R. P. Fr. Eduardo de San José
TEÓFILO GIL DE MURO QUIÑONES
*Arnedo (La Rioja), 08/09/192
+Burgos, 16/09/2012
CARTA FRATERNA tras el paso a la Casa del Padre de nuestro hermano Fr. Eduardo de S. José O.C.D. (T. Gil de Muro).
IMPACTO
No lo olvidaré nunca: 6 de septiembre del año del Señor 2012. Víspera, primero, de mi cumpleaños y, luego, antevíspera del suyo. Pasadas las 10,00 de la mañana, entra tan ufano y sonriendo como siempre en mi oficina de nuestra Editorial Monte Carmelo. Llega de la que tiene junto a mí. Se me sienta frente a frente, mesa de por medio. Y por ese su mirar riojano entre curioso y socarrón, intuyo viene a hablarme de nuestras dos celebraciones: las de nuestros respectivos aniversarios natalicios a celebrar en los inmediatos 7 y 8 de septiembre, respectivamente ¡Suerte, repetía cada año, coincidir mi “cumple” con el de la Virgen!
De pronto, se queda mirándome. Sin parpadeo ni gesto alguno. Pero sobre todo… ¡sin pronunciar una sola palabra; algo tan raro en él! Por un derrame cerebral, iniciaba el viaje, primero hacia el suelo -que apenas pude amortiguar-, rápido a nuestro flamante Hospital Universitario, y pasados unos días… hacia la otra Orilla el 16 de este mismo mes.
Me estoy refiriendo a esa “cita amorosa” que al fin es la muerte de nuestro entrañable hermano en el Carmelo Teresiano y “amigo de amigos” si los hubo: P. Eduardo de San José (Teófilo Gil de Muro Quiñones).
HITOS DE UN CAMINO
a. Primero y segundo nacimiento: Por si acaso alguien no se lo oyó decir miles de veces, recordamos que lo inicia en la fabril Villa de Arnedo (La Rioja) un 8 de septiembre de 1927, fiesta de la Natividad de María. La misma que como Madre y Peregrina de la Fe, le iba a acompañar, junto con Teresa de Jesús, por su camino noches y soles, repechos y llanos, vientos de cara y espalda hasta la cumbre del Carmelo. Comenzándolo a la par con su rápido Bautismo, según costumbre.
b. “El sueño del Carmelo”: En efecto, en un momento y lugar llamados de todos modos “Providencia” nuestro ya avispado “Edu” se topa con un fraile descalzo carmelita que anda en busca justamente de eso, de chavales despiertos y soñadores. Superado sin la menor dificultad el habitual examen de selectividad, ingresa en nuestro Seminario Menor de su vecina Calahorra para el estudio de las Humanidades, “kilómetro 0” de su camino hacia ese sacerdocio que lo atrae. Vivida a continuación la siempre difícil prueba del Santo Noviciado en la Villa episcopal de El Burgo de Osma, formula aquí sus votos temporales un 30 de agosto de 1945. Pasa a Burgos para realizar el ciclo institucional dentro de nuestro vetusto Colegio Filosófico Teológico. En él se consagra con determinada determinación teresiana a Dios y a María de por vida dentro del Carmelo de la Santa un cálido 8 de agosto de 1950. Y a la sombra no tan necesaria por aquellas kalendas de su Catedral, recibe el Sacramento del Orden sacerdotal a 29 de marzo de 1952. Toda una primera singladura formativa, densa y brillante, aunque la hayamos trazado en cuatro líneas.
c. Donde la Obediencia me enviare: Lo había prometido en su Profesión Solemne. La promesa sonaba a simples palabras, pero pronto le llega el momento de ponerlas en práctica. Y a fe que nuestro flamante P. Eduardo se lo toma a pecho, y desde la primera línea de salida parte dispuesto a todo. Dispuesto como mínimo a convertir el mundo y parte del extranjero. Con la suerte, además, de contar con la ayuda del Señor, plasmada en unas cualidades y formación espirituales y humanas que con esfuerzo propio irá desarrollando día a día; y por si fuera poco, también con un peculiar optimismo, rayano tantas veces en lo utópico, que no lo perderá hasta su muerte.
