what profit shall this birthright do to me
?”… and Esau
said in his heart, “The days of mourning for my father are at hand; then will
I slay my brother Jacob
”…
“Was not Esau Jacob's brother?” saith the
Lord
: “yet
I loved Jacob,
And I hated Esau
,
and laid his
mountains and his heritage waste
for the dragons of the wilderness...”»
- Genesis 25:32, 27:41, & Malachi
1:2-3 (KJB)
146
La Fe Nazarena es válida; pero el “B'rit Hadasha” (el Evangelio) es teológicamente errado, pues
menoscaba, niega, y contradice todas y cada una de las grandes verdades Divinas, previamente
reveladas por Dios a Moisés y a los Profetas
La noble religión Nazarena, es un camino perfectamente válido para agradar al Creador, pues alienta a sus
adeptos a volverse a Dios en sincero arrepentimiento. Pero, a pesar de las muchas [y grandes] virtudes de esta
noble fe, sus postulados teológicos niegan y contradicen todo lo revelado por Dios a los Hijos de Israel.
Y es por esto que, la persona que ha conocido el mensaje de la Ley Divina [que no es otro sino tratar a todos
con la misma bondad, justicia, y humildad con que desearíamos ser nosotros mismos tratados], no puede
asentir con la teología Nazarena; pues, afirmando como cierto, algo que niega la verdad Divina, comete un
tipo de “suicidio intelectual”; y viola el mandato Divino que le ordena alejarse de toda falsedad (Éxodo
23:7).
¿Y por que debe el creyente alejarse de la falsedad? ¡Pues porque, la mentira, es como la arena movediza;
donde, cada movimiento que hacemos, nos hunde mas en ella! Es decir, por cada nueva mentira que decimos,
nos vemos forzados a urdir una mentira adicional [a fin de poder justificar nuestra anterior mentira].
Y es por eso que, el Dios de Israel, odia a los mentirosos, y ha prometido cerrarles la boca (Proverbios 13:5,
& Salmo 63:11).
La realidad es que, aunque los reclamos que hace la teología Nazarena, parecen ser tan grandes como una
montaña, la evidencia que de ellos provee la Tanak (la Ley, los Profetas, y los Escritos), es tan pequeña, que
parece ser un cabello de la barba [de suerte que, la poderosa montaña de reclamos, termina colgando de un
147
débil cabello de evidencia].
Es que, si interpretamos literalmente la Biblia Hebrea (o "Tanak"), descubriremos que, esta última, echa por
tierra todos y cada uno de los grandes reclamos teológicos esbozados por nuestros hermanos Edomitas
(Nazarenos). Por ejemplo:
(1) Es falso que los creyentes Hebreos deban seguir a los creyentes Nazarenos; pues la Ley muestra que, al
final de los tiempos, todas las naciones subirán a Jerusalén, a fin de celebrar la fiesta Hebrea de los
Tabernáculos, la fiesta de la Luna Nueva, y la fiesta del Sábado Hebreo (Zacarías 14:16, & Isaías 66:23).
En adición, la Ley dice que 10 hombres [gentiles] echarán mano de un creyente Hebreo, para acompañarle a
Jerusalén, pues reconocerán que Dios está de parte de los Hebreos (Zacarías 8:23). Finalmente, será la Ley de
los Hebreos [y no la Gracia de los Nazarenos] la que saldrá de Sion (Jerusalén), hacia el resto de las naciones
del Mundo, a fin de que todos puedan aprenderla (Isaías 2:3).
¿Y que harán las naciones gentiles, que se obstinaron en desobedecer la Ley? Pues que vendrán, y confesaran
el extravío de sus tradiciones religiosas; como está escrito- «... A ti vendrán Naciones [gentiles] desde los
extremos de la Tierra, y dirán: “Ciertamente mentira poseyeron nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos
provecho”» (Jeremías 16:19).
(2) Es falso que el Creador haya hecho de “Yeshua” (paz y bendición sean con él) “la imagen visible del Dios
invisible”; pues es inconcebible que, el Dios que catalogó de corrupto, el que su Pueblo adorase la imagen de
algún hombre (Deut. 4:23, & Deut. 4:15-16), venga luego y asuma la imagen del hombre llamado Yeshua,
[¡un hombre que demandaba ser adorado!].
