El Creador siempre dará mas peso a la intención de nuestro corazón, que a la exactitud de nuestra
teología
A los ojos del Creador, un corazón lleno de un sincero deseo de hacer el bien, vale más que una cabeza llena
de grandilocuente teología. Y esto explica el curioso fenómeno que observamos en las escrituras sagradas de
nuestros amados hermanos cristianos.
Este extraño fenómeno, consiste en que el Evangelio presenta a alguien diciendo [o haciendo] algo
sobrenatural y/o maravilloso; a pesar de que, lo que se dice [o se hace], parte de un conocimiento errado [o
“defectuoso”] de la Escritura Hebrea. Citemos algunos ejemplos:
1) El evangelio presente a Jesús (paz sea con él) muriendo de un modo noble y admirable; es decir, recitando
con sus labios las emotivas palabras del salmo 22:1. Como esta escrito: «Cerca de la hora novena, Jesús
clamó a gran voz, diciendo: “Elí, Elí, ¿lama sabactani?” Esto es- “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
desamparado?”»- Mateo 27:46.
¿Cual es el problema con este inspirador pasaje evangélico? Pues ninguno... aparte del hecho de que, desde
un punto de vista puramente lingüístico, el pasaje “confunde la gimnasia, con la magnesia”. Es decir, el texto
Hebreo del salmo 22:1, no dice “¿lama SABACTANI?”, sino que dice, “¿lama AZAVTANI?”
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2) Antes de morir de forma sobrenatural (viendo “los cielos abiertos”), el mártir cristiano identificado con el
nombre de “Esteban” aparece reprendiendo al liderato Judío de su época, recordándoles (entre otras cosas)
que Jacob fue enterrado en el campo de sepultura que compró Avraham de mano de los hijos de Hamor, allá
en la ciudad de Siquem.
Como dice la biblia Griega: «Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él, y también nuestros padres; LOS
CUALES FUERON TRASLADADOS A SIQUEM, Y PUESTOS EN EL SEPULCRO QUE A PRECIO DE
DINERO COMPRÓ ABRAHAM DE LOS HIJOS DE HAMOR EN SIQUEM»- Hechos 7:15-16.
De nuevo, ¿cual es el problema con este noble e inspirador pasaje evangélico? Pues ninguno.... aparte del
hecho de que, el campo de sepultura comprado por Avraham, no fue comprado de mano de los hijos de
Hamor, y tampoco fue comprado en Siquem. El campo comprado por Avraham, en realidad fue adquirido de
Efron (hijo de Zohar).
En adición, este campo no estaba localizado en Siquem, sino en Hebrón. Como esta escrito:
«Si tenéis voluntad de que yo sepulte mi muerta de delante de mí, oídme, E INTERCEDED POR MÍ CON
EFRÓN HIJO DE ZOHAR, PARA QUE ME DÉ LA CUEVA DE MACPELA, que tiene al extremo de su
heredad.... DESPUÉS DE ESTO, SEPULTÓ ABRAHAM A SARA SU MUJER EN LA CUEVA DE LA
HEREDAD DE MACPELA AL ORIENTE DE MAMRE, QUE ES HEBRÓN...»- Génesis 23:19.
La realidad es que, el noble mártir Esteban, estaba simplemente confundido; pues quien compró terreno de
mano de los hijos de Hamor, no fue Avraham, sino su nieto Jacob. Como esta escrito: «Y ENTERRARON
EN SIQUEM LOS HUESOS DE JOSÉ, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, EN LA PARTE DEL
CAMPO QUE JACOB COMPRÓ DE LOS HIJOS DE HAMOR, PADRE DE SIQUEM...»- Josué 24:32.
3) El Evangelio de Mateo afirma que, por medio de la traición de Judas Iscariote, Jesús cumplió
milagrosamente lo que con siglos de anterioridad había sido predicho por el profeta Jeremías- que "el amado"
sería vendido por treinta piezas de plata, las cuales serían luego utilizadas para adquirir un campo de
sepultura.
Como esta escrito: «ASÍ SE CUMPLIÓ LO DICHO POR EL PROFETA JEREMÍAS, CUANDO DIJO: Y
TOMARON LAS TREINTA PIEZAS DE PLATA, PRECIO DEL APRECIADO, SEGÚN PRECIO PUESTO
POR LOS HIJOS DE ISRAEL; Y LAS DIERON PARA EL CAMPO DEL ALFARERO, COMO ME
ORDENÓ EL SEÑOR»- Mateo 27:9-10.
De nuevo, ¿que problema hay con este emocionante pasaje? Pues en realidad ninguno... aparte del hecho de
que, el profeta Jeremías, nunca dijo nada de lo que el evangelio le atribuye. Quien dijo algo similar [pero no
idéntico], fue el profeta Zacarías, quien es citado diciendo:
«Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y PESARON POR MI SALARIO
TREINTA PIEZAS DE PLATA. Y me dijo Yah- “Échalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han
apreciado!”. Y tomé las treinta piezas de plata, Y LAS ECHÉ EN LA CASA DE YAH, AL TESORO»-
Zacarías 11:12-13.
