aterroriza a sus adeptos, así como a todo aquel que pretenda retar el poder de su imperio religioso.
Es que, el Evangelio, prefigura a Jesús [un hombre de carne y hueso], como un dios tiránico, altanero, y
orgulloso; un dios que tiene las “agallas” de sugerir a sus adeptos la siguiente idea: “te amo y te quiero tanto,
que estuve dispuesto a morir por ti en la cruz del Calvario; pero, si no aceptas incondicionalmente [y sin
cuestionamiento alguno] todas y cada una de las contradicciones e incoherencias contenidas en mi Evangelio,
haré que ardas para siempre en el infierno”.
En cambio, el Dios de los Hebreos condena esta altanera y orgullosa aptitud; pues su Palabra enseña que, los
orgullosos [aquellos que pretenden decir que sus palabras son finales y absolutas],
no son quienes han de
heredar el mundo que ha de venir; sino que seran en cambio los mansos. Como esta escrito: «Pero los mansos
heredarán la Tierra»- Salmo 37:11; y también dice la Escritura: «He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; mas el justo por su fe vivirá [es decir, vivirá por su fe en que, los mansos, habrán de heredar la
Tierra]»- Habacuc 2:4.
Es que הוהי [el Dios de Israel, bendito sea], no se agrada de ningún hombre de carne y hueso que tenga la
osadía de demandar ciega obediencia a lo que ha salido de su boca. ¿Porque? Pues porque,
tal aptitud, es el
colmo del orgullo, así como de la altanería; la vanidad del hombre finito, que tiene la desfachatez de
demandar que otros depositen en su persona una fe que ni siquiera el Dios infinito demandó jamás de sus
seguidores [como si, la fe en la palabra de un hombre finito y mortal, fuese mas valiosa que la fe en la
palabra de un Dios infinito, e inmortal].
Y, ¿como sabemos que, el Dios infinito, no aterroriza a su pueblo demandando [so pena de castigo eterno]
que este crea ciegamente [y sin cuestionamiento] en todo lo que ha salido de su boca? Pues lo sabemos
porque así lo muestra la Torah. ¿Donde? Pues en el relato de los tres ángeles que hablaron con Avraham
[donde el Patriarca porfía exitosamente con Dios, según Génesis 18:32]; tambien lo vemos en el relato de los
hombres que se vieron impedidos de participar en la primera Pascua celebrada en el desierto [donde estos
últimos porfían exitosamente con Dios, logrando que se les permitiese celebrar una segunda pascua un mes
mas tarde, según Números 9:6-11]; y lo vemos en el relato de las hijas de Zelofehad [quienes porfiaron
exitosamente con Dios, logrando que se cambiase lo dicho por
Dios acerca de las herencias, de modo que
estas pudiesen heredar de su padre, según Números 27:1-7].
Lo mismo sucedió con Ezequías, quien luchó con el Creador en oración, logrando que este último anulase el
decreto de muerte que pesaba contra su persona, según 2da de Reyes 20:1-6.
De igual modo, la Escritura muestra que cuando el Creador ordenó a Gedeón marchar contra los Madianitas,
Gedeón no creyó ciegamente en la palabra dicha por Dios. ¿Se molesto Dios con Gedeón? ¿Le castigo por
dudar de su palabra? ¿Por ser incrédulo, en vez de creyente? ¡Absolutamente no! Es que el Dios de Israel no
cree en la abdicación del intelecto; no espera que cometamos “suicidio intelectual”, ni tampoco demanda que
abdiquemos de nuestro raciocinio. En otras palabras, como las dudas de Gedeón eran sinceras y honestas,
Dios no solo le dió las [tres] pruebas que pidió, sino que hasta le dió una [cuarta] adicional.
Como esta
escrito:
17. Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado
conmigo.
21. Y extendiendo el ángel de הוהי el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin
levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de הוהי
desapareció de su vista.
36. Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,
37. he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando
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seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho.
38. Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón
lleno de agua.
39. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré
ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra.
40. Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.
9. Aconteció que aquella noche הוהי le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he
entregado en tus manos.
10. Y si tienes temor de descender, baja tú con
Fura tu criado al campamento,
11. y oirás lo que hablan; y entonces tus manos se esforzarán
--Jueces 6:17, 21, 36-40; & 7:9-11
Do'stlaringiz bilan baham: