¿Que significa esta fiesta?, Y ¿por que tiene un contexto tan marcadamente agrícola esta fiesta donde los
Hebreos hacían peregrinación a Jerusalén, a fin de llevar ante el sumo sacerdote la ofrenda de lo mejor de sus
cosechas? Pues la realidad es que, su propósito, no era otro sino intimar que, nuestra cercanía al Creador,
depende de la calidad de nuestra “siembra y cosecha”. Es decir, intenta sucintamente mostrarnos que, si
“sembramos”" una buena semilla (haciendo bien a nuestro prójimo, que según la Escritura fue creado del
polvo de la Tierra), cosecharemos de ese modo "un buen fruto"; pues obtendremos el privilegio de llegar al
“Monte Santo” (símbolo de la presencia Divina), donde "el Santo de los santos" (el Dios que estaba
tipificado en la persona del sumo sacerdote) recibirá con agrado nuestra ofrenda.
Pero, si en cambio rehusamos sembrar un buen fruto (es decir, si solamente sembramos la cizaña de la
maldad) no podremos llegar ante su presencia, y quedaremos excluidos de venir a Jerusalén, lo cual es un
prototipo de la exclusión del Mundo que ha venir (es decir, de la vida eterna).
Y, el que Dios recibe con agrado nuestras buenas obras, pero rechaza nuestras obras de maldad, es un hecho
tan grande e innegable que, hasta la teología Cristiana [que por lo general es antagónica a la teología Hebrea]
así también lo confirma, cuando dice: «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi
Padre, HEREDAD EL REINO PREPARADO PARA VOSOTROS DESDE LA FUNDACIÓN DEL
MUNDO. PORQUE TUVE HAMBRE, Y ME DISTEIS DE COMER; TUVE SED, Y ME DISTEIS DE
BEBER; FUI FORASTERO, Y ME RECOGISTEIS; ESTUVE DESNUDO, Y ME CUBRISTEIS;
ENFERMO, Y ME VISITASTEIS; EN LA CÁRCEL, Y VINISTEIS A MÍ”. .. Entonces dirá también a los de
la izquierda: “APARTAOS DE MÍ, MALDITOS, AL FUEGO ETERNO PREPARADO PARA EL DIABLO
Y SUS ÁNGELES. PORQUE TUVE HAMBRE, Y NO ME DISTEIS DE COMER; TUVE SED, Y NO ME
DISTEIS DE BEBER; FUI FORASTERO, Y NO ME RECOGISTEIS; ESTUVE DESNUDO, Y NO ME
CUBRISTEIS; ENFERMO, Y EN LA CÁRCEL, Y NO ME VISITASTEIS”... E IRÁN ÉSTOS [ÚLTIMOS]
AL CASTIGO ETERNO, Y LOS JUSTOS A LA VIDA ETERNA»- Mateo 25:34-46.
El Dios de Israel, es un ser infinito, y como su fuerza es infinita, nunca experimenta cansancio físico alguno
[“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es הוהי ... No desfallece, ni se fatiga con cansancio”-
Isaías 40:28]. En cambio, Jesús de Nazaret (paz y bendición sean con el), era un ser finito, y como su fuerza
era también finita, a menudo experimentaba cansancio físico [“Entonces Jesús, cansado del camino, se
sentó así junto al pozo”- Juan 4:6]. Así las cosas, y ya que lo finito no es igual a lo infinito, no nos queda
otro remedio sino concluir que, Jesús de Nazaret, no era igual al Dios de Israel
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