4) El Evangelio presenta al Nazareno (paz sea con él) enfrentando con poder y gallardía el destino para el
cual había sido [alegadamente] enviado a este Mundo. Como esta escrito:
«HE AQUÍ, ECHO FUERA DEMONIOS Y HAGO CURACIONES hoy y mañana, y al tercer día termino
mi obra. SIN EMBARGO, ES NECESARIO QUE HOY Y MAÑANA Y PASADO MAÑANA SIGA MI
CAMINO; PORQUE NO ES POSIBLE QUE UN PROFETA MUERA FUERA DE JERUSALÉN» Lucas
13:32-33.
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¿Que problema hay con los milagros y las curaciones? ¿Que mal puede haber con que, al igual que sucedió
con todos los otros profetas, Jesús deseara morir en Jerusalén? Pues la realidad es que no hay mal alguno...
aparte del hecho de que es completamente falso que un profeta no pueda morir fuera de “Jebus” (o
“Jerusalén”).
Es decir, tanto Avraham, como Isaac y Jacob, fueron en efecto profetas; y, a pesar de ello, murieron fuera de
Jerusalén. De hecho, el mayor de todos los profetas (el profeta Moisés) también murió fuera de Jerusalén.
Como esta escrito: «Y MURIÓ ALLÍ MOISÉS siervo de Yah, EN LA TIERRA DE MOAB, conforme al
dicho de Yah»- Deut. 34:5..
5) El santo evangelio, hace una grande y poderosa revelación: que, el sacrificio del cordero pascual, hecho
por los Israelitas en Egipto, tenía el propósito de prefigurar el sacrificio expiatorio del Galileo, quien no
solamente habría de morir para redimir a cada Israelita, sino a toda la humanidad.
Como esta escrito: «Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
PORQUE NUESTRA PASCUA, QUE ES CRISTO, YA FUE SACRIFICADA POR NOSOTROS»- 1
Corintios 5:7.
¿Y cual es el problema con expiar los pecados de todo Israel durante la fiesta de la Pascua? Pues ninguno....
aparte del hecho de que, el sacrificio pascual efectuado en Egipto, no tuvo el propósito de expiar el pecado de
nadie, sino salvar de la muerte al primogénito de cada familia Hebrea.
Es que, si los hebreos tenían un sacrificio donde se expiaban todos los pecados de Israel, tal sacrificio no era
La Pascua, sino “Yom Kippur” (es decir, el Gran día de la expiación). Como esta escrito:
«Y HARÁ LA EXPIACIÓN por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por
el altar, por los sacerdotes y POR TODO EL PUEBLO DE LA CONGREGACIÓN. Y ESTO TENDRÉIS
COMO ESTATUTO PERPETUO, PARA HACER EXPIACIÓN UNA VEZ AL AÑO POR TODOS LOS
PECADOS DE ISRAEL»- Levítico 16:33-34.
Y, durante esta fiesta de Yom Kippur, el animal que sellaba el proceso de expiación nacional, no era el
cordero [que era sacrificado], sino el macho cabrio [que vivía, siendo enviado al desierto]. Como esta escrito:
«y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del MACHO CABRÍO VIVO, Y CONFESARÁ SOBRE ÉL
TODAS LAS INIQUIDADES DE LOS HIJOS DE ISRAEL, TODAS SUS REBELIONES Y TODOS SUS
PECADOS, PONIÉNDOLOS ASÍ SOBRE LA CABEZA DEL MACHO CABRÍO, y lo enviará al desierto
por mano de un hombre destinado para esto. Y AQUEL MACHO CABRÍO LLEVARÁ SOBRE SÍ TODAS
LAS INIQUIDADES DE ELLOS a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto»- Levítico
16:21-22.
En resumen, el “Brit Hadasha” (el “Nuevo Pacto”, o “Nuevo Testamento”) contiene relatos fascinantes;
dichos y hechos tan emocionalmente arrolladores, que podrían cautivar y/o transformar el corazón mas
empedernido.
Pero, los autores del evangelio, a menudo exhiben un desconocimiento craso de la Escritura Hebrea, así
como un pobre entendimiento de las verdades Divinas en ella reveladas.
Y, si por medio de los milagros y los prodigios, el Creador aparenta respaldar la predica cristiana, esto no
significa en ninguna manera que tal cosa represente un endoso divino a la pobre y descuidada teología
cristiana, sino que es en cambio el producto de la gracia que extiende Dios a todo ser humano.
De hecho, el que los milagros y los prodigios no son garantía alguna de que la persona cuente con el favor
Divino, es una verdad tan grande e innegable, que el mismo evangelio la confirma, cuando pone en boca del
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Galileo las siguientes palabras:
«Muchos me dirán en aquel día: “SEÑOR, SEÑOR, ¿NO PROFETIZAMOS EN TU NOMBRE, Y EN TU
NOMBRE ECHAMOS FUERA DEMONIOS, Y EN TU NOMBRE HICIMOS MUCHOS MILAGROS?”. Y
entonces les declararé: “NUNCA OS CONOCÍ; APARTAOS DE MÍ, HACEDORES DE MALDAD”»-
Mateo 7:22-23.
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