Capítulo 49: Los aljibes
Opinión del autor: Un aljibe, al igual que un lago, no tiene agua de forma natural sino que le llega desde un lugar ajeno. El aljibe es una fosa excavada en la tierra para reunir y recolectar el agua de lluvia, que, cuando cae, no está nada fría, sino que se enfría en el aljibe por el largo tiempo que allí pasa. De ahí que se diga: Enfría el agua como un aljibe... En efecto, el calor es el producto del movimiento, por lo que el agua está caliente al moverse, pero como el agua de un aljibe está quieta, fácilmente se echa a perder. De acuerdo con esto, las aguas estancadas se vuelven defectuosas si no se mueven. Lugares donde suele haber aljibes Los aljibes suelen construirse en lugares montañosos y secos, donde hay pocas fuentes y pozos, como en Judea.
Paladio, en el lugar antes citado, libro 1: Debemos evitar hacer eso que precisamente muchos han hecho antes: construir nuestra finca en el fondo de un valle por el agua anteponiendo el placer de unos pocos días a la salud de sus habitantes. Y si careciera de fuente o de pozo, convendría construir unos aljibes para que almacenen toda el agua que puedan recoger nuestros tejados776.
Un aljibe, más largo que ancho El aljibe debe ser más largo que ancho; el suelo lo debes realizar depositando cascotes hasta una cierta profundidad —dejando un espacio para el desagüe— y después debes alicatarlo con un pavimento cerámico. Este pavimento hay que cuidarlo con el máximo esmero, para ello hay que pulirlo con manteca de cerdo una y otra vez hasta que brille; es necesario cubrir con esta capa de grasa tanto el suelo como las paredes y comprobar que no haya ninguna grieta en ningún lugar una vez la humedad de la grasa se seque. Después de esta operación, cuando ya todo esté bien seco tras una espera bastante prolongada, podrá albergar agua el aljibe. Hay que tener anguilas en los aljibes Además, es recomendable tener y criar anguilas y otros peces de agua dulce en el aljibe, para que con sus movimientos al nadar parezca que el agua se mueve.
Isaac, en su libro sobre la alimentación: El agua de lluvia pura, si se almacena en un aljibe bien limpio, es menos húmeda que el resto, tiene una cierta amargor y no perjudica al estómago sino que de hecho lo reconforta. Sin embargo, si esta agua permanece mucho tiempo en el aljibe puede adoptar unas malas cualidades por las emanaciones de la tierra.
Capítulo 50: Las balsas y los baños
Paladio, en el lugar antes citado: Cerca de nuestra finca debe haber dos balsas, ya sean excavadas en la tierra ya sean picadas en la piedra, [col 337] que necesitan tener un acceso fácil a una fuente o al agua de lluvia para poder llenarlas, de tal manera que una se pueda utilizar para albergar a peces o pájaros acuáticos mientras que la otra puede dedicarse a tener en remojo palos, pieles o altramuces y cualquier otro producto agrícola que se acostumbre a dejar en remojo.
Tampoco es descabellado, si la finca tiene abundancia de aguas, que el cabeza de familia decida construir unos baños, que es tan agradable como saludable. Hay que alzar los baños en aquel lugar donde vayan a tener calor constante y estén apartados de la humedad, para que sus calderas777 estén alejadas de ella y no las pueda enfriar. La luz debe entrar por el lado Oeste y Sur en invierno, para que el Sol aporte su calor e ilumine las salas durante todo el día. Construcción de las salas de baños Debes construir las salas de baños de la siguiente manera: no tienen que ser exactamente cuadradas sino que si, por ejemplo, mide 15 pies de largo, que tenga 10 de ancho, ya que así el vapor tendrá que esforzarse para moverse en un lugar constreñido. Las salas de agua fría deben recibir la luz del norte durante el verano y del sur durante el invierno. Y, si puede hacerse, hay que organizar los baños de tal forma que toda su suciedad discurra por los huertos. Por último, si después de haber excavado los baños todavía hay agua en abundancia, hay que construir una pistrina para que albergue un molino hidráulico para moler el grano, ahorrándole faena a los animales y a los hombres.
Capítulo 51: Cuándo utilizar los baños
El momento de bañarse Hali, en el lugar antes citado: Una persona sana debería tomar el baño después de haber realizado ejercicio físico pero antes de comer, porque gracias al baño se purga y evacua todo aquello que el ejercicio no ha acabado de disolver, el cuerpo se recupera de la sequedad que causa el ejercicio y, por último, limpia todas la suciedades que, durante y después del ejercicio, produce el cuerpo a causa de la expulsión de vapores y de la entrada de polvo desde el exterior. En cambio, si uno se baña antes de ejercitarse, el baño transmite elementos superfluos de la comida, cuya digestión todavía no ha concluido, y licúa los humores, por lo que provoca que estos elementos superfluos puedan dispersarse por las vías circulatorias y discurran hasta todos los órganos del cuerpo, lo cual preludia una enfermedad. De la misma manera, tampoco conviene tomar el baño después de comer: entonces puede saturar la cabeza con un exceso de humores y provocar el descenso de la comida, todavía sin digerir, del estómago, hecho que produce un colapso en el tránsito de la comida y, con el paso del tiempo, si uno se baña con regularidad a esas horas, genera edemas.
Sin embargo, hay casos en los que bañarse antes de comer puede producir algún efecto adverso: en ese caso, es menester dar al afectado una comida moderada y saludable. Además de estos casos, todo el mundo debe abstenerse de bañarse después de comer: el baño es particularmente beneficioso cuando una persona sana lo toma después de haberse ejercitado y antes de comer, Bondades del baño ya que humedece el cuerpo, refuerza el calor natural, produce una digestión inmejorable, relaja —si es que hay alguna angustia—, abre las vías circulatorias, expulsa elementos superfluos, calma el dolor y disuelve las acumulaciones de sustancias viscosas y de ventosidades.
Iohannicus: Un baño en agua dulce reblandece el cuerpo y calienta o enfría un poco el cuerpo según sea de complexión fría o cálida. Un baño en agua no dulce reseca el cuerpo: si es agua salada y amarga o con sulfuro, lo calienta y reseca; si contiene betún o yeso, lo enfría y reseca.
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