Así va floreciendo donde Dios le va plantando: Calahorra-La Rioja (Junio-Septiembre, 1952). Valderas-León (Septiembre, 19521957). Montevideo-Uruguay (Noviembre, 1957 Abril, 1961). La Paz-Bolivia (Abril, 1961 Septiembre, 1964). Oviedo (Septiembre, 1964 Junio, 1968). Madrid (Junio 1968 Septiembre 1999). Burgos (Septiembre, 19996, 2012).
ID Y… ¡PREDICAD!
Que nuestro hermano Eduardo “fue fiel” a este imperativo evangélico, y “por dónde fue”, ya lo hemos comprobado y lo seguiremos comprobando. Y pese a que en la jerga evangélica no cuentan palabras tales como “eficacia”, pues Jesús nos mando que “fuésemos”; pero no que nos “hiciesen caso”, lo cierto es que de la prolija y larga sementera de nuestro buen Padre, aún quedan abundantes granos moliéndose en no pocos molinos, y harinas convirtiéndose en pan de mentes y corazones. Por ello, nos detendremos a cantar como propias las maravillas pastorales que el Señor hizo en él mediante los dones o talentos que le dejó para que los administrase hasta su… Vuelta:
a. Su don de la palabra: Con perdón de la analogía, quienes le conocimos damos testimonio de que también en el P. Eduardo la “palabra” existió desde el principio. Quien terminó siendo un verdadero experto en medios de comunicación, nunca negó su opción prioritaria por la palabra hablada. Una palabra con minúscula, sí; pero que estaba decidido a cultivar más y más para convertirla en el mejor altavoz de la “Palabra” con la mayor de las mayúsculas. Una palabra que le saltaba a borbotones desde su mente y corazón. Y que por lo mismo era culta y cercana, clásica y actual, poética y coloquial, espiritual y baladí, de calado y superficial, y sobre todo empática con cada estado de ánimo de sus oyentes o interlocutores y, por lo mismo, capaz animar, formar, consolar, divertir, y hasta de crear adición a una determinada Misa con sólo sus cinco minutos de homilía. Una palabra, además, envuelta siempre en el papelregalo de aquel su optimismo visceral, gesto oportuno, más el aderezo del acontecimiento o cita concretos extraídos de su observar la vida a escala “360º”.
Lógico que este don lo plasmase de inmediato en sus amenas clases como profesor de Humanidades (Valderas y Montevideo). En su siempre novedosa y sugerente oratoria sagrada de miles de sermones, en los charlas y “rollos” como Director de la “Juventud del Carmelo”, “Cursillos de Cristiandad” (Valderas, La Paz, Oviedo…), “Movimiento Familiar Cristiano”, etc. Y en toda una interminable ristra de conferencias, cineforums, mesas redondas, simposiums, coloquios y hasta en aquellas inolvidables conversaciones amicales. Por no citar ya sus célebres programas radiofónicos y televisivos que presto mencionaremos.
b. Su don de la pluma: Pero la palabra de nuestro hermano y amigo, pasó muy pronto de las simples ondas acústicas, a la letra impresa. Aún preparaba su sacerdocio estudiando teología y ya le editan en la Colección “ProCultura” de Editorial Monte Carmelo su primera obra: “Lumbre de lo barroco” y es nombrado Director de “ELICA” (“Escuela Lírica Carmelitana”), ni más ni menos que la primera revista española de poesía religiosa. No era sino el comienzo. Pero nos vamos a detener aquí. Pienso que no es este el momento ni el lugar para citar tan sólo los títulos de sus más de treinta biografías, de sus peculiares libros de ensayos o entrevistas reales o virtuales, y no digamos de sus mil y un artículos de prensa periódica publicados durante una vida tan fecunda y dilatada. No obstante, algo más diremos líneas adelante. Guardemos, eso sí, el recuerdo sobre todo de su prosa vivaz, directa, desenfadada, inesperada y “al dente”, propia de quien, antes de escribir, gastaba largas horas ojeando y hojeando, desde las páginas bíblicas, hasta el comentario de la última revista especializada, pasando por los escritos nuestros grandes maestros espirituales del Carmelo a quienes, por cierto gustaba editar en nuestro castellano de hoy, o los últimos periódicos dejados bajo la puerta conventual por el repartidor mañanero. A quien desee comprobar lo dicho le aseguramos, pese a la actual crisis del paro, trabajo abundante revisando, primero, sus diarias colaboraciones en la famosa agencia periodística “Coprensa”; en diarios y revistas de las cuatro últimas décadas del prestigio de “ABC”, “Tele-Radio”, “Familia Cristiana”, “Reseña”, “21RS”, “Vida Nueva”, “Banda Azul”, “Magisterio Español”, “Ecclesia”, etc. Sin olvidar, ¡no faltaba más!, cuánto le debe nuestra entrañable Revista “ORAR” cuyo Nº “0” lo diseñó su primer Equipo de Redacción hace más de treinta años en su piso madrileño de la calle Pez Volador. En ella colaboró hasta sus últimas horas de trabajo; pero sobre todo, fue sin duda quien más celebró la salida a luz de cada uno de sus números.
c. Su don de evangelizador desde los “mass media”: Situémonos. Al P. Eduardo le atrapa el postconcilio en pleno apogeo de su vida sacerdotal. Y por si fuese poco, en pleno estreno de su carrera como periodista. Y por si aún faltase alguna circunstancia coadyuvante, en pleno despertar de unos “medios de comunicación social” libres y potentes como nunca lo habían sido hasta ese momento en nuestra España.
A nivel eclesial se respira atmósfera de amanecer, de “nueva evangelización”, aunque la traducción del término a lenguaje de hoy difiera un tanto ¿Total? Ha sonado el pistoletazo de salida para que nuestro hermano, ya con muchas horas de vuelo en esos mismos “medios”, se lance a la carrera de convertirlos en instrumentos-clave de su tarea evangelizadora. Y sin dejar cuanto venía haciendo, centra lo mejor de sus capacidades en la televisión y el cine.
Tratando de abreviar rebobinemos. Ya en 1968 le vemos como Redactor Jefe de la Revista “Tele-Radio” de TVE, y casi de inmediato, como único sacerdote miembro de plantilla de nuestra única “tele” de la Nación. Si el tiempo vuela, no menos los acontecimientos. Es cuando nuestro P. Provincial, que le había enviado a Madrid para estudiar periodismo no más, recibe la solicitud apremiante de la Conferencia Episcopal Española para que le fije su residencia en la Capital a fin de poder coordinar y dirigir sucesivamente programas televisivos de tal envergadura como “El Día del Señor”, “Últimas Preguntas” y “Pueblo de Dios. Sobre todo con el primero, nuestro buen P. Gil de Muro adquiere una proyección inimaginable. La retransmisión por TVE de aquellas Eucaristías dominicales y festivas, no sólo mezclan en cada guión lo mejor de la historia, el arte y las costumbres religiosas de cada lugar, sino que más de 2.500.000 de telespectadores viven una y otra vez la liturgia de la forma más bella, plástica y directa que nunca imaginaron. Ello fuerza a nuestro hermano en el Carmelo a revivir en sus carnes los gozos y angustias de nuestra Madre Teresa, pues se convierte en el “fraile inquieto y andariego” que santigua, no sólo los caminos de España, sino que semana tras semana, prepara o retransmite también desde Roma, o desde numerosos puntos de Iberoamérica. Batiendo siempre todos los records de audiencia en su género. E instalándose con todo derecho como referente a quien recordar e imitar en lo sucesivo.
Dijimos, no lo olvidemos, que también toma por estas fechas su decisión de utilizar cada vez más el cine como recurso evangelizador. A este propósito, recuerdo siempre su argumento: Puedes escuchar conferencias y tertulias durante horas y horas sobre China. O estudiar sesudos análisis sobre el mismo tema. Pero, pese a tanto esfuerzo, muy poco te calará dentro. Bastará, sin embargo, con que durante hora y media veas una “buena película” sobre el vivir diario de una familia china para que se te meta hasta los tuétanos la problemática-base de un mundo tan complejo ¿Resultado? Multiplica sus presencias tanto en las galas cinematográficas de alto standing –tipo Cannes, San Sebastián, etc. como en cineforums y artículos de presentación y critica en diferentes publicaciones periódicas del ramo. Muy conocido es su “Diccionario de Jesús en el Cine”, editado por Monte Carmelo.
Huelga decir que por todo ello recibió numerosos agradecimientos en forma de premios, placas, pergaminos, etc. Olvidaría algunos si me propusiese citarlos. Sí lo haré con uno que sé le hizo siempre cosquillas en su corazón. Figurar entre los galardonados por los “PREMIOS BRAVO”. "Premios que concede anualmente la “Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) con el fin de “reconocer, por parte de la Iglesia, la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos” (Normas, art. 2).
d. Su don de comprensión: En el sentido, quiero decir, de la crítica sesgada que suele seguir a toda auto-entrega, máxime si conlleva triunfo. El P. Eduardo tiene todas las papeletas para que le toque este tipo de críticas foráneas y familiares, no en un momento coyuntural, sino durante las décadas que vive este hacer pastoral en el que traspasa la línea roja del “patrón-fraile” al uso. Su simple forma de vestir, hablar, escribir, viajar, etc., sencillamente… ¡chocan! Con todo, él recuerda aquello de que: “Vino Juan que ni comía ni bebía, y decían: demonio tiene” Y llegó Jesús que hasta lo hacía con publicanos y pecadores, y le tacharon de comilón y borracho.
Sin ir más lejos, a quienes argumentan que el suyo debiera ser sólo trabajo para laicos creyentes, les responde: “Y lo están haciendo. Con todo, Dios también ha otorgado y seguirá concediendo este carisma a sacerdotes y consagrados convirtiéndolos en grandes comunicadores de su Buena Noticia en estos medios. Citando sólo algunos casos del pasado inmediato y amigos míos, ¿quién puede calcular el buen hacer evangélico de un J. L. Martín Descalzo, José Mª Javierre, José Mª Cabodevilla, P. Martínez Puche, etc.? Todo, sin contar con que clérigos y laicos nos necesitamos mutuamente”.
e. Su don definitivo: Humano como era, la salud de nuestro hermano se va debilitando. Tras su jubilación pasa a ser conventual de Burgos. Supera una fuerte intervención cardíaca en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander). Sigue con sus problemas circulatorios, bronquiales y de motricidad. Continúa inyectándose tres veces al día la dosis prescrita de insulina contra su pertinaz diabetes. Pero sigue también en plan de darse al Todo, a todos y del todo. Como oyente privilegiado de muchas confidencias, recuerdo y doy fe de cómo iba creciendo en él la confianza en el Dios Abba de Jesús ¡Lo que le faltaba, dado su natural optimismo, para abrirle de par en par su puerta sin el más mínimo temor cuando viniese a llevárselo!
Durante el trienio 20092011 acepta ser Superior de una Comunidad tan compleja como la burgense (Santuario Mariano, Editorial Monte Carmelo, fusión de comunidades…). Y sigue con sus colaboraciones en distintas revistas, sus publicaciones y corrección de estilo en nuestra Editorial, y no digamos con sus comentarios cuasi-diarios en su famoso “blog” “Con permiso”, en la web del CIPE, sin dejar de atender mientras pudo las llamadas a algunas conferencias y coloquios. Siempre componiendo la inusitada estampa de un fraile descalzo, hijo de genios de la prosa y poesía como Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, al que a sus 85 años se le ve sentado cada día ante su mesa de trabajo, mientras en ¡acción ¡simultánea! visiona una de sus tres películas diarias, escucha la última noticia y redacta el artículo, libro, informe editorial o colaboración de turno.
¿Hasta cuándo? Hasta ese MOMENTO DE IMPACTO con que inicio esta CARTA.
SEÑOR: A esto lo llamamos hoy y aquí, coloquialmente: “Morir con las botas puestas”. Ante esto exclamaba nuestra Madre Teresa: “Dichosas vidas que en servicio de la Iglesia se acabaren”. Por esto te formulamos hoy con plena confianza de hijos tan sólo una plegaria: “¡Concédele tu ¡DESCANSO!”.
Fr. Fernando Domingo, ocd.
R. P. Fr. Octavio de la Encarnación
OCTAVIO LÓPEZ GRIJALVO
*20-11-1916 en Calahorra (La Rioja)
+11/09/2012 en Porto Alegre (RS) Barsil.
El P. Provincial de Brasil Sur, Fr. Gilberto Hickmann, nos ha enviado esta comunicación donde explica las circunstancias de su fallecimiento. Descanse en Paz nuestro querido P. Octavio.