Y es desquiciado creer que, el Padre Celestial, que dijo que “los hijos de los hombres” son vanidad, son
mentira, y son menos que nada (Salmo 62:9 ), venga luego y se convierta a si mismo en un hijo de hombre
(Juan 10:30, & Juan 14:10), haciéndose de ese modo vanidad, mentira, y menos que nada. Finalmente, Dios
es un Espíritu (Salmo 139:7); pero Yeshua admitió en cambio ser un hombre de carne y hueso (Lucas 24:39).
(3) Es falso que Yeshua haya sido la encarnación de la Deidad [pues Dios no es hombre, ni Hijo de hombre,
según Números 23:19, & 1 Samuel 15:29].
(4) Es falso que Yeshua haya sido el Creador, que vino [literalmente] a la Tierra; pues el Creador es
demasiado grande como para morar [literalmente] en la Tierra, según 1 Reyes 8:27.
(5) Es falso que Yeshua sea parte de una Trinidad con el Dios de Israel, pues no hay otros dioses con el
Creador [es decir, no hay nadie que sea un “co-Dios” con el Creador], según Deuteronomio 32:39.
(6) Es falso que la Ley fuese una “barrera de separación”, que mantuviese a los Gentiles alejados del Pueblo
de Dios; pues, la Ley, siempre alentó a los gentiles a convertirse a la Fe Hebrea, según Isaías 56:6-7.
(7) Es falso que el Creador haya decidido salvar al mundo por medio de “la locura de la prédica” [del
Evangelio]; pues Dios prohíbe a su Pueblo volverse a la locura (Salmo 85:8).
(8) Es falso que el creyente deba a Yeshua, la misma gloria que debe al Dios de Israel; pues, este último, no
148
comparte su gloria con nadie, y no desea que sus hijos mencionen el nombre de otros dioses (Yeshua, Allah,
Krishna, etc), según Isaías 42:8 & Éxodo 23:13. Y Yeshua también lo confirma, cuando rehúsa aceptar la
gloria que le ofrecen los hombres (Juan 5:41).
(9) Es falso que el hombre no pueda escoger abandonar la maldad, para hacer en cambio lo bueno; pues
“aunque el pecado está a la puerta, el hombre puede enseñorearse de él” (Génesis 4:7).
(10) Es falso que Dios espere que el hombre obedezca perfectamente la Ley, a fin de obtener el beneplácito
Divino. ¿Por que? Pues porque, el Creador, dio testimonio de haberse agradado del Rey David, a pesar de
que David no obedeció perfectamente la Ley (1 Reyes 14:8). En adición, Dios juzgó que, la conducta de Job,
era perfecta; a pesar de que Job era un hombre imperfecto (Job 1:8 , & 2:3).
(11) Es falso que la Ley haya sido abrogada, para ser en cambio sustituida por la Gracia. ¿Por que?
Pues porque no podemos quebrantar la Ley (quitándole ni añadiéndole nada), según Deuteronomio 12:32;
porque, quienes rehúsan obedecer la Ley, terminan siendo cola, en vez de cabeza (Deut. 28:44); porque,
quienes abandonan la Ley, son castigados con ceguera, locura, y turbación de espíritu (Deut. 28:15&28);
porque, la locura de abandonar la Ley, conduce al hombre a alabar a los impíos (Prov. 28:4); y porque, la
Ley, es perfecta [y, lo que ya es perfecto, nunca tendrá necesidad de ser mejorado, sustituido, ni abrogado por
ninguna otra cosa, según el Salmo 19:7].
(12) Es también falso que los mandamientos sean una maldición; pues los mandamientos alegran el corazón
(Salmo 19:8), y son la sabiduría y la inteligencia del Pueblo Santo (Deut. 4:6).
(13) Es falso que el creyente no tenga que seguir obedeciendo los 10 Mandamientos. ¿Por que? Pues porque,
el hecho de que fueron escritos en Piedra (Deut. 4:13), significa que los Mandamientos son para siempre,
habiendo sido afirmados eternamente (Salmo 111:7-8); porque, guardar los mandamientos, son el todo del
hombre (Eclesiastés 12:13);
porque, los que dejan los mandamientos, son gente soberbia y maldita (Salmo 119:21); porque, Dios no
escucha la oración del que no hace caso de la Ley (Prov. 28:9); y porque, el Creador, ha ordenado que
meditemos día y noche en la Ley, a fin de obedecer lo que en ella se nos ordena [si es que deseamos obtener
la bendición y la prosperidad Divina, según Josué 1:8].
(14) Es falso que, el “B'rit Hadasha” [que predica “el abandono de la Ley”], sea el cumplimiento del “Nuevo
pacto” aludido en Jeremías 31:31; pues, cuando llegue ese nuevo pacto, Israel no abandonará la Ley, sino que
la tendrá en lo mas profundo de su mente, y de su corazón (Jeremías 31:33);
Cuando llegue ese nuevo pacto, todo Israel conocerá a Dios (Jeremías 31:34); y, cuando llegue ese nuevo
pacto, el Creador hará solamente bien a Israel, no teniendo que reprocharle sus pecados, ni su incredulidad
(Jer. 32:38-42).
(15) Es falso que Yeshua sea “la roca” a la cual deben mirar los creyentes Hebreos [pues la Escritura muestra
que esa roca es Avraham, según Isaías 51:1-2].
(16) Es falso que Yeshua haya sido tanto “el Hijo de Dios”, como “el Siervo de Dios” [pues, estos dos títulos,
pertenecen a Israel, según Éxodo 4:22 & Isaías 44:21].
149
(17) Es falso que Yeshua haya sido el “Rey ungido” [o "Rey Mesías"] que habrá de reinar un día sobre Israel
[pues, este puesto, corresponde al Rey David, según Jeremías 30:8-9, y Ezequiel 37:24].
(18) Es falso que Yeshua haya sido el alegado Mesías de Isaías 53:1-7; pues, el personaje allí descrito,
engendraría tantos hijos biológicos, que “su generación” [es decir, sus descendientes] no podría ser contada
(Isaías 53:8). Pero en cambio Yeshua, no engendro ni siquiera un solo hijo [pues nunca se casó].
(19) Es falso que Yeshua haya sido “el Hijo” [o “renuevo”] de David, descrito en Isaías 11:1-5. ¿Por que?
Pues porque, según la Ley, la descendencia sigue la linea del Padre biológico de la criatura (Génesis 5:1-32);
y, como el B'rit Hadasha afirma que Yeshua no tuvo un padre biológico [pues alegadamente fue engendrado
por el Espíritu Santo], entonces Jesús no era un descendiente biológico de David.
En adición, Isaías dice que, la manera en que sabremos que el personaje descrito en su libro, finalmente ha
llegado, es que veremos una transformación milagrosa en la naturaleza; pues el león dejará de comerse al
becerro, y comerá en cambio paja; el lobo no comerá mas al cordero, ni el leopardo comerá al cabrito; la
serpiente no morderá a ninguna persona; y un niño podrá pastorear [confiadamente] una manada de fieras
salvajes (Isaías 11:6-9).
(20) Es falso que Yeshua haya sido el sacrificio expiatorio por los pecados del mundo, pues nadie puede
morir por la maldad de alguna otra persona, sino que “cada cual morirá por su propia maldad” (Jer. 31:30,
Ezeq. 18:20-22, & Deut. 24:16).
En adición, las ofrendas por el pecado, tenían que ser sin defecto (Lev. 22:19); Pero, desafortunadamente,
Yeshua tenía defectos; pues, siendo un hombre de carne y hueso, es imposible que haya hecho solamente el
bien, sin nunca haber pecado (Eclesiastés 7:20).
De hecho, en Mateo 19:17, el B'rit Hadasha admite que Yeshua no era “bueno”; y esto es prueba adicional de
que, Yeshua, no era el Dios de Israel, quien es absolutamente bueno (Salmo 106:1). En adición, Lucas 7:28
admite que, Juan el Bautista, era mayor que Yeshua; pues, a diferencia de este último, estuvo dispuesto a ser
decapitado (Lucas 3:19-20, & Marcos 6:27), obedeciendo el mandamiento que ordena al verdadero profeta,
amonestar al impío (Ezequiel 3:18).
(21) Yeshua tampoco pudo haber sido el Sumo sacerdote que oficiase el sacrificio expiatorio por los pecados
de todo Israel; pues, según Éxodo 28:1, & Núm. 18:7, ese Sumo Sacerdote tenía que ser un descendiente de
la tribu de Leví, y Yeshua no cumplía con ese requisito; pues, su familia biológica, pertenecía a la tribu de
Judá (Lucas 3:33-34).
