Entendemos que un reparto de los fondos que provienen de la Unión Europea como el que acabo de citarles, unido a una serie de medidas económicas y presupuestarias que pueden implementar tanto el Gobierno de la nación como los respectivos Gobiernos autonómicos -que a continuación les citaré- resultaría determinante para revertir la evolución demográfica de nuestros territorios. Entre estas medidas que únicamente requieren de la voluntad política necesaria de nuestros gobernantes -quienes con sus buenas palabras, pero sin hechos, respaldan nuestras reivindicaciones- les citaré las más relevantes a nuestro juicio.
Incremento de las partidas económicas destinadas a nuestras zonas en los Presupuestos Generales del Estado y en los presupuestos de la comunidad autónoma con el objetivo de equipararlas, en infraestructuras y servicios, al resto de las que componen el Estado español, y evitar así una injusta discriminación. Tratamiento fiscal diferenciador y positivo, con bonificaciones del 50% en el IRPF y en el impuesto sobre sociedades para empresas establecidas en nuestros territorios. Legislación sobre la responsabilidad social corporativa de las empresas, favoreciendo la deslocalización e incentivando en las zonas de montaña la inversión privada de aquellas empresas que opten por la apertura de nuevos centros de trabajo. Una seria y definitiva voluntad de todas las Administraciones Públicas de reducir las trabas burocráticas que tan perniciosamente influyen en las zonas desfavorecidas o de montaña. Legislación con un tratamiento discriminatorio positivo que permita la ejecución de las inversiones públicas que se desarrollan en nuestras provincias con empresas del territorio o, al menos, con empresas que generen un impacto económico positivo en el mismo, limitando, al mismo tiempo, el número de sus contrataciones posibles a las previstas en la ley. La necesaria información, difusión y sensibilización de la población en general de que nuestro país no puede permitirse la pérdida vertiginosa de población en los municipios de montaña, ni de estas últimas generaciones de empresarios que seguimos apostando por invertir en el medio rural y en activos que cada día valen menos y con un futuro incierto para nuestros hijos.
Conclusiones. Permítanme que finalice mi intervención dejando constancia de una muy importante apreciación. La demanda que planteamos, tanto aquí como en todos nuestros trabajos y en los foros en los que participamos con el objetivo de lograr una dotación económica específica y concreta para nuestras provincias y las zonas de montaña, no tiene en absoluto la finalidad de concebirnos como agentes administradores de esos fondos ni como únicos y exclusivos actores protagonistas. Conviene dejar constancia de este hecho, ya que si bien tenemos el reconocimiento de la propia Constitución como agentes sociales, y por tanto como interlocutores perfectamente válidos para canalizar demandas y proyectos como el que nos acontece, no tenemos mayor pretensión que trabajar por nuestras provincias y sus gentes y por nuestros empresarios y trabajadores, por lo que este proyecto no es en absoluto excluyente de ningún otro agente o entidad pública o privada que esté dispuesta a compartir nuestros objetivos y estrategia. Dicho esto, no quiero dejar de recordar –acabo ya- el alto grado de generosidad y solidaridad que históricamente han tenido nuestros territorios de montaña con el resto de España, aportando y, por tanto, siendo emisores netos de una gran cantidad de recursos económicos y humanos. En consecuencia, entendemos que es justo que en un momento tan crítico como el que estamos atravesando, el resto de España tenga a bien considerar la devolución de una parte del trato que siempre hemos merecido, aún más si cabe en un periodo venidero en el que corresponderá el reparto de los fondos estructurales y la inversión europea para el periodo 2020-2026, en el que por primera vez España pasará a ser contribuyente neto respecto a estos fondos. Con el reconocimiento que aquí exponemos, y para nuestros territorios, se podría conseguir que una parte de estos fondos retornara a nuestro Estado para beneficio de la España del interior.
Termino como empecé, haciéndoles a sus señorías la pregunta que más nos preocupa a los habitantes y empresarios de las zonas rurales y de montaña. Europa ha hecho sus deberes, ¿y España?
