israelita. Es decir, las ofrendas para expiar los diversos tipos de pecados [no
todos los pecados eran iguales], iban desde Becerros y cabras, hasta palomas y flor de Harina.
De hecho, si estudiamos detenidamente lo que la Ley nos muestra ser las ofrendas por el pecado,
encontraremos que, para cada individuo (la Comunidad, el Sumo Sacerdote,
los Lideres del Pueblo, la gente
común, etc), había una ofrenda distinta. Y, curiosamente, ninguna de esas ofrendas era un cordero macho. De
hecho, aun en los casos donde un cordero era aceptado, se nos dice que no podía ser macho, sino hembra (es
decir, que en vez de ponderar la idea de un “cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, tendríamos
que ponderar la idea de una “cordera de Dios, que quita el pecado del Mundo”).
Los correspondientes versos del libro de Levítico, dicen así: «Cuando alguna persona pecare por yerro en
alguno de los mandamientos de הוהי … si el sacerdote ungido pecare según
el pecado del pueblo, ofrecerá a
הוהי, por su pecado que habrá cometido, UN BECERRO sin defecto para expiación... Si toda la congregación
de Israel hubiere errado, y el yerro estuviere oculto a los ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra
alguno de los mandamientos de הוהי en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables... la congregación
ofrecerá UN BECERRO por expiación … Cuando pecare un Jefe, e hiciere por
yerro algo contra alguno de
todos los mandamientos de הוהי su Dios sobre cosas que no se han de hacer, y pecare … presentará por su
ofrenda UN MACHO CABRÍO … Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra
alguno de los mandamientos de הוהי en cosas que no se han de hacer … traerá por su ofrenda UNA
CABRA ... Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar … Asimismo la persona que hubiere tocado
cualquiera cosa inmunda … O si tocare inmundicia de hombre, cualquiera inmundicia … O si alguno jurare a
la ligera con sus labios hacer mal o hacer bien … Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello
en que pecó; y, para su expiación, traerá a הוהי por su pecado que cometió, una hembra de los rebaños, UNA
CORDERA, o una cabra como ofrenda de expiación … Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá
… DOS TÓRTOLAS, O DOS PALOMINOS … Mas si no tuviere lo suficiente para dos tórtolas,
o dos
palominos, el que pecó traerá como ofrenda la décima parte de UN EFA DE FLOR DE HARINA para
expiación ... Cuando alguna persona cometiere falta, y pecare por yerro en las cosas santas de הוהי, traerá por
su culpa a הוהי UN CARNERO sin defecto de los rebaños … Y pagará lo que hubiere defraudado de las
cosas santas, y añadirá a ello la quinta parte … Finalmente, si una persona pecare,
o hiciere alguna de todas
aquellas cosas que por mandamiento de הוהי no se han de hacer … Traerá, pues, al sacerdote para expiación
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… UN CARNERO sin defecto de los rebaños; y el sacerdote le hará expiación por el yerro que cometió por
ignorancia, y será perdonado» (Levítico 4:1-35 & 5:1-18)
La realidad es que la Ley enseñaba que, para propósitos de expiación, el cordero, la cordera, y el carnero,
eran cosas distintas y separadas (Números 6:14). En adición, la Ley enseñaba que, los casos en los que se
mencionaba un cordero, eran aquellos donde la persona ya estaba consagrada a Dios, o estaba libre de
pecados voluntarios. ¿Cuales eran algunos de estos casos? Pues el caso donde la persona se había consagrado
a Dios por medio del voto de Nazareo [Números 6:13]; el caso donde la persona estaba libre de culpa [como
podrían ser los sacrificios de Paz, según Levítico 3:6-7]; el caso donde se trataba de la redención del
primogénito [Éxodo 13:13]; y el caso de los holocaustos y
las ofrendas, comúnmente asociadas a los ritos y
las purificaciones del Templo [Levítico 14:12].
Pero, ¿por que se abstuvo la Ley de presentar al cordero como el paradigma universal de la expiación por los
pecados? Pues porque, la Ley, es también una profecía; la profecía de Moisés. Y, nuestro maestro Moisés,
previo por el Espíritu Divino, que llegaría el día cuando los paganos, tratarían de utilizar el concepto de un
“cordero de Dios”, con el fin de abrogar la obediencia a la Ley. Así, Moisés se aseguro de que, el mensaje de
su profecía, fuese escrito de forma tal que desmintiese tan grande blasfemia.
Do'stlaringiz bilan baham: