Capítulo 64: Las consecuencias y los efectos de los sabores
Cuando se ingiere un alimento dulce, su sabor favorece la digestión, la aligera y multiplica sus efectos nutritivos: nuestro cuerpo disfruta con este sabor y nos sentimos atraídos por él. Los alimentos amargos raen [los intestinos] y los dejan ásperos; los acres contraen —si no tienen mucha fuerza— o comprimen —si son fuertes—; los agrios provocan que se contraigan, aumente su densidad, se endurezcan y retengan la comida; lo dulzón también aligera y favorece la digestión, aunque en menor medida que lo dulce; lo ácido los disuelve, corta y pudre; lo salado limpia, rae, reseca e imposibilita su putrefacción; lo avinagrado enfría y corta.
Se puede dar el caso de que en una misma sustancia hayan dos sabores, como la acidez y la dulzura en la miel hervida; [col 346] a veces las propiedades activas de ambos sabores son beneficiosos para reforzar los efectos que debían provenir de uno solo: la acidez y la mordiente que permanecen en el vinagre de vino lo convierten en una sustancia capaz de enfriar con gran fuerza, ya que a su paso deja abiertos los conductos y provoca que las capacidades de penetración y profundización del vinagre sean mayores. Además, a veces la combinación de dos sabores ayuda a anular lo que uno de ellos produciría, como la mezcla de sabor avinagrado y acre en un vino en proceso de fermentación: el sabor acre impide que el frío que causaría su sabor avinagrado alcance sus cotas más altas. Aquello que tenga sabor únicamente amargo o ácido perjudican a nuestras vísceras, aunque si se mezclan con algo agrio, resultan beneficiosos. Regla sobre lo agridulce Cualquier mezcla de lo dulce con agrio es provechosa para nuestras vísceras, porque es suave, las reconforta e impide que se irriten. En general, cualquier cosa que impida la comezón ayuda a que el cuerpo crezca.
Hali, en el lugar antes citado: Cualquier alimento con un sabor dulce tiene una complexión cálida y unas características equilibradas, por lo que relaja, desarrolla y no calienta mucho 796. Todo lo dulzón está formado por elementos acuáticos y aéreos: por tanto, humedece, reblandece y relaja sin calentar. Los alimentos amargos tienen elementos ígneos y terrestres, por lo que limpian los conductos, eliminan los tapones, limpian, deshacen las grasas y calientan un poco. Por otro lado, lo salado tiene elementos terrestres, cálidos y secos, aunque no ígneos, por lo que limpia y constriñe sin calentar mucho. Cualquier alimento picante acumula en su seno el fuerte calor de los elementos ígneos, por lo que reduce la densidad, limpia y abrasa. Todo lo acre es desagradable, áspero, frío y terroso, de tal forma que condensa los fluidos y obstaculiza las vías circulatorias, expulsa y condensa, ya que enfría y reseca. Por último, todo alimento de sabor agrio tiene una complexión fría y ligera, lo cual provoca que aligere, corte y abra los posibles tapones; además, limpia las vías circulatorias, enfría el cuerpo y reseca y expulsa.
Capítulo 65: Más de lo mismo
Dulce Razi, en su Almanzor, 3ª parte: Los alimentos con sabor dulce tienen una complexión cálida, aunque no mucho, y quien consuma cosas dulces con frecuencia tendrá una abundancia de cólera y sangre, por lo que será habitual que padezca obstrucciones y acumulación de flema en el hígado y en el bazo, hecho que provoca diarreas y reblandece el estómago. Sin embargo, es beneficioso para el pecho y los pulmones; además aumenta el tamaño del cuerpo y engorda; contribuye también a la producción de esperma.
Ácido Lo ácido es frío, aunque tampoco en exceso. Rebaja la sangre y la cólera y estriñe, si el estómago y los intestinos estuvieran limpios; si hubiera en ellos un exceso de flema, enfría el flujo del vientre y el cuerpo y pone trabas a la digestión, en particular en el hígado. Es perjudicial para los nervios y los órganos compuestos por nervios, reseca el cuerpo y aumenta el apetito.
[Lo dulzón] Lo dulzón reblandece el estómago, produce flujo de vientre y produce sensación de saciedad antes de que uno haya ingerido todos los alimentos que necesitara. Calienta mucho los cuerpos de aquellos que padecen fiebres o tienen un hígado o estómago calientes; además, humedece el cuerpo y reblandece la flema, aunque aumenta su cantidad. También embota nuestros pensamientos y provoca sueño.