Espero, de verdad, que sus partidos políticos, sea a través de ustedes o de quien haya de cubrir sus puestos en lo venidero, no olviden cumplir y hacer cumplir las premisas principales de las que les acabo de hablar. Son claves para la supervivencia de gentes en todas esas zonas, que están percibiendo ya hace mucho que ha llegado la hora de la verdad, de dirigir la mirada hacia las zonas de montaña y despobladas.
Muchas gracias, señorías.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
Pasamos al turno de portavoces. Por el Grupo Parlamentario de Convergència i Unió, tiene la palabra la senadora Rivero.
La señora RIVERO SEGALÀS: Muchísimas gracias, en primer lugar, por comparecer ante esta comisión. En tanto que asociación empresarial, entiendo que es de una comarca de una de estas provincias, es decir, no representa a las tres provincias.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN EMPRESARIAL GÚDAR JAVALAMBRE (Escuder Narbón): Sí.
La señora RIVERO SEGALÀS: De acuerdo. Más valor todavía.
Yo soy de una zona de montaña y es cierto que cuesta. Venimos de una sociedad que era autosuficiente, un poco individualista, y los proyectos colectivos cuestan muchísimo. Si además le sumas que los proyectos para con zonas vecinas, debido a falta de comunicaciones, también han sido históricamente difíciles, resulta que encontrar asociaciones es complicado -hablo de mi zona-. En consecuencia, felicidades por haberse organizado en una asociación, en una comarca, y por el hecho de ser empresarios y emprendedores en una zona de alta montaña. Sé perfectamente que eso tiene un valor añadido al de ser solo empresario o emprendedor. Ser empresario o emprendedor en una zona de alta montaña implica aquello de que el valor ya se les supone.
En cualquier caso, comparto el resumen de las políticas y las reclamaciones que usted hacía en la parte de conclusiones, aunque es cierto que me gustaría matizar. Más allá de que haya subvenciones para zonas de montaña y de que se tenga en cuenta la generosidad de estas con las zonas urbanas -la hemos tenido históricamente no solo en aportación medioambiental, sino en recursos hídricos, luz, madera, etcétera-, más allá de plantearlo como una aportación económica, creo que deberíamos tener muy claro que tendría que haber un conocimiento de estas zonas y aplicar estas partidas económicas a proyectos que realmente sean necesarios.
Lo digo porque me parece un poco peligroso hablar solo de aportación económica como tal sin tener muy claro el objetivo, porque yo he asistido en mi zona a alguna inversiones faraónicas, de las cuales la cantidad económica era un regalo de los dioses, pero al final no se aplicaron de forma equilibrada en el territorio y han sido pan para hoy y hambre para mañana. Entonces, sí a aportaciones económicas, sí a tener en cuenta esta generosidad de estas zonas para con el resto, pero sobre todo, cuando hablamos de inversiones económicas, no desde el complejo de decir que durante un tiempo históricamente hemos estado maltratados y ahora queremos dinero. No, queremos dinero para esto, esto, esto y esto, para tener oportunidades.
Aquí podríamos hablar, por ejemplo, de las viabilidades invernales o del tratamiento de la nieve, que parece que en muchos casos se tiene que ir haciendo como si fuera una cosa puntual que va pasando cada año, cuando es un hecho estructural de la montaña que tendríamos que tener resuelto per se. Hablo de esto por poner un ejemplo. Me da mucho miedo no acotar hacia dónde queremos ir, porque hablar de que hemos estado maltratados respecto de otras zonas pudiera parecer que queremos modelos parecidos a otras zonas, y yo creo que en las zonas de montaña debemos tener nuestro propio modelo para no morirnos de éxito. Tenemos recursos naturales, una capacidad de población, y creo que debemos encontrar el equilibrio para ser sostenibles, para –yo siempre digo que sin proyecto económico no hay proyecto social– que podamos tener la oportunidad de estar ahí, pero siempre desde la cultura, el arraigo a lo que somos, y no perder de vista que esta calidad de vida –usted ha hablado de esta cuestión-, este valor añadido que tiene vivir en una montaña, pasa porque no la desvirtuemos. Este equilibrio -que podría redundar en todo, en zonas de protección o en especies introducidas- entre lo que somos y la oportunidad para seguir estando en el siglo XXI desde la óptica rural, no desde la óptica urbana, creo que es el quid de la cuestión. Por ahí pasa una fiscalidad que sea justa para estas zonas o una legislación que no atente al sentido común y que permita que se puedan plantear explotaciones y pequeños negocios familiares. Yo creo que pasa un poquito por ahí. Solo quería hacer este matiz.