"Caros freis, monjas, amigos(as): Acabo de vir da casa de oração, na Glória, onde estamos reunidos a nível de CICLA SUD (frades e mojas). Acabam de comunicar-me que faleceu nosso frei mais velhino da Província, Fr. Otavio com 95 anos (em torno do meio dia). Ele estava internado fazia mais de duas semanas na Santa Casa aqui de Porto Alegre. Não apresentava estado grave de enfermidade (temíamos princípio de pneumonia e ele não se alimentava bem; aí os freis acharam melhor interná-lo). Na semana passada o médico comunicou aos freis que o caso dele era extremamente delicado, pois estava com câncer generalizado (metástase). O médico até sugeriu a hipóstese de que o levássemos para casa, mas decidiu deixá-lo no hospital por mais dias. Que bom! assim findou sua vida bem cuidado e com pessoas constantemente presentes. Fr. Ari e Marcelo estão encaminhamento a liberação do corpo, que até à noite deve estar aqui na igreja. Amanhã, às 10 horas, em princípio, teremos missa de corpo presente aqui na igreja Santa Teresinha e após o encaminharemos à Glória, onde o grupo dos freis e monjas reunidos farão momento de preces e dali o encaminharemos à sepultura. Com certeza está descansando em paz e intercedendo por nós, pela Província e como menino, correndo e imitando o trem de Calahorra, sua terra natal... (Repassem este comunicado aos demais membros das comunidades e às pessoas que o conheceram). Abraço. Fr. Gilberto, provincial."
El P. Octavio era el decano de nuestra Provincia; en la Orden se llamó Fr. OCTAVIO DE LA ENCARNACIÓN (Octavio López Grijalvo), había nacido el 20-11-1916 en Calahorra (La Rioja), profesó el 24-11-1932 y se ordenó el día 30 de noviembre de 1939.
R. P. Fr. Luis Javier de la Inmaculada
LUCINIANO LUIS LUIS
* Villanueva de Arriba (Palencia) 3 de junio de 1935
+ La Coruña, 01 de Octubre de 2012
El P. Luciniano vino al mundo un 3 de junio del año 1935 en un pueblo minero de la provincia de Palencia: Villanueva de Arriba. Colindante con la provincia de León y por ello perteneciente a su diócesis. Bautizado con el nombre de Luciliano el 9 de junio de ese año y confirmado en Guardo (Palencia) el 18 de Agosto de 1939. Sus padres fueron Cipriano y Sofía. Tuvo tres hermanas (Natividad, Lucidia y Aurea) y un hermano (Gecelino). Fue el menor de los hermanos y el primero en abandonar el pueblo en el tren minero que le llevará al colegio preparatorio.
En Septiembre de 1949 ingresó en el Colegio de Calahorra. Allí estuvo tres cursos sin volver al pueblo. Iba en el verano a los campamentos del Frente de Juventudes en Calatañazor (Soria).
En el verano de 1952 volvió al pueblo de vacaciones con la familia, por primera vez se hacía esta experiencia en el Colegio Preparatorio. En ese 1952 comenzó en Septiembre en Valderas, el nuevo colegio preparatorio. Donde hizo el cuarto curso de humanidades. Luciniano (con otros cuatro de su pueblo) fue una semana antes que los demás a Valderas, pues era de los mayores y estuvo ayudando en el acondicionamiento de Valderas para el nuevo curso. Ese año estudiaron los colegiales junto con los Seminaristas que había en el Seminario de Vaderas. Así que le tocó comenzar Valderas.
En 1953, el 15 de Julio, comenzó el noviciado en Burgo de Osma. Allí tomo el hábito y allí hizo el primer mes de Noviciado. Pues en ese verano (sería por agosto) se trasladó el Noviciado a Calahorra. Por lo tanto comenzó el Noviciado de Calahorra. Formó parte del grupo de los últimos estudiantes del Colegio Preparatorio de Calahorra y los Primeros Novicios de Calahorra. El 18 de Julio de 1954 hizo la profesión simple. Doce compañeros hicieron la profesión con él. Todo para él era comienzo.
En ese verano de 1954 fue a Oviedo para estudiar Filosofía y allí estudió tres cursos. Después de esto le toco hacer la maleta para ir a estudiar a Roma, al Teresianum, la teología. Será precisamente en la ciudad romana donde realizará su profesión solemne (13 de marzo de 1958) y recibirá la ordenación sacerdotal (9 de abril de 1961). Serán años de profunda inquietud teológica, inquietud que le acompañará durante toda su vida. También es el momento en el que comienza a quebrarse su salud, otra constante en su vida. Con poca salud por su gastritis crónica “quo fit etiam ut appareat aliquando animo depressus” y con notas excelentes recomendación de descansar de sus estudios salió Licenciado del Teresianum el 21 de junio de 1962. Una nota final consta en su currículum: “ceterum est optimus religiosus et magno ingenii acumine praeditus”. Obtuvo en esos años facultad de leer libros prohibidos por razón de estudio y de enseñanza. No dejó de leer de los prohibidos y de los otros durante toda su vida.
