La obra de Tirso de Molina
Por Mario López Asenjo en Literatura del Barroco, Todas las entradas de literatura
26 enero, 2014
Tirso de Molina
Seudónimo de Fray Gabriel Téllez. Fue denunciado en 1624, con riesgo incluso de excomunión, por la Junta de Reformación, por escribir: “comedias profanas con malos incentivos y ejemplos”. Según Blanca de los Ríos, esta denuncia vino motivada porque enmascaraba en sus personajes críticas a personalidades reconocibles del reinado de Felipe IV.
2. Obra
Es autor de una extensa obra en la que cultivó todos los géneros dramáticos. Poseía una formación intelectual, humanística y teológica mayor que la de Lope, así como una capacidad de reflexión mayor.
Al estudiar la obra de Tirso observamos a un autor que defiende la libertad del poeta moderno: la comedia debe ser variada, es imitación de la vida y reconoce la importancia del humor. En su teatro también se observa una evolución hacia una literatura más moralizante, aunque la principal finalidad del teatro del siglo XVII fuera entretener y divertir al público.
Se puede decir que sus obras pretendían enseñar deleitando. Se aprecia en su producción un empeño en que progrese la comedia nueva, que se manifiesta en los siguientes aspectos:
Una mayor profundización en el aspecto psicológico del personaje. Especialmente logrado el personaje femenino
Centrar la acción en torno al personaje central
Mayor artificiosidad de las comedias
Desarrollo de un estilo más elaborado: simetrías y paralelismos, y un mayor empleo de imágenes
Preocupaciones morales y sociales
Una aguda visión de la sociedad contemporánea, a la que crítica pero (como sucedía en Lope) no en su raíz (defiende el sistema) sino en los diferentes caracteres criticables.
Estas aportaciones serán las que luego desarrolla y perfecciona el teatro de Calderón de la Barca.
3. Clasificación de su obra
Hay diversas clasificaciones de su obra. Vamos a seguir la que propone Francisco Ruiz Ramón.
3.1. Autos sacramentales.
Tirso, como Lope de Vega, no comprendió del todo el género y sus autos son más bien como “una comedia a lo divino”. Tampoco profundiza en el valor simbólico o alegórico de los personajes. En resumen, son obras de escaso interés. Escribió cuatro:
El colmenero divino: Alegoría en la que utiliza símbolos relacionados con la colmena. Dios, el colmenero; la iglesia, el colmenar; el alma, la abeja; el cuerpo, el zángano; el demonio, oso que roba la miel.
No le arriendo la ganancia: Escenifica el tópico del Beatus ille: contra la política y costumbres cortesanas y a favor de la sencilla vida de aldea.
Los hermanos parecidos: Doble naturaleza de Cristo.
El laberinto de Creta
3.2. Comedias bíblicas. Cinco obras que no interpretan el tema bíblico, sino que lo acomodan al teatro.
La mujer que manda en casa: historia de Nabot y Jezabel. Jezabel está enamorada de Nabot, pero no consigue atraerle al pecado. Hay todo un mecanismo de destrucción contra Nabot que termina lapidado. Destaca la expresividad violenta del drama, que se apoya en los elementos escénicos.
La venganza de Tamar: Comedia sobre la justicia. Tamar se deja engañar por Amón, y de ese juego nace el desengaño (concepto típicamente barroco). Es interesante para la historia del teatro que Calderón de la Barca tomó el tercer acto de la comedia para escribir el segundo de su obra Los cabellos de Absalón.
Tanto es lo de más como lo de menos: funde dos parábolas evangélicas: la del pobre y el rico y la del hijo pródigo.
La mejor espigadera.
3.3. Comedias de santos
La Santa Juana trilogía que dramatiza la vida de esta monja de fines del siglo XV y principios del siglo XVI que profesó y vivió en un convento de la aldea toledana de Cubas. Las comedias que componen la trilogía abordan cada una de las partes de su vida:
– La vocación enfrentada a lo mundano (una relación amorosa).
– Lucha de la santidad con las pasiones.
– Exaltación apoteósica y muerte gloriosa.
La dama del olivar: Aparición de la Virgen en un pueblo aragonés.
El condenado por desconfiado: No está clara la autoría de esta obra. Los orígenes de la historia, según Menéndez Pidal, se encuentran en el folclore universal y en el Mahabharata hindú. Tirso funde aquí dos elementos: la doctrina teológica y la leyenda tradicional.
Para Ruiz Ramón, esta última se trata de una de sus mejores obras. Paulo, ermitaño, es engañado por el demonio, que se ha disfrazado de ángel, quien le dice que su vida tendrá el mismo fin que la de Enrico, un ladrón de Nápoles. Se lo cree y busca su salvación a través de la de Enrico. Dios le envía, en el acto III, un verdadero ángel para salvarlo, pero desconfía de él y lo rechaza. Lo que le conduce al fracaso y la condena al infierno.
La obra plante el problema de la fe y el saber humano. La fe es ciega y pretender conocer el destino y los designos divinos conducen a la condena.
3.4. Dramas históricos.
Se apoya en diversas fuentes y datos históricos, pero el autor los recrea con total libertad. Obras destacadas:
Un ciclo de obras dedicadas a los Pizarro:
Todo es dar en una cosa: Dramatiza la juventud de Francisco Pizarro con el objetivo de eliminar sospechas sobre su legitimidad.
La lealtad contra la envidia: Refuerzo de la fama de Fernando Pizarro como conquistador.
Amazonas en las indias: Sobre Gonzalo Pizarro.
La prudencia en la mujer: Como Shakespeare en sus tragedias, Tirso de Molina se vale de un hecho histórico lejano para criticar personajes y sucesos políticos de su tiempo.
María de Molina, regente tras la muerte de su esposo Sancho IV, debe lidiar con los nobles y parentela que desean arrebatarle el trono. La finalidad del drama es contrastar las admirables virtudes nacionales de María de Molina con las de su tiempo.
3.4.1. El burlador de Sevilla y convidado de piedra (1630). La autoría de la obra es controvertida, porque ha sido atribuida a Lope y a Claramonte. Es su obra más importante, la que dejó para la historia de la literatura, la figura del don Juan.
En la creación de la universal figura del don Juan, Tirso funde diversas fuentes:
Históricas: Como posible modelo histórico está Miguel de Mañara, pero es solo una fábula pues el personaje nació 3 años antes de que Tirso publicara la obra. Además, su errónea fama de seductor se debe a las infamias vertidas contra él en el siglo XIX durante su proceso de beatificación.
El conde de Villamediana, este pudo ser realmente un modelo del personaje. Conocido en su tiempo por jugador y pendenciero, sufrió incluso un proceso inquisitorial por sodomía. El poeta y drmaturgo Diego Hurtado de Mendoza, contemporáneo de Tirso, dijo de él: Ya sabéis que era Don Juan / dado al juego y los placeres; / amábanle las mujeres / por discreto y por galán. / Valiente como Roldán / y más mordaz que valiente… / más pulido que Medoro / y en el vestir sin segundo, / causaban asombro al mundo / sus trajes bordados de oro… / Muy diestro en rejonear, / muy amigo de reñir, / muy ganoso de servir, / muy desprendido en el dar. / Tal fama llegó a alcanzar / en toda la Corte entera, / que no hubo dentro ni fuera / grande que le contrastara, / mujer que no le adorara, / hombre que no le temiera
Literarias: Se puede rastrear esta influencia en unas cuantas obras de otros autores como: El Rufián dichoso, de Cervantes; Eufrosina, de Vasconcelos; El esclavo del demonio, de Amescua; La fianza satisfecha, de Lope de Vega.
Y en la propia obra de Tirso, en la que aparecen dos precedentes del personajes: Jorge de La ninfa del cielo y Juan en La santa Juana
La refundición de estas fuentes conducen a que en la obra se fundan dos tradiciones o elementos de leyenda como son:
– El joven libertino, don Juan, burlador de mujeres, jugador y pendenciero.
– La cena macabra
La obra convirtió al personaje en mito que pronto pasó a formar parte de la historia literaria española y universal. El mito pasa rápidamente a Italia. En Francia lo utilizó Molière, Corneille y Rosimond. Fue uno de los grandes temas del Romanticismo occidental: Hoffman, Merimée, Dumas, Puschkin, lord Byron y Zorrilla. La diferencia con la obra de Zorrilla, es que aquí don Juan muere sin confesión, como justo castigo (fin moral de la obra).
El drama se estructura en torno a dos temas: los engaños de don Juan y los episodios de la cena macabra y el castigo. Tirso crea un personaje dominado por el instinto, individualista, que vive al margen de la sociedad. Es decir, vive en conflicto con las normas sociales (que no sigue) y también es un personaje en conflicto con la divinidad, (que vive sin contar con Dios). Es un burlador del poder humano y divino.
Don Juan peca contra la persona, la sociedad y la ley, pero no hay una rebelión teológica, ya que para don Juan, Dios es indiferente, vive al margen de su existencia. No hay tampoco rebelión social, el personaje no quiere destruir un sistema que le proporciona privilegios, sino que se aprovecha de ellos. Según Ruiz Ramón sí hay crítica social contra el rey, los privados y la degradación en general.
3.5. La comedia cómica
a) Comedias de carácter
El vergonzoso en Palacio (1611 – 1612). Historia de una amor imposible entre una dama noble y un joven humilde que al final se hace posible por el descubrimiento de que el joven en realidad es duque.
El melancólico, en defensa de los hijos bastardos y del honor conseguido por los propios méritos.
Marta la piadosa (1615). Ha sido considerada como el retrato de una hipócrita.
b) Comedias de capa y espada o intriga
Don Gil de las calzas verdes (1615). Una de sus mejores obras. Doña Juana va a la corte disfrazada de hombre en busca de su amante. Tras numerosos incidentes consigue llevarlo al matrimonio. Encontramos en esta obra los motivos habituales: el amor, los celos, el casamiento por interés, la presión paterna sobre los hijos, infidelidad, ingenio…
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