Ha hablado usted de turismo y de definir un transporte que pudiera acercar turistas a su zona. Quisiera preguntarle –perdóneme el desconocimiento- sobre qué recursos turísticos tiene exactamente su zona, cuáles de estos recursos son los productos estrella y qué porcentaje de su comarca vive directa o indirectamente del turismo.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora.
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el senador Arrufat.
El señor ARRUFAT GASCÓN: Gracias, presidente.
En primer lugar, quiero felicitarle por la participación y, sobre todo, por el trabajo que vienen desarrollando las asociaciones empresariales en pro de la defensa no solamente de sus derechos, sino de los puestos de trabajo presentes y futuros. Asimismo, quiero agradecerle, como representante de esta asociación empresarial, la capacidad que tienen para crear empleo, algo tan importante en estos momentos, sobre todo en los territorios despoblados.
Antes de formular mis preguntas quisiera situaros brevemente sobre una cuestión desde el punto de vista empresarial. La dinámica de los últimos años por parte del Gobierno, eso de que España va mal, ha traído consecuencias como la disminución de la adquisición de bienes y servicios y una mayor precariedad laboral, lo que ha originado, a su vez, el cierre de empresas, y las que existen tienen una serie de problemas muy graves, hasta el punto de que tienen que compensar las pérdidas que se han suscitado durante los últimos años. Al margen de esto –no sé si lo compartirá usted o no–, estamos en una situación en que la gente joven, por la situación global, no entra en la dinámica de crear empresas, y la gente que peina canas ya está pensando más en pagar las deudas que en seguir ampliando su actividad económica. Además, la deslocalización de las empresas medianas y pequeñas que están en las zonas rurales trae consigo una falta de competitividad en relación con las empresas que están en los grandes núcleos de población.
Oímos que la economía empieza a ir bien. Bueno, irá bien para algunas empresas, por supuesto para las que estén colocadas en sitios estratégicos, cerca de los puertos, y tengan una estructura con una dimensión suficiente como para poder tener una exportación potente, etcétera.
Usted ha hecho referencia también a que uno de los temas más graves que hay es que los activos de las empresas valen muy poco o no valen nada. Esta es la situación que tenemos. Por lo tanto, le voy a hacer 2 preguntas.
Primero, como empresario, ¿cómo ve el futuro en los territorios rurales despoblados si no se aplican políticas de Estado? Y hablo con contundencia: políticas de Estado. No sirven medias tintas. Usted hacía referencia también en su intervención a que los territorios rurales fueron los que aportaron –y lo decía también la senadora Rivero– no solo mano de obra, sino también recursos económicos durante los años sesenta y setenta, con el ahorro que tenían dentro del despliegue económico español. Con lo cual, no defendemos más que una compensación. Repito: sin políticas de Estado, ¿cómo ve usted el futuro?
Segundo. Usted ha hecho referencia, dentro del trabajo que hacen las 3 confederaciones empresariales -Soria, Teruel y Cuenca-, a la revisión de los fondos europeos en el año 2016. Yo creo que el 2020 es tarde. ¿Cómo ven esto ustedes y cómo ven la delimitación de las zonas de actuación en cuanto a su demarcación, los famosos NUT? Sabe usted que estamos un poco vinculados a los NUT de comunidades autónomas, y a lo mejor habría que pelear por NUT más pequeños, por ejemplo de dimensión equivalente a la provincia. ¿Cómo lo ve usted con la experiencia que tiene, por las visitas que ha hecho a Bruselas y con el trabajo profesional que está colaborando con ustedes?
