¨al que vive y permanece para siempre”


CAPÍTULO 22 DEL SIGLO DIECIOCHO A LA PRESENTE FECHA D.C



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CAPÍTULO 22

DEL SIGLO DIECIOCHO A LA PRESENTE FECHA D.C.

EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS ALGUNOS SE APARTARÁN DE LA FE
Quienes se hayan familiarizado con la historia del Antiguo Testamento, cuando la Iglesia se denominaba Israel, repetidamente se apartaron y de qué manera lo hicieron apartándose de la justicia en tiempos de paz y prosperidad, pero cuando Dios les castigaba con enfermedad, sequía y derrotas en batalla, ellos se volvían hacia Él en sumisión y obediencia esto fue cierto entonces, y aún lo es hoy día, que cuando los juicios de Dios son sobre la tierra, el pueblo aprende justicia.
La conducta de Israel frente a Dios en tiempos pasados, nos habla de la historia de generaciones que sucedieron hasta nuestros días. Las persecuciones y la adversidad agitaron a la acción, las mejores cualidades ocultas en los corazones de los electos de Dios, y los trajeron a la acción en humilde sumisión y obediencia. De esa manera vemos cómo la Iglesia pasó a través de los años de persecución durante su experiencia en el desierto, el pueblo se mantuvo pío, fiel y devoto.
Como hemos entrado cuando la “Tierra ayudó a la mujer” y los verdaderos seguidores de Cristo vinieron a América en donde ellos pudieron adorar a Dios de acuerdo con los dictados de sus conciencias, llenos con Santo Fevor, estos humildes siervos de Dios fundaron congregaciones de hombres y mujeres piadosos reteniendo el nombre bíblico, y la verdadera doctrina, guardando los Mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Es penoso, como se quiera que algunos de entre los más antiguos de estas congregaciones que aún se encuentras existentes, igual que el Israel de ayer, se apartaron, en algún grado, de las antiguas sendas en las que sus antepasados caminaron. Por ese tiempo ellos mantuvieron la verdad del sábado y del Bautismo, estas ciertas congregaciones, que no obstante a ello tomaron un evangelio anti-escritural, y otros no menos importantes principios de fe. Tuvieron verdad de la Iglesia establecida en New Port Rhode Island, y un número de otras ciudades del Este, las que ya han sido mencionadas en páginas previas en esta obra, incluyendo a la Iglesia de Shrewsbury, N.J. la cual emigró en cuerpo entero a lo que ahora es Salem, W. Va.
LOS BAUTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
Mientras que los guardadores del sábado en Europa estuvieron bajo el fuego de la persecución, teniendo que viajar de un país a otro ellos fueron humildes y devotos a Dios, confiaron en el Señor para que los condujera y librara siendo constantes y fervientes en la oración, así como fervoroso en el Espíritu. Como se quiera, después que vinieron a América, y después de regocijarse por unos cien años o más, garantizada al principio por el derecho constitucional de William Penn, más tarde extendida a otras colonias, un estado de formalidad en el culto, dependiendo para su seguridad en las leyes del hombre, haciendo a un lado la mano interventora de Dios.
Como consecuencia, algunos empezaron gradualmente a diferir de la primera piedad y amor por la Biblia, y solamente la Biblia para su fe y práctica, y tomaron para sí otro nombre, además que aquel divinamente dado por Dios. En la historia de ellos en América, esto fue poderosamente entre las primeras señales que señalaron su descenso alrededor del mundo.
En los últimos datos de los primeros sabatarianos, quienes más tarde vinieron a ser conocidos como “Bautistas del Séptimo Día” lo encontramos usando el nombre de la “Iglesia de Cristo” y la “Iglesia de Jesucristo”. Vea. Seventh Day Baptist Memorial (Memorial Baptista del Séptimo Día) página 27, Volumen 2.
Frecuentemente ante los hombres: la Iglesia de Dios y la Iglesia de Cristo, fue usado alternadamente. Randolph´s History of Seventh Day Baptist (Historia de Randolph del Séptimo Día Baptista), páginas 11, 12.

En datos últimos encontramos el nombre: Sabatarian Church of Christ (Iglesia Sabatariana de Cristo) y Seventh Day Baptist Church of Christ (Iglesia Sabática de Cristo) más tarde, la palabra “de Cristo” fue quitada y ese pueblo vino a ser conocido como Bautistas del Séptimo Día (Seventh Day Baptist). Id. Página 36, Volumen 2, Pág. 1.