Acre Lo acre enfría el cuerpo, lo reseca y disminuye la sangre y la carne, si alguien consumiera muchos alimentos con este sabor. También reconforta el estómago y muchas veces estriñe; produce además sangre melancólica.
Amargo Lo amargo calienta y seca con gran fuerza; abrasa y echa a perder rápidamente la sangre. También aumenta la proporción de cólera en sangre.
Ácido Lo ácido calienta e inflama mucho más el cuerpo que lo amargo; endurece la sangre, aunque antes bien la transforma en cólera y después en melancolía.
[Lo insípido] Lo insípido es lo que más alimenta, ya que se encuentra muy cerca del equilibrio: algunos alimentos insípidos calientan con moderación y [col 347] otros enfrían con moderación. Si le acompañara mucha humedad, humedecería; si le acompañaran muchas partículas secas, resecaría.
Estas son las consecuencias de los sabores cuando uno de ellos fuera el mayoritario en un determinado alimento; en el caso de que dos sabores dominaran por igual, sus efectos serán una consecuencia de una mezcla equilibrada de ambos.
Capítulo 66: Los efectos del calor y el frío en el sabor
Los niveles de calor, frío, humedad y sequedad que acabamos de señalar no tienen una presencia uniforme de acuerdo a una misma escala en todos los alimentos con sabor, sino que algunos tienen una cantidad equilibrada de calor y frío y presentan un desequilibrio entre su humedad y sequedad, mientras que en otros es al revés. Otros alimentos tienen una cantidad diferente de cada elemento distinta de todos los demás, aunque a su manera.
Cualquier alimento que tenga un sabor agradable está compuesto por los cuatro elementos. Los alimentos agrios y acres están compuestos por una medida equivalente de frío, si bien los acres son densos y están compuestos por elementos terrestres mientras que los agrios son ligeros y están compuestos de agua. Comprueba que el sabor acre está compuesto por elementos terrestres Esto se demuestra de dos maneras: mediante nuestras propias sensaciones y por comparación. En primer lugar, a partir de nuestras propias sensaciones podemos comprobar que todas las frutas tienen un sabor acre, desagradable y seco al principio, mas similares a la naturaleza de su árbol; en cambio, después se van humedeciendo y entonces son agrios; desde ahí, poco a poco van cambiando hasta que completan su crecimiento, maduran y se vuelven dulces. Algunos, de hecho, pasan a ser dulces sin llegar a ser agrios, como los dátiles, los frutos dulces y las aceitunas. Los frutos alcanzan su maduración mediante el calor, que procede del Sol. Así pues, como los superiores —es decir, acre, desagradable y áspero— son fríos y densos, es evidente que el hecho de convertirse en agrios se debe a la acción del calor del Sol, que reduce esa densidad.
Por comparación se demuestra lo mismo, ya que la velocidad de difusión por el cuerpo de lo acre y lo agrio es lenta, y su principal efecto en un cuerpo consiste en condensar y aglutinar: esto es una muestra de su propia densidad y frialdad, ya es propio del frío condensar, mientras que es propio de lo denso difundirse lentamente. Lo agrio, no obstante, se difunde con mayor velocidad por el cuerpo y penetra a mayor profundidad, hecho que es un síntoma de su ligereza, sobre todo porque lo agrio se genera gracias a una débil acción del calor, que no llegó a madurar ni a alterar aquello donde se encontraba este sabor. Para saber más sobre esta enfermedad, consulta Celso, lib. 2, cap. 3 Algo semejante sucede en un banquete: cuando el calor del estómago no puede digerir la comida en su totalidad, la amarga797. Si el calor del estómago es tan débil que no puede digerir nada, ni podrá cambiar la naturaleza de la comida ni tampoco se amargará, tal y como sucede en linteria. Además, podemos ver que la leche, el vino ligero y otros líquidos semejantes, si hace mucho frío, no se agrian, pero si dejan en un lugar donde hace calor se agrian: así pues, no es posible encontrar algo agrio cuando hace mucho frío, ya que su aparición se debe al calor; de la misma manera, tampoco podemos encontrar medicinas de sabor agrio con elementos donde domine el frío. Esto es de nuevo una prueba de que lo acre y áspero es denso y está compuesto por partículas terrestres mientras que lo amargo es ligero y acuoso.
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