Tunguska Notas generales

Estación Alpha

(N058: en todos los ejemplos que siguen, pareciera que el intruso, además de meterse en los computadores, se mete en la mente de las personas y les responde justo aquello en lo que están pensando. Queda un poco forzado.)
Mikhail Belugin se dedicaba a su pasatiempo favorito: el ajedrez. Mientras el sistema operacional de la red de estaciones de trabajo de Alpha estaba siendo activado, él se había soltado flotando dulcemente entre los compartimentos hasta el módulo europeo Columbus, aprovechando el recreo inesperado. Allí, se apoderó de un terminal, dando inicio al habitual juego de ajedrez en el nivel profesional. Esta vez, a Mikhail no le estaba yendo bien. Estaba en la décima jugada y el jaque mate era inminente. Ya iba hacer una nueva jugada con la intención de mejorar su situación cuando percibió que el programa del juego salía del nivel profesional y volvía, de alguna manera, al nivel de principiante.

El juego comenzó a correr solo, como si alguien hubiese entrado en el lugar de él y estuviese jugando con la máquina. Mikhail tecleó en el terminal para parar el juego y comenzar nuevamente. Para su sorpresa, el comando en el teclado no respondió. Hizo varias tentativas y nada. Era como si el teclado hubiese sido desconectado.

Casi simultáneamente, un alboroto de personas y movimientos de tripulantes comenzó a su alrededor. Algunos gritos y algunas órdenes dadas por los intercomunicadores no sacaron a Mikhail de su perplejidad. Percibió, a su espalda, la fuga de su colega Naome Tanaka, de quien estaba enamorado, mas lo que estaba aconteciendo enfrente de él, en la pantalla del terminal, lo abismaba. Quien estuviese jugando, lo hacía a una velocidad vertiginosa. (N059: me parece que sobra el comentario sobre el enamoramiento.)

El intruso ya había perdido cinco veces en el nivel de aprendiz, pero ganó la sexta partida. Terminada ésta, el programa pasó al nivel intermedio y el intruso, siempre manteniendo una increíble velocidad de reacción, ganó las tres partidas siguientes. La cuarta fue en el nivel profesional y con el mayor índice de dificultad. El intruso ganó nuevamente.

California, Estados Unidos, L´Garde Aerospace Company, 8:10 hrs.  hora local

(N060: uniformaría las horas a un solo huso horario, porque así no se entiende si los hechos son simultáneos o consecutivos.)
Larry Palmer estaba sentado frente a su computador bebiendo una taza de café. No había dormido bien por causa de un problema de enlaces metálicos y endurecimiento para unas piezas de una nueva versión de transbordador que serían probadas en el World Space Foundation, el instituto de tecnología del espacio con cede también en California. (N061: para actualizar, pondría que es el transbordador regular a la base espacial o, más atrevido, para el segundo viaje a tripulado a Marte.)

Por algunos segundos, quedó mirando la pantalla con su vista perdida en el infinito y su mente divagando. En la pantalla estaban mostrados dos diagramas, ambos de una cadena molecular de una película plástica. Uno de ellos tenía un recubrimiento de aluminio y cerámica, en el otro el recubrimiento era de cobre al 80% y oro al 5% y cerámica al 15%. (N062: no hay coherencia, se habla de película plástica y después se habla de cerámicas y metales. Todo esto habría que explicarlo con más detalle. Por ejemplo: qué pasa con la película. ¿Recubre algo? ¿Y el enlace metálico se refiere a enlaces moleculares del metal?) Algo sucedió en ese instante en los diagramas que hicieron a Larry volverse. Su sorpresa fue tal que derramó la taza de café. Alguien se estaba metiendo en su trabajo y el intruso estaba modificando sus cálculos. De un salto se puso de pié, dejó la taza sobre una mesa con algunas imprecaciones en voz alta y, apresuradamente, tecleó un comando en el terminal. Percibiendo que éste no respondía, un garabato salió naturalmente de su boca, que después quedó abierta, dando a su rostro una expresión de absoluta perplejidad.

El intruso había colocado un nuevo resultado, la cadena molecular de la película tenía una nueva impureza y esta era, básicamente, de mercurio en una densidad que él ni imaginaba que pudiese ser obtenida para quedar estable en la unión. Larry gritó desesperado “¡espera!” tres veces, mientras, ante sus ojos, sus cálculos volvieron a lo que eran antes.

Hammer Smith Hospital, Londres, Gran Bretaña, 16:20 hrs. hora local

Paul Barret estaba sentado confortablemente enfrente de su terminal gráfico mirando, junto con su colega americano Jonathan Waxman, de la Wayne State University de Detroit, algunas fórmulas, que llamaban de “química primaria”. Ambos se habían conocido algunos años atrás en un congreso en Detroit y decidieron colaborar en una investigación para la prevención del cáncer de próstata.

 Yo creo que la pectina pro-omega del boldo chileno podría ser modificada previamente. ¿No crees, Paul?

Paul Barret quedó pensativo por algunos segundos ante la sugerencia de su colega y, recordando, replicó:

 Puede ser. Si no me engaño, las pectinas de la manzana y de la naranja fueron bien exitosas en las investigaciones de los años noventa. (N063: de nuevo sale un comentario que hace referencia a un tiempo lejano como lo último que se hizo. Le da un aire de falso futuro a la historia.)

 Pero, ¿y si se hiciera una mutación genética? agregó Jonathan Waxman de forma triunfal.

 Y con eso podríamos tener una pectina especializada completó Paul Barret con el rostro iluminado.

El entusiasmo de ambos fue interrumpido por lo que se vio en la pantalla del terminal gráfico.

 ¿Paul, tú accesaste mis archivos de Wayne?

Perplejo, Paul Barret respondió:

 ¡Imagínate, sin tu permiso de ninguna manera!

Jonathan, más perplejo aún, exclamó:

 ¡Mira! ¡Mira! Mis modelos de metástasis, concatenados con Galectin-A4.

 Si nosotros no nos metimos en tus archivos, alguien lo está haciendo dijo, preocupado, Paul Barret, mirando a su amigo que no sacaba, ahora, los ojos de la pantalla.

Barret volvió la vista hacia la pantalla y quedó boquiabierto. Las células superficiales del modelo del tumor fueron envueltas por pectinas modificadas por una mutación desconocida.

 ¡Él tomó mi idea y completó el modelo! exclamó Jonathan. ¡La metástasis está retrocediendo! continuó, incrédulo.

Enseguida aconteció lo inesperado: la pantalla parpadeó dos veces y todo volvió a la normalidad, como si nada hubiese acontecido. Las fórmulas originales aparecieron nuevamente.

Ambos se miraron sin conseguir emitir un sonido.

Mauna Kea, Hawai, Gemini Telescope, 6:15 hora local
La joven astrónoma Jasmine Crowe acababa de terminar una noche más de trabajo. El período de observación había sido muy bueno. De las tres noches clásicas asignadas a su proyecto, esa había sido la segunda, y el rendimiento de la noche fue espectacular. (N064: suena añejo que la astrónoma esté observando in situ. Ahora ya son comunes las observaciones en modo servicio y para entonces me imagino que sólo habrá observaciones remotas. Bastaría hacer una alusión a que está en su casa, o algo así, tal vez. Además, ya hay telescopios más modernos que los de Hawai.)

En ese momento, Jasmine estaba utilizando una nueva técnica de manipulación de imágenes donde, a través de cinco imágenes y posterior filtración, conseguiría, con la ayuda de un modelo teórico, sacar el 80% de la luz de la estrella estudiada sin disminuir la luz reflejada proveniente de un eventual sistema planetario en torno a la estrella. (N065: de nuevo suena añejo el tema de investigación: es lo que está de moda ahora. Habría que hacer algún comentario histórico y explicar en qué aspecto ella está más avanzada. El tamaño de los planetas y su distancia a la estrella, tal vez.)

A pesar de estar cansada, Jasmine decidió ver una de las últimas cinco imágenes. Bostezando, vio la imagen en la pantalla. La estrella estaba en el centro y el espacio que ocupaba en la pantalla era de dos centímetros. Su cansancio desapareció como por encanto cuando, ante su sorpresa, la imagen de la estrella se apagó, dando lugar a un muestreo rápido de todos las imágenes recolectadas por ella, como si alguien las estuviese leyendo y copiando a gran velocidad. Algunos minutos después, todo volvió a la normalidad, como si nada hubiese sucedido.
Lewis Research Center de NASA, Cleveland, Estados Unidos, 11:15 hrs. hora local
Charles Landis, ingeniero estructural, estaba cómodamente sentado en su terminal gráfico comunicado en línea con su colega Thom Shiller, experto en robótica de la Universidad de California, en Los Ángeles. Ambos estaban discutiendo sobre el diseño general de una nave robotizada de investigación, que debería ser lanzada en una misión al espacio interestelar. Era un modelo innovador y la concepción del diseño y sus componentes todavía estaba en las manos de un número restringido de personas. En el extremo derecho de la pantalla del monitor de Landis la imagen de Thom Shiller aparecía nítida y en movimiento en la pequeña ventana. Fue él el que dio la señal de alarma.

 ¡Charles! ¡Alguien se está metiendo en mis archivos!

La voz de Shiller sonó en tono de alarma por el alto parlante del terminal de Landis, que miró a su colega en la ventana de imagen. Se notaba en su rostro la preocupación.

 ¿Puedes hacer algo para impedirlo, Thom? contestó Charles, también preocupado.

 ¡Mi teclado está inoperante, Charles! Por favor, entra en mi directorio de Cleveland.

La voz de Shiller desapareció junto con su imagen en la pantalla. Charles Landis intentó dar algunos comandos en su teclado, pero nada, estaba muerto. Mirando su pantalla, percibió que alguien se estaba metiendo en sus cosas.

El diagrama exhibido en la pantalla fue rotado en varios ángulos, como si alguien quisiese verlo en detalle. Sus diferentes partes fueron desmontadas en una secuencia difícil de seguir, debido a la velocidad con que eran presentadas.

Charles Landis estaba boquiabierto, perplejo con lo que estaba presenciando. Después, el diagrama desapareció de la pantalla y un listado rápido de los directorios se sucedió por algunos minutos. Charles quedó estático hasta que todo volvió a la normalidad, apareciendo en la pantalla el diagrama original, como si nada hubiese sucedido. (N066: queda un poco repetido el final “como si nada hubiese sucedido”.)

(NN022: fin del material para el informe)
(NN023: vamos a sacar el nombre)