Después que la Iglesia en New Port sostuvo fielmente la verdadera luz muy en alto por poco más de ciento cuarenta y cinco años, cuando obtuvo su cédula en el año 1819, su nombre fue registrado como “La Iglesia Bautista del Séptimo Día de Cristo” (The Seventh Day Baptist Church of Christ).
Damos lo siguiente de la Historia de los Bautistas del séptimo día en América, Volumen 2, página 610: No fue allí por leyes, constitución, cédula o artículos de fe, salvo las Escrituras, las cuales fueron todas consideradas. Hablando de la Iglesia en New Port del Oeste, o la Iglesia en Hopkinton, dice esto en sus páginas más adelante: Allí parece no haber tenido propósito especial, ni haber tenido propósito y nombre especial. Esto fue referido como a la Iglesia Sabatariana en Westerly (1758). En Hopkinton la Iglesia fue conocida como la Iglesia de Hopkinton.
Sesenta y un años más tarde (1880) el nombre “Iglesia de Cristo” fue quitado, y el nombre de “Bautistas del Séptimo Día” retenido, y en una carta de privilegio extendida en aquel año bajo el título de “La Primera Iglesia Bautista del Séptimo Día” por la Legislatura del Estado.
Vemos así como por escalones consecutivos, son suplantados los títulos divinos por nombres mundanales, los que en ninguna manera pueden regocijar si agradar a las Cortes del Cielo. Ya hemos dado previamente un record en donde la Iglesia de Shreusbury, N.J. se llamó así misma la Iglesia de Dios.
El registro de la Iglesia establecida en Shrewsbury, N.J. Sabatariana, principia como sigue: Este es un libro de registros del asiento y procedimientos de la Iglesia de Cristo, guardando los mandamientos de Dios y particularmente el santo día séptimo, con el resto de los Mandamientos de Dios, creyendo y practicando las enseñanzas santas y ordenanzas del Evangelio de Cristo y sus doctrinas. Páginas 11, 12 Randolph´s History of the Seventh Day Baptist (Historia de Randolph del Séptimo Día).
Leemos un último dato: La Iglesia de Cristo en Shrewsbury y Middletown en observación del Santificado Santo Sábado de Dios. Primero convenimos en el décimo tercer día del sexto mes del año 1774. Creemos que una congregación de personas sinceras seguramente pueden decir ser la Iglesia de Dios. Id. Página 20.
Este fue la Iglesia de Shrewsbury la que en el año 1789 emigró a Salem, West Virginia, el pueblo procedente de Shrewsbury fundó la Villa de Nueva Salem. Va. Hoy Salem West Virginia.
Aunque sabemos por los registros ya citados que la Iglesia de Shrewsbury fue denominada “La Iglesia de Cristo” y la Iglesia de Dios (mientras estuvo en New Jersey) es un hecho que cuando la Iglesia fue reorganizada en Salem, fue quitado el nombre bíblico y sus miembros se denominaron así mismos “Los Bautistas del Séptimo Día” nombre que hasta el día presente es sostenido por ellos.
Como sea, esto es un hecho evidente, que todos los miembros de Shrewsbury que se situaron en Salem, nunca aprobaron el separarse del nombre bíblico para nominarse por un nombre otro de la Iglesia, pues al situarse en otras partes del Estado y organizando otros cuerpos sabatarianos, encontramos al final una congregación readoptando el nombre La Iglesia de Cristo. En adición a guardar el sábado y creyendo en el bautismo por inmersión, algunos de sus miembros en esa asamblea observaron otras verdaderas conexas y sostenidas por la Iglesia de Dios a través de los siglos.
Los siguientes estractos nos traerán afuera estos hechos. El lavamiento de pies fue practicado por algunas de las primeras congregaciones del pueblo hoy llamado “Bautistas del Séptimo Día”. El siguiente extracto es tomado como una epístola escrita por la Iglesia de Cristo en Shrewsbury, en 1790 a otra congregación hermana, nosotros transcribimos.
Y ahora queridos hermanos, usaremos la libertad para instruirles en una cosa, y con el anhelo ferviente de recomendarles a su seria y cristiana consideración, y esto es en cuanto al deber de lavarse los pies el uno al otro.
Este es un deber y obra, la que algunos de nosotros hemos tenido en larga consideración, y persuadidos en parte de hemos llegado a la conclusión de ponerlo en práctica desde entonces, esto hace ya algún tiempo, de la manera siguiente: de la manera como en la último cena del Señor, el Anciano, en imitación del Señor, quien tomó una toalla y así mismo se ciñe, luego derrama agua en una palangana y principia a lavar los pies de los discípulos (así lo hace él con sus hermanos, lavándoles los pies) y para él, ellos toman lo mismo, luego de hermanos a hermanos y las hermanas a las hermanas, todos se lavan los pies unos a otros durante la presente asamblea.” P. 15 Randolph´s History of the Seventh Day Baptist.
Esta Práctica del lavamiento de los pies fue continuada por esta Iglesia después de removerse a Salem, W. Va. (antes Virginia) pero, que fue abandonada esa práctica por algún tiempo, probablemente durante la primera mitad del siglo diecinueve... Id. P. 15
Clark, en su historia de los sabatarianos instituye en la página 64: Algunas de estas Iglesias (Oeste Virginia) creían en le lavamientos de los pies el uno al otro, en determinado tiempo, etc..., pero el sábado y el bautismo, son sus principios que los distinguen.
Concerniente a la Pascua o la Cena del Señor, en el final de una asamblea de los primeros sabatarianos en West Virginia, es ilustrativo lo siguiente:
El 21 de marzo de 1853, fue acordado que el servicio de la Comunión debe celebrarse una vez en los doce meses del año “En el día catorce del primer mes judío en el atardecer de la Pascua. Idem. Página 201. El régimen de algunos de los primeros sabatarianos en el Oeste de Virginia, puede entenderse del siguiente, concerniente al South Fork de la Iglesia de Huches River en 1842.
En su esfuerzo por seguir los mandatos de la Ley Mosaica, la carne del marrano, como alimento fue colocada bajo excomunión. La carne del carnero y la grasa de la res, sustituyeron a la carne y grasa del cerdo en la cocina. Algunos pocos de los demás tuvieron por mejor usar el aceite de oliva. Idem. página 203.
Esta Iglesia fue llamada la “Iglesia de Cristo” en sus registros tal como se dan en la página 20 y el cuerpo sabatariano de Lost Creek W. Va. Fue también organizado con el mismo nombre “Iglesia de Cristo” como lo hemos registrado en la página 146 de la misma historia. Otra congregación de primeros sabatarianos se establecieron en el South Fork de Hughes River en West Virginia, en Richie Country, y entre ellos hubo líderes quienes enseñaron a los Sabatarianos conocidos entonces como los Baptistas del Séptimo Día. De estos cristianos está registrado que ellos “Enseñaron la obediencia a la ley ceremonial, y se esforzaron por hacer cumplir a la Iglesia contraria a la fe de la denominación “Baptista del Séptimo Día” abstinencia de ciertas comidas, para el vestido peculiaridad e instaron porque la Iglesia fuera gobernada exclusivamente por ancianos. Idem. página 213.
Los datos que ya citamos nos llenan para justificar el decir que son suficientes para convencer al más escéptico de nuestros lectores, que el Señor no se dejó sin quienes lo testificaron durante los siglos siguientes a la colonización de América; pues doquiera que estos santos de Dios llegaron, ellos llevaron consigo las verdades sostenidas con cariño por la Iglesia de Dios en todas las edades, y desde entonces preservada para nosotros hasta este día.
LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
Entre tanto que ciertas iglesias fueron desarrollándose frías e indiferentes hacia la verdad, hacia el mundo a la deriva; viniendo a ser semejantes a los gentiles que les rodeaban. El Señor estuvo levantando siervos humildes que caminaran en pos de Él y enseñados por el poder del Espíritu Santo. Nuevas Iglesias con sangre y vida nueva fueron traídas a la existencia, por la gracia y poder de Dios.
Un real reavivamiento recorrió el país, espiritualmente. La verdad del sábado, con su rebosamiento de profecía, fue suscitando a hombres y mujeres por todas partes en acción para con Dios.
William Millar un ministro y estudiante instruido en profecías, fue el líder principal en el movimiento de 1835, en el cual se estableció el tiempo de la segunda venida del Señor. Su gran entusiasmo por el regreso de Cristo y un parcial conocimiento de profecías le condujo a creer que el Señor vendría en el año 1844. Desde el año 1835 ya avanzado, este credo agarró fuerza las mentes de los jóvenes y viejos por igual. Millares en todos los caminos de la vida estuvieron ansiosos por dejar por detrás los negocios del mundo y prepararse con el encuentro con Jesús.
Observadores de los Mandamientos brotaron en cada Comarca, hombres y mujeres, encendidos de fervor, vinieron al frente con el Mensaje, privándose así mismo de las perentorias necesidades de la vida, estas preciosas almas, deseosas de ganar a Cristo y preparadas para encontrarse con el Señor en su venida.
Cuando arribó el esperado año, el chasco fue amargo, Jesús no vino, pero esto no les desanimó en su fervor ni desalentó su trabajo. Descubriendo su error en el cálculo profético y que otras condiciones debían suceder primero, modelándose para el regreso del Señor, ellos vinieron con la verdad.
El año del Chasco, 1844, James White principió publicando “The Messenger” (El Mensajero) en Rochester, New York; el nombre de este periódico más tarde fue cambiado por el de “The Advent and Sabbath Herald” (La revista adventista y Heraldo del Sábado) el que fue lanzado por los hermanos devotos de la Iglesia de Dios, quienes fueron guiados el Espíritu de Dios, defendiendo la preciosa verdad, de la cual Dios había llamado para que lo proclamasen.
NOMBRES DE MINISTROS DE 1844 A 1860
Será de interés saber quienes fueron líderes de la Iglesia de Dios en América, como la verdad esparcida de un Estado al otro, por el Este, el Norte y Sur. Algunos de esos líderes fueron los siguientes: J.N. LOUGHBORROUGH, M.E. CORNELL, JAMES WHITE, ISAAC SANBORN, WILLIAM S. INGRANM, W.M. ALLEN, JOSEPH BATES, JOHN BOSTWICK, J.N. ANDREWS BYINGTON, H. KEENEY, R.F. CORWELL, JAMES SAWYER, B.F. ROBBINS, E.J. WAGONER, B. McCORMICK, E.E. TAYLOR, G.W. HOLT, J. DUDLEY, L.E. JONES, J.P. FLEMING, J. CLARK, BROTHER BUTLER, S.W. RHODES, LUTHER KEER, BROTHER CRAMMER, R.V. LYONS, R.E. COTTERELL, A.C. y D.C. BORDAY, A.S. HUTCHISON, BROTHER SPERY, H.S. GARNEY, M.S. JELLOG WASHINGTON MORSE, H.R. LASHER, y otros.
Se formaron las asociaciones de Estado y funcionaron en Missouri, Iowa, Wisconsin, Minnesotta, Illinois, Ohio, Michigan, New Yor, Vermont, Massachussets, Connecticut, y en varios de los estados del Sur. Dos tiendas (carpas) evangélicas se pararon en y para operar en el estado de Iowa y los otros estados de la Asociación, también adquirieron tiendas las que luego se pusieron en uso, e Iglesias y hermanos aislados fueron esparcidos del final de un estado hacia otro.
EL NOMBRE DE LA IGLESIA
Que el nombre de la Iglesia en ese tiempo fue de La Iglesia de Dios es evidente por los primeros escritos, experiencias y visiones de la señora Ellen G. White, editor de un periódico de la Iglesia antes mencionada. Ella escribió numerosos volúmenes a los que llamóseles: Spiritual Gifts (Dadivas del Espíritu) y experiencias y visones en las que ella frecuentemente menciona el nombre Iglesia de Dios. También el primer himnario publicado por este pueblo es dedicado a la Iglesia de Dios esparcida en el exterior. Esta declaración es hecha en el prefacio del libro.
Otra vez en la página 40 del periódico de la Iglesia del 18 de diciembre de 1860, encontramos lo siguiente bajo encabezamiento de “Resignation” (Resignación).
Hermanos Smith, le estaré agradecido por el privilegio de decirles a través de la Revista a mis hermanos y hermanas guardadoras del sábado, que me tengo por paupérrimo para llenar el oficio de un buen Ministro de Jesucristo en mi administración del Mensaje del Tercer ángel en la Iglesia de Dios, durante once años pasados, en este día hago resignar el Santo Oficio, y me retiro a mis labores públicas, a una relación más humilde a la Iglesia con la cual he estado asociado y a la cual aún amo devotamente. Firmado S.W. Rhodes, Habbardsville, N.Y., 8 de diciembre de 1860. Este buen hermano por causa de sus años ya declinados, resignó de su trabajo activo como Ministro de la Iglesia de Dios, de la cual él dice lleno durante once años. Había tomado su nombramiento atrás por el año 1849.