22) Es falso que María (paz sea con ella) haya sido “la virgen” de Isaías 7:14; pues, esa “virgen”, es en
realidad una personificación alegórica de la comunidad compuesta por las casas, las ciudades y las tribus de
Israel, según Isaías 37:22, Amos 5:2-3, & Jeremías 18:13.
23) Es falso que Yeshua haya sido el “Emanuel” que habría de ser engendrado por la Virgen de Isaías 7:14;
pues, como el nombre “Emanuel” literalmente significa “Dios (está) con nosotros”, es obvio que “Emanuel”
no es una persona, sino una pluralidad [o “comunidad”] de individuos. Esta comunidad, sería testigo de una
liberación tan grande, que no tendría otro remedio que proclamar que Dios estaba con ellos [¡Emanuel!].
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¿Cual sería esa comunidad? Pues la de los creyentes que verían como, la Tierra de Rezín y de Peka [los reyes
de Siria e Israel que se habían levantado contra Judá, según Isaías 7:1-2], sería arrasada por el rey de
Babilonia;
como está escrito- «he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos (Peka y Rezín) aguas de ríos,
impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria, con todo su poder; el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará
sobre todas sus riberas... y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel»- Isaías 8:7-8.
¿Y que proclamaría esta comunidad, luego de ver esta gran liberación? Pues proclamarían: «Tomad consejo,
y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque ¡Dios está con nosotros! [¡Emanuel!]»- Isaías 8:10.
(24) Es falso que Yeshua haya sido el cordero pascual, cuyo sacrificio cargaría con los pecados de toda la
nación Israelita; pues, los pecados de Israel, no eran expiados por nada de lo que acaecía en la fiesta de la
Pascua, sino por lo acaecido en la fiesta de Yom Kippur (es decir, en la gran fiesta de la Expiación), según
Levítico 16:19.
Y, el animal que cargaba con el pecado de Israel [durante esta fiesta de Yom Kippur], no era un cordero, sino
un macho cabrío. No solamente esto, sino que, ese macho cabrío [que se llevaba los pecados de toda la
Nación], no era sacrificado por el Sumo sacerdote, ni tampoco era su sangre derramada [como se alega que
sucedió con Yeshua], sino que era en cambio enviado [vivo] al desierto (Lev. 16:20-22).
En adición, los pecados individuales no eran expiados por un cordero, sino por una cabra (Levítico 4:27-28).
(25) Es falso que, el perdón de pecados, demande el derramamiento de sangre inocente. ¿Por que? Pues
porque, el sacrificio de animales, es solo sombra y figura del verdadero sacrificio que agrada al Creador; que
no es otro sino el corazón contrito y humillado (Salmo 51:17);
y porque, el Creador, ha prometido perdonar el pecado de todo aquel que se humilla, invocando Su Nombre,
y convirtiéndose de su maldad (2 Cron. 7:14, Prov. 28:13, Jer. 36:3, Isaías 1:16-18, & Isaías 55:7).
Y, estas promesas de perdón, no demandan sangre alguna, fuera de la que sube al sonrojado rostro del
pecador, que se avergüenza de su pecado, y que abandona su vida de maldad.
(26) Es falso que Yeshua haya sido el Salvador del Mundo [pues no hay otro Salvador fuera de הוהי , según
Isaías 43:11, & 43:3]. En adición, Yeshua reconoció ser un “hijo del Hombre” (Mateo 18:11); Y, la Tanak,
enseña que no hay salvación alguna en el Hijo del Hombre (Salmo 146:3).
No solo eso, sino que, la palabra Hebrea que traducimos como “Mesías”, literalmente significa “Ungido”; un
titulo que nunca tuvo la intención de aplicarse a una persona exclusiva; pues, tanto Aarón, como Saúl, David,
y el Rey [pagano] Ciro [entre muchos otros], fueron llamados “Mesías” (o “Ungido”), según Levítico 4:3&5,
1 Samuel 2:35, 1 Sam. 12:5, 15:17, 24:6, 2 Sam. 22:51, & Isaías 45:1.
Y la Tanak enseña que, aún el hombre que ha sido hecho un “Ungido” de Dios (o “Mesías” de Dios), necesita
en si mismo ser salvado [por הוהי ]; como está escrito- «Ahora conozco que הוהי salva a su “Ungido” (o
“Mesías”)»- Salmo 20:6. Y el B'rit Hadasha también lo confirma, cuando dice que Yeshua necesitó ser
“salvado” [o “librado”] de la muerte (Hebreos 5:7).
(27) Es falso que Yeshua haya vivido una vida libre de pecados; pues “todos los hombres son concebidos en
pecado” [por sus respectivas madres], según el Salmo 51:5; y porque, “no hay hombre que haga solo el bien,
y nunca peque”, según Eclesiastés 7:20.
(28) Es falso que Yeshua haya sido el único hombre justo que jamás haya existido [pues tanto Noé, como
151
Lot, fueron justos ante Dios, según Gén. 6:9, Y Gén. 18:23].
(29) Es falso que, fuera de Yeshua, no exista hombre que haya hecho lo bueno; pues tanto Asa, como
Ezequías, fueron hombres que hicieron lo bueno (2 Cron. 14:2, & 2 Cron. 31:20).
(30) Es falso que Yeshua haya hecho mayores milagros que cualquier otro profeta [pues nadie hizo mayores
milagros que Moisés, según Gen. 34:11].
(31) Es falso que, la Vida Eterna, sea el producto de creer que Yeshua haya sido el Mesías; pues, la Vida
Eterna, en realidad es el producto de apartarse del mal, para hacer en cambio el bien (Salmos 37:27).
(32) Es falso que Yeshua haya sido "la Verdad"; pues, es "la Ley", y no el Nazareno, lo que realmente es "la
Verdad" (Salmos 119:142).
(33) Es falso que Yeshua haya sido “el Camino”; pues, “el Camino” que Dios ha dispuesto para los creyentes,
es la obediencia a los 10 mandamientos de la Ley, según Salmo 119:27&32, Jueces 2:17, Deut. 5:29-33, y
Deut. 11:22-23.
(34) Es falso que Yeshua haya sido “la Vida” [pues, “la Vida”, es cumplir todas las palabras de la Ley de
Dios, según Deut. 32:46-47].
(35) Es falso que hayamos heredado la muerte espiritual, a consecuencia del pecado de nuestros Padres
[Adán y Eva]; pues, los hijos, no han de morir por el pecado de sus padres (Deut. 24:16).
(36) Es falso que, Yeshua, haya sido mayor que Moisés; pues, cuando Moisés hablaba con el Padre Celestial,
la conversación era tan real y certera, que nadie en la multitud dudaba de su autenticidad (Éxodo 33:11,
Éxodo 19:17-19, & Deut. 5:22-27);
Pero, cuando Yeshua hablaba con el Padre Celestial, la conversación era tan confusa y dudosa, que la
multitud dudaba que hubiese realmente ocurrido (Juan 12:28-29). En adición, la Ley dice que, nunca se
levantó en Israel, otro profeta mayor que Moisés (Deut. 34:10).
(37) Es falso que, lo que Dios pide del Hombre, es que crea en Yeshua; pues, lo que Dios realmente pide, es
que amemos “obrar con justicia, con misericordia, y con humildad” (Miqueas 6:8).
(38) Es falso que, “la Gracia”, viniese por medio de Yeshua; pues Noé halló “gracia” ante los ojos de Dios
(Gen. 6:8); y Moisés invocó sobre Israel “la gracia del que habitó en la zarza” (Deut. 33:16).
(39) Es falso que Dios espere que los creyentes Hebreos acepten “el presente” [o “regalo”], de “la Salvación
gratuita”; pues, los regalos, impiden juzgar con claridad, pervierten la Justicia divina, y corrompen el corazón
(Éxodo 23:8, & Eclesiastés 7:7).
(40) Es falso que Yeshua justifique al impío [es decir, al hombre que rehúsa arrepentirse, y comenzar a
obedecer los mandamientos]; pues, si fuese cierto que Yeshua justifica la impío, entonce Yeshua sería
abominable ante הוהי , según Prov. 17:15.
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(41) Es falso que la Justicia se alcance solo por la Fe, y no por obrar según lo ordenado en la Ley. ¿Por que?
Pues porque, Finees, obró según lo ordenado en la Ley [dando muerte a los dos adúlteros, según Lev. 20:10];
y, su obrar según la Ley, le fue contado por Justicia (Salmo 106:29-31).
(42) Es falso que, nuestro bienestar eterno, dependa de aceptar la religión [o teología] correcta; pues, en
realidad, depende de que conozcamos a Dios, dando “buen fruto”, y haciendo [con nuestras propias manos]
el bien y la justicia que encarnan los mandamientos dados por הוהי a Moisés [según grabados sobre las dos
Tablas de Piedra].
