Concepto de medio ambiente en la obra de vicente de beauvais

Capítulo 28: Los diversos tipos de fuentes

Extracto del libro “La naturaleza del mundo”: Las fuentes arrastran consigo el sabor, las propiedades y el color de las ocultas entrañas de la tierra, donde tienen su origen. Así pues, cuando afirman que la fuente del paraíso⁶⁹⁵ se divide en cuatro ríos para regar la tierra, esos cuatro ríos tienen aguas frías o cálidas, según las características de la tierra, o también ardientes, si discurren por una tierra con sulfuro.

Vitruvio, en la obra antes citada⁶⁹⁶: Existen algunas fuentes calientes de las que brota una agua de inmejorable sabor; también hay fuentes en los campos de Ardea⁶⁹⁷ que suelen recibir el nombre de “sulfurosas” y que, aunque estén frías, parecen hervir, porque las aguas, al caer desde tan alto sobre un lugar ardiente y chocar contra el fuego —dos elementos opuestos—, dan pie a que se formen una gran corriente de aire que hincha las aguas y las obliga con su fuerza a salir por la fuente como si estuvieran hirviendo.

Toda agua caliente es medicinal porque al cruzar hirviendo otros lugares adquieren parte de sus propiedades. Las fuentes en tierras sulfurosas curan los nervios, las de tierras con alumbre a los paralíticos En efecto, las aguas sulfurosas reconstituyen el cuerpo agotado por los padecimientos nerviosos debido a que calientan y queman los humores perjudiciales del cuerpo, mientras que las aguas con alumbre, cuando descubren algún miembro del cuerpo perjudicado por una parálisis o alguna otra enfermedad, favorecen su recuperación al promover que las partes del cuerpo afectadas se enfríen despejando las venas con su fuerza contraria al calor. Las aguas asfálticas, por su parte, suelen recuperar el cuerpo de sus problemas interiores al actuar como purgantes. Respecto a las aguas frías, el agua nitrosa, al beberla y cruzar los intestinos, purga el cuerpo y reduce la hinchazón en los ganglios del cuello⁶⁹⁸.

Fuentes perniciosas Donde se extrae oro, plata, bronce, plomo y demás metales, se suelen encontrar abundantes fuentes, si bien extremadamente perjudiciales. El río Hímeras, en su discurrir desde la fuente, se divide en dos ramas: la primera, que cruza unas tierras muy dulces, es extremadamente dulce, mientras que la otra rama cruza tierras donde se extrae sal y está muy salada, pero hay más lugares donde ríos, lagos y fuentes cruzan salinas y necesariamente sus aguas se vuelven saladas. Otros, en cambio, se mueven por conductos a través de tierras grasosas y cuando brotan en una fuente parecen estar mezclados con un aceite, de tal manera que sus aguas embadurnan a quienes allí se bañen o laven las ropas. También existen en Italia y en otros lugares algunas fuentes de agua ácida, que deshacen los cálculos que se estuvieran formando en la vejiga. Asimismo, existen fuentes que parecen estar mezcladas con vino, como una fuente de Paflagonia donde los que beben de ella se emborrachan; en cambio, en Arcadia hay una ciudad, Clitor, en cuyos campos hay una cueva de donde surge agua y quienes la beben se tornan abstemios.

[col325] Capítulo 29: Los cambios de algunas fuentes

Fuente Job Isidoro, en la obra antes citada⁶⁹⁹: Según se cuenta, la fuente Job en Idumea cambia cuatro veces de color: cada tres meses en un mismo año es marrón, rojiza, verde o transparente. La fuente Siloe al pie del monte Sión no siempre tiene agua sino que brota en determinados días y horas. En Judea hay un río que todos los sábados se secaba.

San Agustín, La ciudad de Dios, lib. 21: Se dice que en el país de los garamantes hay una fuente que de día está tan fría que no puede ni beberse, pero que de noche está tan caliente que no se puede ni tocar.

Séneca, en la obra antes citada⁷⁰⁰: Así pues, tal como la sangre brota de una vena cortada durante un tiempo hasta que salga toda del cuerpo, se tapone la herida o por cualquier otra causa la sangre se retire, también así los arroyos o los ríos fluyen por las venas abiertas y despejadas de la tierra. Llegado el momento, el agua se puede acabar, algún obstáculo puede cerrarle el paso o bien entra la tierra y tapona lo que antes era el camino como si fuera un cicatriz.

¿Por qué algunas fuentes tienen agua durante seis horas y las siguientes seis horas están secas? Igualmente, también se observa en algunos ríos que algunos meses tienen un gran caudal y otros meses uno mínimo. ¿Y cómo mantiene la fiebre cuartana⁷⁰¹ su regularidad y la gota aparece a su debido momento? ¿Cómo la menstruación, si nada lo impide, guarda el periodo escogido y un parto está preparado para el día que toca? También las aguas tienen sus periodos, en los que se retiran y vuelven: algunos de estos intervalos son más reducidos y, por ello, mejor observables; otros en cambio son mayores, pero no por ello menos seguros. ¿No te parece fantástico ver cómo el universo camina organizado y la naturaleza sigue su curso? El invierno nunca se pierde por el camino, el verano siempre nos calienta en su debido momento. Tanto el solsticio como el del equinoccio vuelven en su día.

De la misma manera que nuestro cuerpo no está compuesto únicamente de sangre sino que también contiene muchos humores, algunos necesarios, otros corruptos y algo más densos —como la médula de los huesos, los mocos, la saliva y las lágrimas en la cabeza o el añadido a las articulaciones que les permite moverse más rápido al resbalar—, también la tierra está compuesta por muchos tipos de humores: algunos se endurecen rápidamente —de ahí surgen los metales, como el oro y la plata que codicia la avaricia—, y otros se convierten de líquidos en piedra; en algún caso, tierra y humor se pudren y aparece el betún y el resto de materiales semejantes. Además, al igual que en nuestro cuerpo, en la tierra los humores pueden también adquirir defectos, cuando se dice que un golpe, un estremecimiento del lugar, un agotamiento, el frío o el calor ha echado a perder su naturaleza.