El señor PRESIDENTE: Gracias, senador.
Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la senadora García Romero.
La señora GARCÍA ROMERO: Muchas gracias, presidente, y muchas gracias también a don Juan Carlos Escuder por sus aportaciones y por estar con nosotros en esta comisión específica y especial para abordar los problemas de las zonas de alta montaña y la despoblación. Quiero darle la bienvenida y decirle que, como ya le han comentado mis compañeros, sus aportaciones serán tenidas en cuenta en el dictamen de esta comisión.
Comenzaba Juan Carlos igual que terminaba, con una pregunta, diciendo que Europa ha hecho sus deberes en esta materia y que ahora le corresponde a España. Bueno, su pregunta era si España los va a hacer tal y como lo ha hecho Europa.
Las 3 organizaciones de empresarios, la de Cuenca -que conozco porque soy conquense-, junto con la de Teruel y la de Soria, han presentado un proyecto y la respuesta de las administraciones ha sido positiva, es decir, tuvieron unanimidad en el Congreso de los Diputados el 3 de julio de 2014, como decía con anterioridad, y ahora contamos con su representación y con el privilegio de que nos pueda exponer el proyecto que han presentado. Las 3 asociaciones representan a las provincias más despobladas de las 52 que tenemos en el conjunto del Estado español -si incluimos a Ceuta y Melilla-, y yo le quiero responder que España ya está haciendo sus deberes y que han ido al sitio donde tenían que ir, a las Cortes Españolas, al Congreso y al Senado. Por tanto, la respuesta es sí.
¿Por qué le digo todo esto? Porque esta comisión específica sí ha dirigido concretamente la mirada a esas zonas de alta montaña, que tienen una diferenciación con las zonas de montaña de determinadas provincias, y sí que ha hecho un estudio especial de esa problemática, de esas cuestiones que nos preocupan a todos los senadores, para ver cómo podemos abordar y cómo podemos aportar soluciones para minimizar, en definitiva, esta cuestión. Eso es lo que estamos haciendo en esta comisión.
Ha dicho que las aportaciones que han hecho con ese proyecto de las 3 asociaciones de empresarios son extrapolables no solo a las provincias objeto del proyecto, sino también al resto. A partir de ahí, quiero quedarme con las conclusiones que nos ha manifestado, como la reducción de trabas burocráticas o la sensibilización a la población en general en el sentido de que estas zonas de montaña deben tener determinados privilegios.
Le reitero mi agradecimiento por el enriquecimiento que van a suponer sus aportaciones. Tendremos en cuenta aquellas que sirvan para cumplir el objeto de esta comisión.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, senadora.
Para contestar a estas preguntas y hacer las matizaciones que crea oportunas, tiene usted la palabra.
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN EMPRESARIAL GÚDAR-JAVALAMBRE (Escuder Narbón). Quiero contestar en primer lugar a la señora Rivero.