El siguiente testimonio es para demostrar la verdad que los Adventistas del Séptimo Día, originalmente retuvieron el nombre escritural de “Iglesia de Dios”. El anciano J.M. Orn-Naerem, de Noruega, uno de los primeros ministros adventistas, escribre como sigue de los registros de la antigua iglesia y del cambio del nombre:
“Tengo delante de mí una copia de la obra: Advent Review (Revista Adventista) edición de 1850, la cual me fue enviada por E.S. Ballenger. Yo agrego a este trabajo que como prueba, que los adventistas tuvieron el nombre correcto de la Iglesia atrás del año 1844 y más adelante hasta el 3 de octubre de 1860, en la cual fecha adoptaron el nombre de “Adventistas del Séptimo Día”. Concluyó en vista de esta prueba, que Hiram Edson, David Arnold, George W. Holt, Samuel W. Rhodes, y James White en quienes consistió el primer comité de publicaciones, todos pertenecían a la Iglesia de Dios, y no reconocieron otro nombre hasta por el año 1850. Está dicho que aquel libro fue escrito en el Espíritu Santo por muchos líderes del movimiento del advenimiento; en consecuencia, todos aquellos líderes fueron miembros de la Iglesia de Dios, puesto que dicho libro es publicado por la Iglesia de Dios y no por la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
En la página 18 de esta obra, se encuentra reimpreso un artículo del anciano Marsh, de la “Voice of Thruth” (Voz de la Verdad) del 21 de mayo de 1845, en el que se cita al anciano Marsh como diciendo: Finalmente objetamos a los que están haciendo la conferencia de Albano, en cuanto a los procedimientos, pues tal parece todo, como si se estuviera formado una nueva secta bajo su nombre sectario, en vez de venir al orden del Nuevo Testamento, bajo el nombre que allí se da a la Iglesia Verdadera. Parece van colocando planes de propia invención, estando con miras para actuar en el futuro, teniendo en nuestra posesión, la perfecta economía del Señor, por la que debemos ser guiados, y más aún cuando profesamos estar mirando por su venida cada hora.
Parécenos que James White es el editor encargado de reimprimir ese extracto del artículo del anciano Marsh, dado la forma en que termina con las siguientes observaciones:
“Tenemos la esperanza y oramos porque estos testimonios, puedan inspirar a los corazones de los hijos de Dios con más fuerte fe, y brillante esperanza todo el tiempo en que permanezcan fieles y obedientes al requerimiento divino. Llamados a recordar las primeras cosas”. J.W.
Mrs. Ellen White dice: Antes de 1884 todos fuimos unidos en la verdad, pero desde entonces 1844, en el tiempo de la perplejidad, muchas nuevas visiones salieron a la luz y oscuridad y confusión fueron el resultado. Esta es una citación de un tratado “The Daily” (El Cotidiano) por O. A. Jonson, profesor de Teología en Walla Collage, en el Estado de Washington.
CAMBIANDO EL NOMBRE DE LA IGLESIA
Encontramos en la cuarta página del periódico de la Iglesia “Review and Herald” (Revista y Heraldo) el 19 de marzo de 1861, un artículo intitulado “Organization” (Organización) en el cual la necesidad para una organización es puesta al frente. Las razones dadas son que la propiedad en arrendamiento incluyendo la imprenta y edificios, no debían ser tenidos por individuos particulares, a perpetuar confianza en el trabajo y asegurar la unidad en el esfuerzo.
Esto fue establecido más adelante como sigue: Ultima información de Lansing, Michigan, nos dan a entender que han pasado un proyecto dentro de la ley por la cual podemos organizarnos. Pronto seremos conocidos mediante esa provisión, y los amigos de la causa, quienes están esperando para añadirse llegando a ser miembros de la asociación nos darán la oportunidad de regocijarnos en la Obra. En subsiguientes ediciones del periódico, encontramos reportes dados y más tarde formada una organización general; la cual nos apenas profundamente, pues no fue de acuerdo a la organización escritural para la Iglesia de Dios, como tampoco el nombre adoptado fue Escritural.
