La incoherencia de la teología Cristiana, cuando alega que Jesus (Jesús de Nazaret, paz sea con él) era
Dios
El Santo Evangelio, revela una verdad tan obvia y fundamental que, ni siquiera los seguidores del Nazareno
son capaces de aceptarla. ¿Cual es esa verdad? Pues que, siendo un hombre de carne y hueso, Yeshua (Jesús
de Nazaret, paz sea sobre él) no era Dios, sino era en cambio el hijo de un hombre mortal. Es que los
Evangelios afirman lo siguiente:
1) Jesus era el engendrado, no el engendrador (Mateo 1:20)
2) Jesus era primogénito, no el Padre de tal primogénito (Hebreos 1:6)
3) Jesus era la vid, no el Labrador a quien pertenece la vid (Juan 15:1)
4) Jesus era el camino, no el Destino Final (Juan 14:6)
5) Jesus era la imagen de aquel que es Invisible, pero no es el Invisible (Colosenses 1:15)
6) Jesus era “el hijo” que tenia que aprender a obedecer a su Padre, no el Padre que enseñaba obediencia a su
hijo (Hebreos 5:8)
7) Jesus era el hombre que había oído lo verdad de Dios; no el Dios que le había revelado a ese hombre tal
verdad (Juan 8:40)
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8) Jesus era la criatura que subía a su Dios, y no el Dios al cual suben las criaturas (Juan 20:17)
¿Esta en lo correcto la teología Cristiana, cuando afirma que nadie puede agradar a Dios tratando de
cumplir la Ley?
¿Esperaba Dios que los Israelitas obedeciesen [literalmente] todos y cada uno de los mandamientos?
La noble teología Nazarena, postula con absoluta certeza y contundencia que, ningún hombre, puede agradar
a Dios por medio de la obediencia a la Ley; pues [alegadamente], nadie puede cumplir con la exigencia
Divina de obedecer todos y cada uno de sus mandamientos. Pero, la pregunta que debe hacerse todo creyente,
es si tal idea es una verdad Divina que surge de la mente de Dios; o si surge en cambio de la vana
imaginación de los hombres.
A fin de encontrar la respuesta a nuestra pregunta, examinemos el siguiente pasaje de la Ley: “CUIDARAS
DE PONER POR OBRA TODO MANDAMIENTO QUE YO OS ORDENO HOY, PARA QUE viváis, y
seáis multiplicados, y ENTRÉIS Y POSEÁIS LA TIERRA QUE הוהי PROMETIÓ CON JURAMENTO A
VUESTROS PADRES... GUARDARAS PUES LOS MANDAMIENTOS DE הוהי TU DIOS, andando en
sus caminos, y temiendole. POR QUE [HACIENDO ESTO] הוהי TU DIOS TE INTRODUCE EN LA
BUENA TIERRA...”- Deut. 8:1, & Deut. 8:6-7.
Note como, en los dos anteriores pasajes, Dios advierte a Israel que, el pre-requisito para entrar [o “ser
introducidos”] a la Tierra Santa, es guardar TODO mandamiento ordenado por Dios [en la Ley]. Es decir, si
Israel no guardaba TODOS los mandamientos de la Ley, nunca podría entrar a la Tierra prometida.
Siendo así las cosas, la pregunta lógica es la siguiente: ¿Que confirma la historia que sucedió? ¿Confirma que
Israel entró en la Tierra de Canaán? ¿O que nunca entró en ella? ¿Confirma la historia que Israel poseyó la
tierra de Canaán, que exterminó a pueblos enteros, y que tanto los reyes de Juda, como de Israel, gobernaron
durante siglos la tierra de Canaán? ¿O confirma en cambio la historia que los reyes de Israel nunca reinaron
sobre tal territorio?
Y, si la respuesta que a estas preguntas provee la historia, es en la afirmativa, entonces no nos queda otro
remedio sino concluir que, si Dios introdujo a Israel en la Tierra prometida, tuvo que deberse al hecho de que
el Creador consideró que [como un colectivo de creyentes], Israel cumplió en efecto con TODOS los
mandamientos Divinos [es decir, cumplió TODA LA LEY]. Y, esto ultimo, echa por tierra el reclamo
Nazareno que alega que el Creador demandaba que cada Israelita cumpliese perfectamente todos y cada uno
de los mandamientos de la Ley.
El Dios de Israel (bendito sea) quiere que el Hombre reconozca la verdad que se encuentra en todo aquello
que es noble, integro, honesto, justo, misericordioso, y humilde; y desea que sus siervos confiesen esta
verdad tanto con sus bocas, como con sus corazones. De hecho, el Creador desea que el Hombre siempre
reconozca aquello que es verdadero; aún cuando, el así hacerlo, redunde en el incremento del mérito de sus
adversarios, y en la disminución de su propio mérito. ¿Y donde confirma esto la Escritura? Pues en el verso
que cita al Creador reconociendo con su boca que, las hijas de Zelofehad, “tenían la razón” [cuando
alegaban que, la Ley de las herencias, les era adversa, y fallaba en hacerles plena justicia]. Como esta
escrito: «Y הוהי respondió a Moisés, diciendo: “BIEN DICEN LAS HIJAS DE ZELOFEHAD... (EN OTRAS
PALABRAS, ¡LAS HIJAS DE ZELOFEHAD TIENEN RAZÓN!)”»- Números 27:6-7.
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