Destinado al Colegio de Burgos como profesor desde octubre de 1962 hasta abril de 1966. Acompañó a los estudiantes de Burgos en su período de estudiantado en Zaragoza, por las obras emprendidas en el convento de Burgos. Capellán militar en San Sebastián entre abril de 1966 y julio del 1968. De ahí a Oviedo, a comenzar estudios de filosofía y letras, con especialización en historia. Estudios que realizará en la universidad de Oviedo y la de Santiago de Compostela –un curso-).
A continuación fue destinado a ‘San Juan de la Cruz’ como profesor desde octubre de 1968 a septiembre de 1973. Y de aquí a preparar maletas para cruzar el charco: Montevideo El Prado desde octubre de 1973 hasta julio de 1975. Sucumbíos desde noviembre de 1975 hasta julio de 1980. Misionero en Santa Bárbara y Palma Roja.
Vuelta a hacer las maletas y de retorno en León al colegio San Juan de la Cruz. En septiembre de 1980 regresa, por poco tiempo. Vuelve a la misión de Sucumbíos en el 1982 y trabaja en la zona de Lumbaqui y del Putumayo hasta 1988.
En este periodo en España realizará en los años 1984–1985 el primer semestre en el Curso de Pastoral en el Instituto Superior de Ciencias Morales y el segundo semestre en el Instituto de Pastoral ‘León XIII’ de Madrid. Colabora en una parroquia madrileña en ese curso.
Después estará un período entre Burgos y Sucumbíos para escribir la historia de la misión. Será en este tiempo cuando se le descubre el aneurisma cerebral que condicionará toda su vida posterior.
En 1989 es destinado a Santa Cruz de Tenerife donde enseguida comienza impartir clases en el Seminario Diocesano. Colabora en la parroquia y hace de vicario de la comunidad en algunos periodos de este tiempo. Superior de la casa de Santa Cruz de Tenerife (1996-199). Sigue ejerciendo de profesor en el Seminario de la Laguna. Durante estos años trabaja en la historia de la Misión de Sucumbíos y viaja a Colombia y Ecuador con ese motivo de recoger documentos. Pasaba muchos veranos en Alemania ejercitando el alemán y sirviendo alguna parroquia: Desde el convento de Schwandorf de nuestros padres.
Desde mayo de 2005 pasa destinado a comunidad de la casa de la Editorial Monte Carmelo de Burgos. Hasta que en 2010 es destinado a La Coruña. Y aquí Falleció el 01/10/2012 en La Coruña. Será precisamente en esta última comunidad donde se dedicará al apostolado de la pluma y a la atención del Carmelo Seglar. Fue reconocido rápidamente como un gran comunicador de la espiritualidad carmelita, siendo, incluso, objeto de un artículo de opinión en el Diario de Ferrol. Sus últimos años estuvieron dedicados a la lectura y a la colaboración con la revista Monte Carmelo y con la editorial que lleva tal nombre. Fue luz para la gente en medio de la oscuridad de su enfermedad. Por ello, conviene concluir esta reseña con una pincelada de su testamento espiritual:
“Dios-Abba es Amor y sólo Amor. Dios sólo tiene una cara, ama incondicionalmente y no es un Dios de dos caras, que ama y castiga. Desde ahí es necesario leer de nuevo toda la revelación de Dios e interpretar todo lo que nos dice sobre la imagen de Dios. La doctrina de nuestros místicos y doctores, al insistir en el amor y sólo por amor, nos invitan a ir por este camino.
Dios nos ama incondicionalmente como hijos e hijas y no nos juzga, nos mira como mira a Jesús. En este sentido quiero resaltar un último aspecto en esta conclusión final: ¿Qué piensan nuestros tres doctores acerca del infierno, que parece condensar de una manera especial la idea de un Dios que juzga y condena nada menos que eternamente?...
Aquí habría que recordar la frase tan repetida por Juliana de Norwich, la mayor entre los místicos ingleses: “Todo acabará bien”. O lo que nos dice San Pablo, lleno de realismo y esperanza: Dios encerró a todos en el pecado para tener misericordia de todos”. Es el mensaje de optimismo de los místicos. ¿Estamos decididos a esta aventura de anunciar a este Dios? (A Coruña, 9 de abril de 2011)”
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