Yo vengo de una comarca que está dentro de la provincia de Teruel y que tiene una densidad de población de 3,2 habitantes. En los últimos dos años hemos perdido un 8% de población, aunque estamos en una zona supuestamente privilegiada de la provincia de Teruel porque tenemos recursos turísticos, como las estaciones de esquí de Javalambre y Valdelinares. No son estaciones como las del Pirineo, masificadas; es otra cosa, más pequeñitas, de andar por casa. Tenemos un gran patrimonio cultural y paisajístico. Nuestro territorio está cubierto en un 87% de su extensión por bosques. Además, contamos con unos recursos en cuanto a productos alimenticios de primer orden a nivel mundial. Hoy en día somos la zona productora de trufa más grande que hay en el mundo, la zona de Sarrión. Producimos alrededor del 60% de la producción mundial de Tuber melanosporum, pero tenemos un grave problema: nuestra población está tan envejecida que incluso tenemos problemas para poder captar a gente. En estos años en que ha habido crecimiento en España aumentamos en población, pero al final hemos perdido. Teruel ha perdido -ahora contesto a nivel provincial- un 30% de sus empresas, 15 000 trabajadores, más de un 30% de su población activa. Es una situación muy complicada para empresas muy pequeñitas, con poco pulmón financiero. Hemos visto caer a muchos compañeros, y eso es muy duro, porque somos muy pequeños, somos empresas de 1, 2, 3, 4 o 5 trabajadores. Cuando hay empresas con 50 trabajadores es como la Ford o la Opel en Zaragoza. Sí que creemos en el futuro, pero nos preocupa sobre todo este relevo generacional. Nosotros hemos creído, y de hecho en la provincia de Teruel hay una parte muy importante de sector empresarial joven, pero nos preocupa mucho ese relevo, si van a seguir o no nuestros hijos. Y para eso necesitamos estabilidad e inversiones.
En cuanto al planteamiento que me has hecho sobre el tema del dinero económico –hemos dicho dinero económico porque hay que decir algo–, comparto contigo al cien por cien que no queremos grandes proyectos, no queremos megaproyectos, sino proyectos muy pequeños. Pienso que no hay una solución mágica ni para las zonas de montaña ni para nuestras 3 provincias, sino que tendrán que ser muchas y pequeñas soluciones. Y creo que un tema muy importante, por lo menos en zonas como la nuestra, porque ha funcionado muy bien, es el referido a los programas Leader. En nuestra zona tenemos más de 50 proyectos que, por falta de financiación, no hemos podido apoyar. Creo que esas medidas habría que dotarlas económicamente y de una forma mucho más activa. Hay proyectos interesantes, pero tienen que estar bien estudiados para no caer en los errores que ya se cometieron con anterioridad.
En cuanto a las preguntas que me ha hecho Antonio Arrufat sobre el cierre de empresas, la caída de las ventas, el relevo generacional y la falta de conectividad, algo acabo de contestar ahora.
Por lo que se refiere a la caída de las ventas, nos ha hecho mucho daño. Éramos empresas muy pequeñas, e incluso uno de los sectores prioritarios que tenemos en la provincia de Teruel, el sector del jamón, que estaba bastante diversificado con el sector agroalimentario en la provincia de Teruel, ha caído. El sector jamonero de la provincia de Teruel lo ha pasado muy mal. Esperemos que, poco a poco, se vaya recuperando. Es en las zonas de montaña donde, por excelencia, están los secaderos de jamones, y era importante para nosotros.
En cuanto a la falta de conectividad, porque para nosotros es necesario, sí debería haber grandes inversiones. Yo no quiero que me hagan una autopista porque no puede haber un autopista en cada pueblo, pero sí necesitamos un autopista de alta capacidad para poder estar comunicados. Lo que no puede ser es tener un mega porque no nos llega, es que no arranca ni el ordenador. Eso sí que es un problema y es donde, a lo mejor, sí tiene que haber grandes inversiones, en infraestructuras digitales, quizá más que en carreteras. Eso sí me gustaría que se tuviera en cuenta.
¿Cómo vemos el futuro los empresarios de la provincia de Teruel? Lo vemos incierto. Creemos que trabajando hay porvenir, pero solos no seremos capaces de poder generar lo que queremos para esos pueblos tan pequeños. Al final, en la provincia de Teruel –esto puede ser extensible a Soria, Cuenca o a otras zonas de montaña– la cuestión no es mantener las cabeceras de comarca, porque esas no van a caer, pero sí el resto de pueblos pequeños, porque cuando se cierra un pueblo se cierra el bar, se cierra el médico y se cierra la escuela. No tendríamos que estar mirando tanto si tiene que haber 4 alumnos para un profesor donde hay 3, porque en cuanto se cierre la escuela el pueblo se cierra. Para mí es importante esa puntualización.