¿Por que? Pues porque, la Ley, muestra que cada persona recibirá el mismo bien [o mal] que haya sembrado
(Jeremías 22:15-16, Génesis 4:6-7, Prov. 22:8, Jueces 1:7, Isaías 58:7-12, Isaías 3:10-11).
(43) Es falso que, el hombre que escribió casi la mitad de las epístolas que conforman el B'rit Hadasha [el
apóstol Pablo, paz sea con él], haya sido una fuente confiable de sabiduría y conocimiento de la Fe Hebrea
[¡pues ni siquiera sabía quien era el Sumo sacerdote Hebreo, según Hechos 23:3-5!].
Finalmente, si la Ley dice una cosa, y el B'rit Hadasha dice otra cosa [o algo contrario], entonces es el B'rit
Hadasha [y no la Ley], el que está equivocado. ¿Por que? Pues porque sería extraviado creer que, las
enseñanzas de Yeshua, son “el cumplimiento de la Ley” (Mateo 5:17), si tales enseñanzas “no cumplen” con
lo que la Ley enseña y ordena.
En adición, las verdades Divinas reveladas en la Escritura Hebrea, son finales e irrevocables; pues, la Ley, no
puede ser abrogada, ni mucho menos quebrantada, según Deut. 4:2. Y, el B'rit Hadasha, confirma esta misma
verdad, cuando cita a Yeshua diciendo: «la Escritura [es decir, la Ley], no puede ser quebrantada» (Juan
10:35).
Y, las anteriores, son algunas de las razones por las cuales los creyentes Samaritanos respetan y admiran la
figura de Yeshua (paz sea con él), pero rechazan tajantemente las cosas que, acerca de Yeshua, afirma la
noble teología Nazarena. ¿Quien es un “creyente Samaritano”?
Pues es todo hombre y toda mujer que cree en hacer el bien que ordena la Ley: en no juzgar injustamente a
nadie, en no aceptar [o “aprobar”] la conducta de los impíos, en defender al débil y al huérfano, en hacer
justicia [dando caridad] al afligido y al menesteroso, y en librar a los afligidos y necesitados de mano de los
impíos.
Estos creyentes, son aquellos a los cuales alude la Escritura Hebrea, cuando dice: “Vosotros sois dioses, y
todos vosotros [sois] “Benei Elyon” (hijos del Altísimo)- Salmo 82:6. ¿Por que rechazan los Samaritanos las
cosas que acerca de Yeshua postula la noble teología Nazarena?
Pues porque, como hemos demostrado, cada una de ellas niega y contradice lo claramente revelado por הוהי
en la Ley, en los Profetas, y en los Escritos (la Tanak). Y, la palabra Hebrea que la Tanak utiliza para designar
a quien se opone a la dicho y ordenado por el Creador, es “Ha Satán”; un termino Hebreo que literalmente
significa “El Satanás”.
¿Que debe hacer entonces el Hombre que desea abandonar las mentiras en las cuales ha sido instruido, para
volver en cambio a la senda antigua de la pura, clara, y sencilla fe en la Ley de Dios?
Pues debe renunciar al engaño y la maldad; jurando fidelidad y obediencia a הוהי (Adonai Yah, el Dios de
Israel, bendito sea); y haciendo la siguiente confesión pública- «Oh הוהי (Adonai Yah), Señor Dios de
Abraham, Confieso que No hay otro Dios, ni hay otro Salvador, tan grande como Tu; Confieso que no hay
otro profeta, tan grande como Moisés; ni hay otra Ley, tan grande como Tus Diez Mandamientos.
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Confieso que no hay otra Escritura, tan grande como Tu Torah; ni hay otro pueblo, tan grande como Israel. Y
confieso que no hay otra teología tan grande, verdadera, y justa, como la de "Medida por Medida" (o
"Siembra y Cosecha"): recompensar a cada uno, con el mismo bien que, con sus obras, haya voluntariamente
sembrado; y castigar a cada uno con el mismo mal que, con sus obras, haya voluntariamente sembrado (sin
nunca haberse arrepentido).
Gracias, porque has escuchado mi oración, y has perdonado mis pecados. Y gracias por haberme hecho en
este día, miembro integral de tu Pueblo Santo; el Pueblo de Dios que está prefigurado en la antigua Nación
de Israel. Amén».
Do'stlaringiz bilan baham: |