Otra vez encontramos el verdadero pueblo de Dios, igual que el Israel de antaño, deseando ser semejante a las naciones que les rodeaban (1º. Samuel 4) formando una organización con un presidente, vicepresidente, y la organización general modelada conforme a las Cortes Civiles de las naciones mundanales. En la ausencia de Moisés cuando subió a la cumbre del Monte Sinaí a recibir las tablas de piedra, Israel adoró al becerro, y siempre lo ha sido así entre los hijos de Dios, la historia de ellos ha sido una vez más repetida apostatando, pero el Señor ha levantado a otros para llevarlos a su Obra en la tierra.
Ya hemos probado que la Iglesia llevando el Mensaje de la Verdad enseñando los Mandamientos de Dios y la Fe de Cristo, en ese tiempo fue llamado “La Iglesia de Dios” suministramos lo siguiente de Review and Herald del 9 de abril de 1861, bajo el título de “Secesión” leemos lo siguiente:
Hermano Smith: concluimos por los presentes aspectos que el nombre “Adventistas del Séptimo Día” se está haciendo obligatorio sobre nuestros hermanos. Sin ir más lejos Ohio no puede someterse al nombre “Adventistas del Séptimo Día” ni como por un ensayo, y menos porque sea apropiado para el pueblo de Dios.
Habiendo sido designado un comité de finanzas en la última conferencia, y teniendo ahora a mano los medios para conducir la causa en Ohio, concientemente no podemos expender aquellos medios en ninguna otra cosa que no sea para el avance y extensión de la Verdad y de la “Iglesia de Dios”.
Si aquellos medios son expendidos de otra manera, será necesario para las Iglesias en Ohio tener una asamblea en conferencia, y dar instrucción a tal efecto, y para escoger otro comité que haga el desembolso. Firmado: J. Dudley, J.E. Jones, y J.P. Fleming.

Comité de Finanzas de Ohio



James White, editor de Review and Herald (Revista y Heraldo) contestó de la manera siguiente: La Conferencia de Battle Creek del 1º. De octubre de 1860 acordó que nos llamaríamos así mismos “Adventistas del Séptimo Día”. Los hermanos que están tan lejos que podamos saber están adoptando ese nombre y nunca hemos oído ni siquiera pensando en que se está haciendo un ensayo hasta ahora que leemos lo antes dicho por Ohio.
Añadiremos aquí que como a un amigo de Gilboa, se quejaba de no haberse publicado un artículo procedente de Gilboa, poniendo por delante la evidencia a favor del nombre Iglesia de Dios, deseamos decir que: Hasta este tiempo ninguno conectado con la oficina de la Revista haya objetado dicho nombre. Firmado por James White.
Lo anterior constituye una prueba amplia de el origen de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que son una rama de la original Iglesia de Dios, y que llegaron a ser un cuerpo separado el 1º. De octubre de 1860. Como sea, la Iglesia de Dios, continuó sosteniendo al frente la enseña de la verdad, como ya lo había hecho antes los días de nuestro Señor Jesucristo. Mientras tanto que esto fue un vendaval fuerte para la obra. Aún allí hubo fuertes hombres, llenos de Espíritu, quienes inmediatamente lanzaron otro periódico, el cual más o menos llegó a fortalecer la obra que quedaba, y a recoger y unificar otras compañías de creyentes como a Dios placía ir añadiendo a su Iglesia.
Siguiendo a esa Conferencia (The Battle Creek) otras varias doctrinas anti-escriturales cautelosamente fueron introduciéndose en las Iglesias Adventistas del Séptimo Día, incluyendo la observancia de la Cena del Señor, trimestralmente, en vez de se anualmente. Esto vino como resultado de la influencia de la Señor Ellen White, la esposa del editor, quien cuando niña fue asociada a una Iglesia que aún observa la ordenanza cada tres meses. La Iglesia de Dios desde los días de nuestro Salvador, ha practicado la anual observancia de la Cena del Señor, y algunas de las iglesias continuaron esa práctica, no tomando en cuenta las enseñanzas puestas al frente en los primeros escritos de la Señora Ellen White, quien por muchos fue estimada que poseía el don de la profecía, de manera que fue tenida por profetiza por aquellos que se apartaron de la fe.
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