El futuro también lo vemos negro en las zonas rurales por esa megaconcentración que ha habido en la banca. Entended muy bien que a las ciudades les ha ido muy bien, pero en las zonas rurales necesitamos que sigan existiendo las cooperativas de crédito. En mi provincia hemos contado con la Caja Rural de Teruel, y sobre ella nosotros, los empresarios, tenemos una frase: Menos mal que ha estado la rural porque, si no, no hubiera quedado nada. Esta caja ha llegado a dar –me gustaría decirlo aquí– hasta el 85% del crédito de la provincia de Teruel, a pesar de ser la entidad más pequeña. Esto es importante porque es muy difícil para un señor que va a las mesas de los despachos de Madrid o de cualquier sitio y dice que quiere invertir un millón de euros en Valdelinares. Seguramente el otro le dé a la tecla, vea que tiene 40 habitantes y piense: A este se le ha ido la cabeza. Esto sí debería hacerse a través de las cooperativas de crédito o a través del ICO. Son ayudas que nos pueden llegar y son importantes.
En cuanto a la pregunta sobre la revisión del 2016, estamos ahí, al ladito. A España en esa revisión, por la caída de renta de estos años anteriores, posiblemente le venga un talón de entre 5000 y 6000 millones de euros, según las informaciones que tenemos. Ahí queremos hacer hincapié para que ese dinero fuera a zonas de montaña desfavorecidas y con graves problemas de despoblación.
Otro planteamiento que hacemos es sobre la vertebración de este país y de las comunidades. Sobre esto se ha hablado mucho, pero al final no hemos vertebrado el territorio. Me refiero a la ruptura de los NUT 2 y pasar al NUT 3 y, en algunos casos, a los NUT 4. Con esto podríamos tener programas y partidas económicas específicas e íntegras para esas comarcas o provincias, porque puede haber zonas que constituyan provincias enteras y zonas que puedan ser comarcas enteras. Yo sí apuesto por la reforma en el 2020-2026. Antes no podemos hacerlo, pero sí podemos trabajar antes para conseguirlo y obtener ese reconocimiento de Europa. Seguro que esto lo compartirían todos los españoles porque al final, si hacemos buenas propuestas a Europa, puede retornar parte del dinero que España va a tener que pagar a partir del 2020. Si no, no lo conseguiremos. Para carreteras y planes de infraestructuras como el AVE no nos van a dar más dinero en Europa, y eso nos lo han explicado claramente. Entonces, vamos a utilizar nuestros recursos endógenos y vamos a ver qué es lo que pueden hacer todas las zonas.
¿Hay alguna pregunta más?
El señor PRESIDENTE: ¿Ha terminado?
El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN EMPRESARIAL GÚDAR- JAVALAMBRE (Escuder Narbón): Sí.
El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias por la información que nos ha transmitido. Usted ha ubicado la situación de su comarca dentro del contexto de 3 provincias que no es la primera vez que aparecen en esta comisión, Soria, Teruel y Cuenca. Se ha referido a los dramas territoriales que se producen, fundamentalmente motivados por el envejecimiento de la población, algo que usted ha definido con una frase que he apuntado: Silenciosa y mortal enfermedad.
Muchísimas gracias. Suspendemos brevemente la sesión para despedir a nuestro compareciente. (Pausa).
COMPARECENCIA DEL GERENTE DE LA ASOCIACIÓN FORESTAL DE SORIA (ASFOSO), D. PEDRO AGUSTÍN MEDRANO CEÑA, ANTE LA COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE LAS MEDIDAS A DESARROLLAR PARA EVITAR LA DESPOBLACIÓN DE LAS ZONAS DE MONTAÑA, PARA INFORMAR EN RELACIÓN CON LA MATERIA OBJETO DE ESTUDIO DE LA COMISIÓN.
AUTOR: COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE LAS MEDIDAS A DESARROLLAR PARA EVITAR LA DESPOBLACIÓN DE LAS ZONAS DE MONTAÑA.
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